Este fin de semana pasado se tenía que disputar la Zurich Maratón San Sebastián 2024. 10.500 corredores entre las distancias del 10K, media y maratón estaban preparados para, el domingo 24 de noviembre, correr por la preciosa ciudad donostiarra.
Sin embargo, la organización (RPM Sports y Donosti Eventos) se vio obligada a cancelar la prueba.
Y repito: se vio obligada.
Yo era uno de los 6.000 inscritos que tenía dorsal pera correr los 42k, pero una lesión me impidió viajar a San Sebastián. Sin embargo, sí tenía amigos que ya habían recogido el dorsal antes de que se cancelara la prueba. A las 16:44 recibí el primer whatsapp en mi grupo de amigos corredores: “Maratón suspendido por alerta naranja de vientos superiores a 120km/h.”
Minutos más tarde en las RRSS de la carrera colgaban el Comunicado Oficial – Cancelación de la Zurich Maratón San Sebastián 2024:
A las 16:37 ya había recibido en mi correo la cancelación oficial vía mail como inscrito con el siguiente PDF en el que se informaba que: SPEIS Protección Civil considera que, debido al riesgo meteorológico derivado de la Alerta Naranja, no se dan las condiciones de seguridad necesarias y por lo tanto se debe suspender la celebración de la Maraton Zurich 2024 previsto para el día de mañana domingo, 24 de noviembre.
Leo atónito cientos de críticas a la organización. En este post podéis leer unas cuantas:
No voy a entrar en las quejas por la Feria del Corredor, la camiseta o que no habían regalos en la bolsa del corredor. Tengo una opinión muy particular sobre ello, pero eso hoy no toca. Sí quiero entrar al trapo con los mensajes cuestionando la cancelación por razones meteorológicas Y voy a hacerlo intentando no extenderme mucho y yendo al grano (aunque me ha costado no extenderme):
- Para una empresa de organización de eventos, así como para los organismos públicos involucrados y para los patrocinadores es una pu..da muy grande que no se celebre un evento. Ya has gastado mucho tiempo y dinero en la organización del día D y que no se pueda celebrar solo conlleva incurrir en gastos. Hay empresas de eventos que han quebrado tras la cancelación de un evento. Así que la empresa organizadora de la Zurich Maratón San Sebastián seguro que hizo todo lo que estaba en su mano para que se llevara a cabo. Son los primeros interesados en hacerlo.
- Es protección civil o el organismo que proceda quien puede autorizar o negar la celebración de la carrera, como así hizo. Desgraciadamente hay que esperar a tomar la decisión hasta que ésta sea irrevocable, aunque sea a unas horas de la salida.
- Una carrera no son solamente corredores corriendo. En un evento de tales características hay que montar avituallamientos, una salida/llegada, vallas de seguridad para corredores y aficionados. ¿Que quizás se podía correr el domingo en San Sebastián? Lo dudo. Pero… que se pudieran ubicar los avituallamientos, las vallas, los puestos médicos, lavabos, la señalética o los arcos de salida y llegada… eso seguro que no era posible. Y no se puede celebrar una maratón sin señalética, avituallamientos, puntos médicos o vallas de seguridad.
- En un día de alarma naranja los cuerpos de seguridad y los servicios médicos deben estar disponibles para las diferentes urgencias que se puedan dar y no para que se celebre una carrera popular por mucho que nos duela. Más de 200 incidencias debidos a la borrasca ‘Bert’ con rachas de viento de a los 133 km/h publicó El Diario Vasco. Todos debían estar para socorrer emergencias.
Lo siento, pero como corredor, periodista y organizador de eventos no había otra decisión posible.
Y entiendo a quienes se han gastado mucho dinero en ir ese fin de semana a San Sebastián, en meses de entrenamiento para cumplir su objetivo. Pero carreras hay todos los fines de semana, vida hay solo una. Y, desgraciadamente, tenemos en nuestro país un ejemplo demasiado reciente para ir jugando con alertas sobre condiciones meteorológicas.
Por Isidro López