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LOS ÁNGELES – Desde que llegó a las Mayores en el 2018, Shohei Ohtani siempre ha dejado claro que quiere vivir las emociones de jugar en la postemporada y de intentar ganar una Serie Mundial.
En unos días, Ohtani finalmente tendrá esa oportunidad. Sabe que todos los ojos están sobre él. Pero antes de que inicien los playoffs, Ohtani ha tenido la experiencia de jugar en un ambiente similar, como parte de la crucial serie que están disputando los Dodgers ante los Padres.
Y Ohtani ha estado a la altura del compromiso. La superestrella conectó dos importantes imparables – y se robó su base número 56 – para llevar a los Dodgers al triunfo 4-3 el miércoles en el Dodger Stadium, colocando a Los Ángeles a las puertas de ganar su 11mo título del Oeste de la Liga Nacional en 12 temporadas.
Los Dodgers pueden amarrar la corona divisional en el último partido de la serie, el jueves. Con el revés de los Cerveceros el miércoles, los Dodgers han asegurado uno de los primeros dos sembrados del Viejo Circuito, lo que significa que avanzan directamente a la Serie Divisional de la Liga Nacional.
“Es el mejor jugador en el béisbol”, expresó el antesalista de los Dodgers, Max Muncy, sobre Ohtani. “Nunca sabes con qué va a salir. Cada vez que está en el plato, estás esperando algo increíble. Usualmente no decepciona”.
Los Dodgers llegaron el miércoles queriendo sacudirse la complicada derrota del día anterior, y eso fue lo que hicieron, gracias a su mejor jugador.
Con el juego empatado a dos carreras, Ohtani respondió ante el abridor de los Padres, Dylan Cease, con un batazo que salió del bate a 116.8 millas por hora contra la pared del jardín derecho, lo que permitió que Gavin Lux llegara al plato.
“Estoy muy feliz de poder empujar carreras y tener las oportunidades que tuve en cada uno de los turnos esta noche”, comentó Ohtani. “Los fans, e incluso dentro del equipo, reconocemos el sentido de urgencia en estos juegos importantes”.
Más adelante, luego de una respuesta de los Padres, Ohtani volvió a dar un paso adelante, con un oportuno imparable productor en el sexto capítulo, cuando había dos outs en la pizarra. Luego se robó una base, empatando con Ichiro Suzuki por la mayor cantidad de robos en una temporada para un jugador nacido en Japón.
“Ha elevado su juego”, señaló Roberts. “Se notó en ese turno al bate. Estaba abajo 0-2, deja pasar un par de pitcheos rompientes y le da duro a la bola para empujar una carrera. Ves la emoción que tiene. Está oliendo la postemporada y entiende la importancia de estos juegos”.
Por muy bueno que haya estado Ohtani todo el año – rumbo a su tercer Premio al Jugador Más Valioso – el cañonero ha estado a otro nivel últimamente. Tras una jornada en la que se fue de 3-2, Ohtani batea ahora .477 (de 44-21) con seis jonrones, 21 empujadas y ocho bases robadas en 11 juegos.
