La obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial con profundas implicaciones metabólicas, cardiovasculares y psicológicas. Durante décadas, el enfoque médico hacia esta patología ha estado centrado en el peso corporal, basándose en la premisa de que el problema radicaba en una ingesta excesiva de calorías y una actividad física insuficiente. Sin embargo, la evolución de la evidencia científica ha permitido un cambio de paradigma hacia un abordaje integral y transversal.
La obesidad es una enfermedad crónica con más de 250 complicaciones asociadas que requieren un tratamiento multidisciplinar
Según Cristóbal Morales, vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), este cambio de enfoque está impulsado por la Guía Giro de Atención Integral a la Persona con Obesidad. Esta guía, respaldada por más de 50 sociedades científicas y 14 sociedades de pacientes, busca una transición desde una visión peso-céntrica a un abordaje basado en la evidencia del siglo XXI. La obesidad no es un simple problema de ingesta calórica y sedentarismo; es una enfermedad crónica con más de 250 complicaciones asociadas que requieren un tratamiento multidisciplinar.
La Guía Giro destaca la necesidad de un diagnóstico de precisión, reconociendo que no existe una única obesidad, sino múltiples tipos con diferentes manifestaciones y causas subyacentes. En este contexto, el tratamiento debe ser integral y de por vida, incluyendo ejercicio, un plan nutricional adecuado y apoyo psicológico cuando sea necesario. Además, se enfatiza que el tratamiento farmacológico es una herramienta clave, aunque siempre complementaria a los cambios en el estilo de vida.
Revolución terapéutica
Los agonistas del receptor del GLP-1 han marcado un antes y un después en el tratamiento de la obesidad. Como endocrinólogo con 20 años de experiencia, Morales señala que estos fármacos han transformado la manera en que se puede ayudar a los pacientes. Ensayos clínicos como el STEP-1 y el SURMOUNT-1 han demostrado que la pérdida de peso con estos fármacos supera el 16 % y, en algunos casos, alcanza el 22 %.
El impacto de los GLP-1 es transversal, no se limita únicamente a la reducción del peso corporal
No obstante, el impacto de estos tratamientos no se limita a la reducción del peso corporal. Investigaciones recientes han demostrado que estos medicamentos también disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejoran el control de la diabetes tipo 2 y tienen potencial para tratar otras condiciones asociadas a la obesidad, como la enfermedad hepática, la apnea obstructiva del sueño y las enfermedades neurodegenerativas.
Más allá del peso
Uno de los aspectos más innovadores del nuevo enfoque terapéutico es la reevaluación del peso como un indicador único de salud. Como señala Morales, lo que realmente importa no es el número en la báscula, sino la composición corporal, la distribución de la grasa y su impacto en la funcionalidad metabólica.
Lo que realmente importa no es el número en la báscula, sino la composición corporal, la distribución de la grasa y su impacto en la funcionalidad metabólica
Los estudios recientes han demostrado que la grasa visceral, la inflamación crónica y la disfunción metabólica son factores determinantes en la salud de los pacientes con obesidad. Por ello, el tratamiento de esta enfermedad debe centrarse en mejorar la salud metabólica, reduciendo los riesgos de enfermedades relacionadas y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Personalización y terapias combinadas
La investigación en obesidad sigue avanzando rápidamente, y el futuro del tratamiento apunta a la medicina personalizada. Se están desarrollando nuevas moléculas y estrategias terapéuticas que permitirán adaptar el tratamiento a las características individuales de cada paciente. Entre estas nuevas opciones destacan los coagonistas de GLP-1 con otras hormonas como la amilina y el glucagón, así como formulaciones orales y potenciadores musculares.
Entre estas nuevas opciones destacan los coagonistas de GLP-1 con otras hormonas como la amilina y el glucagón, así como formulaciones orales y potenciadores musculares
En los próximos cinco años, se espera que el tratamiento de la obesidad sea cada vez más preciso y personalizado. Morales enfatiza que la investigación actual apunta a la creación de perfiles genéticos que permitan identificar qué fármacos serán más efectivos para cada paciente. Además, el enfoque multidisciplinar seguirá siendo fundamental, integrando endocrinología, nutrición, psicología y otras especialidades médicas para proporcionar una atención integral.
Cambio de paradigma
La obesidad es una enfermedad compleja que requiere un abordaje científico y multidisciplinar. La transición desde una visión peso-céntrica a una perspectiva integral y basada en la evidencia es esencial para mejorar el manejo de esta condición. Gracias a la innovación en farmacología y la medicina personalizada, el futuro del tratamiento de la obesidad es prometedor.
“El impacto de estos avances va más allá de la báscula. Se trata de mejorar la salud metabólica y la calidad de vida de los pacientes”
Cristóbal Morales, vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO)
Como destaca Morales, el impacto de estos avances va más allá de la báscula. Se trata de mejorar la salud metabólica y la calidad de vida de los pacientes. Con un enfoque centrado en la persona y basado en la ciencia, la lucha contra la obesidad está entrando en una nueva era de esperanza y eficacia clínica.