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Nutrición, Salud y su Medio Ambiente

Autor: National Institute of Environmental Health Sciences

Lo que comemos se considera un factor ambiental que influye en la salud, de manera positiva y negativa. Las dietas saludables con un equilibrio óptimo de nutrientes ayudan a las personas a realizar actividades físicas diarias y procesos mentales. Dentro de su dieta, una deficiencia o exceso de ciertos nutrientes puede afectar la salud.

Introducción

El término dieta se refiere a los alimentos y bebidas consumidos a lo largo del tiempo en todos los entornos, como lugares de trabajo, escuelas, restaurantes y el hogar. La dieta también con frecuencia se refiere a un plan nutricional específico o patrón de alimentación.

La nutrición es el proceso de consumir, absorber y utilizar los nutrientes de los alimentos que son necesarios para el crecimiento, el desarrollo y el mantenimiento de la vida.

¿Qué son los nutrientes?

Los nutrientes le dan energía al cuerpo y permiten las funciones corporales. Por lo general, se clasifican en dos grupos principales:

  • Los macronutrientes, en forma de proteínas, carbohidratos o grasas, proporcionan principalmente energía al cuerpo. Los diferentes macronutrientes se ocupan de diferentes vías y funciones energéticas del cuerpo. La energía de los macronutrientes en los alimentos se mide en unidades llamadas calorías.
  • Los micronutrientes, conocidos como vitaminas y minerales, atienden los requerimientos del cuerpo en cantidades diminutas, y protegen y promueven diversas funciones corporales, incluyendo el procesamiento de energía proveniente de los macronutrientes. Aunque son críticos para la salud, los micronutrientes no suministran energía.

¿Qué deben comer las personas?

Como se refleja en las Guías alimentarias federales para estadounidenses, la evidencia científica muestra que los patrones de alimentación saludables pueden ayudar a las personas a lograr y mantener el bienestar y reducir su probabilidad de enfermedades crónicas. Las directrices también manifiestan que las personas pueden disfrutar de alimentos que satisfagan sus necesidades personales y preferencias culturales, a la par de alimentarse de manera saludable.

Traduciendo la ciencia en una guía sucinta basada en los alimentos, las directrices tienen la intención de ayudar a la población de los Estados Unidos en general a elegir una mejor dieta. No se proporcionan recomendaciones nutricionales específicas para las personas que sufren de afecciones relacionadas con la dieta.

El Departamento de Agricultura y el de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU., desarrollan y publican las Guías alimentarias para estadounidenses, que se actualizan cada cinco años y son el fundamento de muchos programas y políticas federales de nutrición.

¿Por qué estudiar nutrición y salud?

Más de la mitad de los adultos estadounidenses (129 millones de personas) tienen una o más enfermedades crónicas prevenibles, como enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, que a menudo se relacionan con la alimentación y la inactividad física.

Más allá de los efectos en la salud, las enfermedades relacionadas con la nutrición crean tensiones en la productividad, en el gasto sanitario, en las disparidades en la salud y en la capacidad de respuesta militar. Abordar estas cuestiones requiere comprender los determinantes ambientales biológicos y sociales interrelacionados, y las soluciones correspondientes.

Como campo científico, la nutrición es parte integral de la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. La información de muchas disciplinas, incluyendo la antropología, la biología, la bioquímica, la economía, la epidemiología, la ciencia y tecnología de los alimentos, la genética, la fisiología, la psicología y la sociología, se aplican en los estudios nutricionales. Los científicos toman en cuenta lo que las personas comen, beben e ingieren como suplementos dietéticos durante las diferentes etapas de la vida y con el paso del tiempo, centrándose en las interconexiones para construir evidencia para las políticas públicas, el sistema de salud y las estrategias de mejora ambiental.

Investigación en Nutrición en los Institutos Nacionales de Salud

La Iniciativa de medicina de precisión es un proyecto de investigación a largo plazo en los NIH (Institutos Nacionales de Salud, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa tiene como objetivo comprender cómo la genética, el medio ambiente y el estilo de vida de una persona pueden establecer los mejores enfoques para prevenir o tratar enfermedades.

Como parte de la Iniciativa de medicina de precisión, los NIH tienen un plan para acelerar la investigación en nutrición. Si bien las guías alimentarias y los enfoques relacionados con la salud pública pueden ayudar a mejorar el estado nutricional de una población, los investigadores reconocen cada vez más cómo diversos factores pueden afectar a las personas de manera diferente.

La investigación sobre nutrición de los NIH ayudará a responder la pregunta: ¿qué debo comer para mantenerme saludable?
El Plan estratégico 2020 – 2030 para la investigación en nutrición de los NIH se centra en la forma en que los patrones nutricionales y dietéticos afectan todas las afecciones de salud y enfatiza la importancia de comprender la variación entre las personas. El NIEHS ayuda con la coordinación y la implementación de este plan de investigación nutricional.

El papel del NIEHS

Con el financiamiento y el apoyo del NIEHS, los científicos están estudiando la posibilidad de que ciertos componentes nutricionales puedan proteger la salud de las personas cuando están expuestas a productos químicos dañinos y otros peligros ambientales. Los científicos también analizan si los factores ambientales pueden empeorar las condiciones de salud relacionadas con la nutrición o los patrones dietéticos.

La nutrición puede reducir los efectos nocivos de los factores ambientales en la salud

El concepto de reducir el riesgo de las exposiciones nocivas tiende a que signifique eliminación o disminución de la exposición a contaminantes ambientales. Sin embargo, esa forma de prevención puede ser difícil de lograr. Un concepto alternativo es centrarse en los nutrientes con potencial para proteger o bien reducir el riesgo de los efectos nocivos de los factores ambientales en la salud.

Los investigadores del Centro de investigación del superfondo de la Universidad de Kentucky, financiado por el NIEHS, tienen un programa innovador y de larga duración que estudia la posibilidad de que la nutrición reduzca, y de qué forma, el riesgo de los efectos nocivos para la salud de los contaminantes ambientales. Su investigación se basa en la premisa de que la nutrición debe considerarse una variable necesaria en el estudio de las enfermedades humanas relacionadas con la exposición a contaminantes ambientales.

Con base en años de estudio, hay evidencia de que ciertos aspectos de la nutrición son protectores y deben ser integrales en los esfuerzos para intervenir o bien prevenir los efectos tóxicos para la salud de algunos factores ambientales.

Por ejemplo, los investigadores descubrieron cómo la dieta de una persona puede proteger contra los efectos nocivos para la salud de la exposición a los bifenilos policlorados (PCB, por sus siglas en inglés). Ahora prohibida su fabricación, los PCB fueron utilizados comúnmente en la elaboración de productos como líquidos de transferencia térmica y como refrigerantes en transformadores eléctricos. Hallaron que ciertos nutrientes, la vitamina E y los ácidos grasos omega 3, pueden reducir el daño celular por la exposición a los PCB y que un tipo de fibra que se encuentra en los vegetales puede potencialmente proteger contra problemas cardiovasculares relacionados con la exposición a los PCB. Por otro lado, también encontraron que la grasa dietética que es alta en ácido linoleico puede empeorar los efectos cardiovasculares de los PCB.

Otros hallazgos de la investigación apoyada por el NIEHS incluyen lo siguiente:

TDAH: Los investigadores demostraron que un bajo nivel de vitamina D durante el embarazo se relacionó con un mayor riesgo de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), hallazgo que podría conducir a nuevas medidas de prevención.

Asma: es una enfermedad infantil común que afecta desproporcionadamente a las poblaciones minoritarias urbanas. Los investigadores descubrieron que la vitamina D tiene un efecto protector entre los niños con asma que viven en entornos urbanos con una mala calidad del aire interior. En otras palabras, los niños obesos con niveles bajos de vitamina D en la sangre tuvieron peores cuadros de asma que los niños con niveles más altos de vitamina D.

El asma es una enfermedad infantil común que afecta desproporcionadamente a las poblaciones minoritarias urbanas. Los investigadores descubrieron que la vitamina D tiene un efecto protector entre los niños con asma que viven en entornos urbanos con una mala calidad del aire interior. En otras palabras, los niños obesos con niveles bajos de vitamina D en la sangre tuvieron peores cuadros de asma que los niños con niveles más altos de vitamina D.

Una dieta deficiente en antioxidantes (micronutrientes que ayudan a defender las células en el cuerpo) se ha sugerido como una de las razones de la epidemia de asma. La dieta mediterránea tradicional normalmente incluye alimentos ricos en antioxidantes como verduras, frutas, nueces, pescado y aceite de oliva con un bajo consumo de carne. Este patrón de dieta ha demostrado ser protector del asma y las enfermedades alérgicas en múltiples estudios. Un estudio financiado por el NIEHS demostró que seguir este tipo de dieta redujo la probabilidad de desarrollar asma en niños en Lima, Perú.

Trastorno del espectro autista: el trastorno del espectro autista (TEA) es una amplia gama de afecciones que afectan la comunicación y el comportamiento. Se cree que los factores ambientales y la genética contribuyen al TEA, que afecta a 1 de cada 36 niños en los Estados Unidos.

Si bien se necesita más investigación sobre el papel potencial que la nutrición puede desempeñar en el desarrollo del TEA, los estudios revelan hallazgos prometedores.

  • El consumo de una vitamina prenatal a comienzos del embarazo se asoció con una tasa más baja del TEA en un estudio de 2021. Este hallazgo indica que las vitaminas prenatales o el ácido fólico suplementario podrían ser preventivos para el TEA.
  • Los hermanos menores de niños con TEA tienen una mayor probabilidad de desarrollar el trastorno debido a la genética compartida y un entorno similar. Un investigador financiado por el NIEHS informó, en 2019, que cuando las madres de estos niños tomaron vitaminas prenatales con ácido fólico en el primer mes de embarazo, la recurrencia del autismo se redujo aproximadamente a la mitad. El ácido fólico es la forma sintética del folato, también conocido como vitamina B-9, que se encuentra en muchos alimentos, como los vegetales de hoja verde oscuro, los frijoles, los chícharos (guisantes), el brócoli y las naranjas.

Enfermedades autoinmunes: el lupus, una enfermedad autoinmune, ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca sus propios tejidos y órganos, afectando muchos sistemas diferentes del organismo. El lupus puede aparecer cuando las personas genéticamente predispuestas se encuentran con ciertos agentes ambientales, como contaminantes del aire, pesticidas u otros productos químicos. Un estudio financiado por el NIEHS encontró que los micronutrientes dietéticos podrían mejorar o empeorar los síntomas del lupus. Los resultados del estudio sugieren que la modificación dietética, como más vitamina B-12, zinc y ácido fólico, podría ser un enfoque terapéutico que amerite una mayor investigación en pacientes con lupus.

Otra investigación financiada por el NIEHS indica que los niveles adecuados de vitamina D pueden ser importantes para prevenir la disfunción inmunitaria en personas mayores.

Salud cerebral: El consumo de ácidos grasos omega-3, que se encuentran en el pescado y el aceite de linaza, puede proteger contra el encogimiento cerebral en mujeres mayores que viven en áreas con altos niveles de contaminación del aire en el que se halla lo que se conoce como material particulado o partículas finas (PM2.5).

Las mujeres que viven en lugares con mayor PM2.5 mostraron considerablemente menos materia blanca en sus cerebros, que es una señal de contracción. Pero en esos lugares, las mujeres con altos niveles sanguíneos de ácidos grasos omega-3 presentaron materia blanca que parecía más saludable.

Cáncer: Hace más de 20 años, los investigadores del NIEHS presentaron en un estudio una interacción genes-dieta que reveló que los isotiocianatos, compuestos que se hallan en los vegetales crucíferos (por ejemplo, brócoli, coliflor y col), eran protectores contra el cáncer de pulmón.

Investigadores internos del NIEHS descubrieron que la suplementación con vitamina D puede ser útil en la prevención del cáncer de mama. El estudio analizó a un grupo de mujeres con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Las mujeres que tenían niveles altos de vitamina D en la sangre y que tomaban regularmente suplementos de vitamina D tuvieron tasas más bajas de cáncer de mama posmenopáusico durante un período de seguimiento de 5 años.

Trastornos cardiometabólicos: estas afecciones incluyen problemas cardiovasculares, diabetes y enfermedad del hígado graso no alcohólico. La fibra dietética puede proteger contra las enfermedades metabólicas y del hígado graso relacionadas con la exposición al sulfonato de perfluorooctano (PFOS, por sus siglas en inglés), según un estudio financiado por el NIEHS realizado en ratones. Sus resultados pueden ser útiles para diseñar las estrategias de intervención con el fin de reducir el riesgo de enfermedad en las poblaciones expuestas al PFOS.

Financiado por el NIEHS, un estudio detectó que el triclosán, que es un antimicrobiano que se encuentra en jabones médicos y productos para el hogar, aceleraba el desarrollo del hígado graso, la fibrosis y la enfermedad del hígado graso no alcohólico en ratones que comían una dieta alta en grasas. Comprender los mecanismos moleculares por los cuales el triclosán altera el metabolismo y el microbioma intestinal, al tiempo que elimina las protecciones naturales de las células hepáticas, puede proporcionar una base para desarrollar terapias.

La Obesidad es una afección crónica de salud que aumenta la probabilidad de desarrollar trastornos cardiometabólicos. Los altos niveles de plomo durante el embarazo están relacionados con la obesidad infantil en un extenso estudio, parcialmente financiado por el NIEHS. Los niños nacidos de mujeres que tienen niveles altos de plomo en la sangre tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad, en comparación con los niños cuyas madres tienen niveles bajos de plomo en la sangre. Sin embargo, las mujeres que toman suplementos de ácido fólico durante el embarazo pueden reducir la probabilidad de que sus hijos sean obesos.

Inflamación: Muchos estudios epidemiológicos proporcionan evidencia de que las enfermedades cardiovasculares están relacionadas con la contaminación ambiental. Investigadores financiados por el NIEHS descubrieron que una mezcla de vitaminas B (ácido fólico, B-6 y B-12) podría proteger el ADN en las células inmunitarias de los efectos nocivos de la contaminación del aire por PM2.5. Encontraron que esta contaminación causó cambios en el ADN relacionados con la inflamación y el metabolismo, que pueden estar relacionados con afecciones cardiovasculares o respiratorias. Según los investigadores, la suplementación dietética con vitaminas B casi evitó por completo los cambios en el ADN que pueden causar efectos adversos en la salud.

La investigación apoyada por el NIEHS revela que un inhibidor clave de enzimas reguladoras descubierto en el laboratorio del Dr. Bruce Hammock, de la Universidad de California en Davis, puede aliviar la inflamación relacionada con problemas de salud causados por una dieta alta en azúcar. El estudio, llevado a cabo en un modelo de ratón, luce prometedor como base para el desarrollo de tratamientos de disfunción de la barrera intestinal causada por el alto consumo de azúcar en humanos.

Salud hepática: la exposición prenatal a ciertos productos químicos ambientales puede representar riesgos considerables para la salud hepática tanto para las madres como para sus recién nacidos. Los investigadores encontraron un mayor riesgo de lesiones hepáticas y esteatosis (acumulación de grasa en el hígado) relacionadas con la exposición a contaminantes del aire, ftalatos y pesticidas durante el embarazo. Sin embargo, los investigadores también descubrieron que tratar a las mujeres con ácido fólico y otros suplementos de vitamina B durante el embarazo puede contrarrestar algunos efectos adversos de la exposición prenatal en los hígados de los niños. Los investigadores apuntan que disminuir la exposición a contaminantes sigue siendo la clave en la reducción de la aparición de lesiones hepáticas.

Salud Reproductiva: hay una creciente aceptación de que la nutrición puede estar relacionada con la fertilidad, y en concreto con el éxito del tratamiento de la infertilidad en las mujeres. La investigación financiada por el NIEHS reveló que las mujeres que consumen una dieta “pro-fertilidad” que incluye suplementos de ácido fólico, vitamina B12, vitamina D, frutas y verduras con niveles bajos de pesticidas, granos integrales, mariscos, lácteos y alimentos de soya, tienen una mayor probabilidad de dar a luz bebés vivos con el uso de las tecnologías de reproducción asistida.

Los factores ambientales afectan la nutrición

Comer pescado: comer pescado puede proporcionar muchos beneficios para la salud, pero los consumidores deben ser cautelosos. Algunos tipos de peces capturados en ciertas áreas son más bajos en mercurio, PFAS (sustancias de perfluoroalquilo y polifluoroalquilo, por sus siglas en inglés) y otros contaminantes que otros peces. Las advertencias sobre el consumo de pescado pueden ayudar a las personas a entender cuál es seguro para el consumo, para quién y en qué cantidades.

El consumo de pescado durante el embarazo es un tema científico complejo. Otros investigadores apoyados por el NIEHS crearon las bases para desentrañar cuestiones sobre los riesgos y beneficios del consumo de pescado, lo que podría ayudar a producir una guía más clara sobre el consumo de pescado para las mujeres embarazadas.

Un estudio de 2024 detectó que las personas que comen mariscos con frecuencia pueden tener un mayor riesgo de exposición a las PFAS, y esta fuente de exposición puede ser subestimada. Entre todos los tipos de mariscos sometidos a muestra en el estudio, las concentraciones más altas de las PFAS se encontraron en el camarón y la langosta. Los investigadores con sede en Nuevo Hampshire dijeron que debido a que las PFAS están en muchos aspectos del medio ambiente, no está claro dónde y cómo estos productos químicos entran en la cadena alimentaria marina, por lo que se requiere una mayor investigación.

Entornos alimentarios: Un análisis sistemático publicado en 2020, parcialmente financiado por el NIEHS, sugiere que la salud de algunos niños puede verse afectada por los entornos alimentarios cercanos a las escuelas. Los investigadores examinaron la presencia de establecimientos de comida rápida, supermercados, tiendas de conveniencia y de abarrotes cerca de las escuelas, junto con medidas de sobrepeso/obesidad por raza/etnia, género, grado y nivel de ingresos.

Esta revisión descubrió que cuando los establecimientos de comida rápida estaban ubicados cerca de las escuelas, las tasas de obesidad eran generalmente más altas entre los niños de todos los grados. Hace falta más investigación para comprender mejor este hallazgo, sobre todo referente a los niños con mayor riesgo de obesidad, como los de las poblaciones socioeconómicamente desfavorecidas.

Envasado de alimentos: Las PFAS son un grupo de más de 15,000 sustancias de perfluoroalquilo y polifluoroalquilo, una clase de productos químicos asociados con efectos nocivos para la salud, incluyendo daño hepático, cáncer e inmunidad comprometida. Debido al uso generalizado, las PFAS están en la sangre de casi todos los estadounidenses, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

  • Algunas PFAS tienen propiedades repelentes a la grasa y se agregaron a los envases de alimentos. Un estudio de la Fundación Nacional de la Ciencia, en 2017, encontró recubrimientos de PFAS en el 46 % de los papeles de envoltura de alimentos y el 20 % de los envases de cartón recolectados de restaurantes de comida rápida en los EE. UU. En un estudio posterior relacionado y financiado por el NIEHS, el consumo de alimentos de restaurantes de comida rápida, de pizza y de otros, estuvo generalmente vinculado a concentraciones más altas de suero de las PFAS en las personas. En el mismo estudio, el consumo de palomitas de maíz de microondas se asoció con niveles considerablemente más elevados de suero de ciertos agentes químicos de las PFAS. Un estudio de 2024 llevado a cabo por el Foro de Envasado de Alimentos identificó 68 PFAS en varios materiales de contacto de alimentos, incluyendo papel, plástico y metal revestido.
  • En febrero de 2024, la FDA anunció que los materiales a prueba de grasa que contienen ciertas PFAS ya no se venden para su uso en envases de alimentos en los Estados Unidos.

Seguridad alimentaria: Los estudios de seguridad alimentaria financiados por el NIEHS incluyen contaminantes en alimentos comunes. En particular, el arsénico, un elemento similar al metal que puede dañar muchos órganos humanos, presenta un problema global de contaminación alimentaria.

Los investigadores midieron las concentraciones de arsénico en varios productos a base de arroz. Encontraron altos niveles de arsénico en el jarabe de arroz integral, un sustituto del jarabe de maíz en muchos alimentos, incluida la fórmula para niños pequeños. Este descubrimiento integra el reporte Inorganic Arsenic in Rice Cereals for Infants: Action Level Draft Guidance for Industry (Arsénico inorgánico en cereales de arroz para bebés: proyecto de guía a nivel de acción para la industria) de la Administración de Alimentos y Medicamentos, además de otras acciones e informes federales.

El problema de los contaminantes en los alimentos llevó a los investigadores financiados por el Programa superfondo de investigación a desarrollar enfoques para abordar la problemática de los suelos cultivables. Algunos están trabajando en enfoques de fitorremediación que son rentables y ecológicos. La fitorremediación es un proceso que utiliza plantas de rápido crecimiento en sistemas de ingeniería para degradar, extraer, contener o inmovilizar contaminantes del suelo o agua subterránea.

Un equipo se encuentra realizando pruebas con la especie de una planta de cultivo no alimentario, una oleaginosa, para absorber y concentrar arsénico en sus tallos y hojas. Una vez cosechada, este tipo de planta podría ser destruida de forma segura a través de la incineración. Luego, el plan es que los agricultores planten cultivos alimentarios en el suelo remediado del arsénico. Este proyecto está en desarrollo hasta 2025.

Comer pescado: Comer pescado puede proporcionar muchos beneficios para la salud, pero los consumidores deben ser cautelosos. Algunos tipos de peces capturados en ciertas áreas son más bajos en mercurio, PFAS y otros contaminantes que otros peces. Las advertencias sobre el consumo de pescado ayudan a las personas a entender cuál es seguro para comer, para quién y en qué cantidades.

Los investigadores apoyados por el NIEHS, por ejemplo, desarrollaron la guía Eat Fish, Choose Wisely (Coma pescado, elija sabiamente) para residentes de Carolina del Norte, que incluye un mapa codificado por colores para que las personas identifiquen las áreas donde pueden capturar pescado que es más seguro para comer.

Jardinería de alimentos: la necesidad de obtener alimentos a bajo precio y saludables ha aumentado el interés público en el hogar, la escuela y los jardines comunitarios. Si bien los jardines urbanos proporcionan numerosos beneficios, la contaminación del suelo puede ser un problema. Algunos investigadores financiados por el NIEHS se han hecho cargo de la jardinería urbana segura en sus proyectos de participación comunitaria. Los ejemplos incluyen:

Investigación Intramural

Los siguientes proyectos de gran extensión, llevados a cabo internamente en el NIEHS, tienen componentes de investigación que se refieren a los patrones dietéticos o la nutrición.

Estudio de salud en la agricultura – más de 89.000 agricultores y sus cónyuges en Iowa y Carolina del Norte han participado en este estudio desde 1993. El esfuerzo de investigación colaborativo involucra a investigadores del NIEHS, el Instituto Nacional del Cáncer, la Agencia de Protección Ambiental y el Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Ocupacional. Este proyecto de investigación incluye una encuesta de alimentación, y se prepara una lista de artículos publicados por año.

El Estudio de Hermanas – de 2003 a 2009, más de 50,000 mujeres en los Estados Unidos y Puerto Rico, de entre 35 y 74 años y que contaban con una hermana con cáncer de mama, se unieron a este esfuerzo sin precedentes de investigación para encontrar las causas del cáncer de mama. Debido a su entorno compartido, genes y experiencias, el estudio de las hermanas ofrece una manera de identificar los factores de riesgo para el cáncer de mama, que pueden conducir a la prevención. Las participantes llevan a cabo actualizaciones de salud cada año, que incluyen encuestas de alimentación, y se organiza por año una lista de artículos publicados.

Estudio sobre la alimentación de los bebés y el desarrollo precoz de la pubertad (IFED-2) – este estudio de investigación analiza qué comen los bebés y cómo crecen, incluidos los cambios hormonales, hasta la adolescencia. Mejorará la comprensión de la razón por la cual algunos niños pasan por la pubertad antes o más tarde que otros. La edad en que comienza la pubertad puede estar relacionada con la salud futura de una persona.

Casi una de cada cinco personas consume suplementos botánicos como parte de su dieta; sin embargo, la información de seguridad adecuada puede no estar disponible para algunos ingredientes botánicos, según el Informe de Investigación de Nutrición de los NIH. En el NIEHS, la investigación en curso dentro de la División de Toxicología Traslacional tiene como objetivo descubrir información que será útil para los consumidores, profesionales médicos y autoridades reguladoras sobre la seguridad de los ingredientes botánicos. Asimismo, el NIEHS juega un papel principal en el Consorcio de Seguridad Botánica, una sociedad pública-privada que analiza la viabilidad de nuevas metodologías utilizadas para evaluar mezclas botánicas complejas.

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