Un financiamiento de casi $400,000 permitirá a las escuelas secundarias de Montgomery, María Carrillo y Santa Rosa ampliar sus programas de vías de atención médica y ofrecer cursos adicionales.
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En un salón de clases iluminado por el sol en Montgomery High School a principios de diciembre, los estudiantes clasificaron cuidadosamente coloridos caramelos Nerds en mostradores de pastillas y colocaron M & M en pequeños frascos.
El ejercicio no era sólo una diversión: era parte de un laboratorio de atención médica diseñado para imitar la precisión requerida en el trabajo farmacéutico.
Este tipo de aprendizaje práctico es el núcleo del programa de atención médica de Montgomery, un curso de educación profesional técnica lanzado apenas el año pasado. Ahora en su segundo año, el programa ha crecido hasta cubrir dos clases completas, atendiendo a estudiantes cuyas aspiraciones profesionales van desde enfermería y trabajo hospitalario hasta medicina veterinaria y análisis forense.
El programa es uno de los tres en el distrito escolar de la ciudad de Santa Rosa que recibirán una parte de casi $400,000 en nuevos fondos del Programa Golden State Pathways. La subvención permitirá a las escuelas secundarias de Montgomery, María Carrillo y Santa Rosa ampliar sus vías de atención médica y ofrecer cursos adicionales para satisfacer la creciente demanda.
“Elegimos (presentar subvenciones para) atención médica porque es un sector con salarios altos y grandes necesidades, y los niños están realmente interesados en él”, dijo Debbie Cardoza, directora de preparación universitaria y profesional del distrito.
Para Montgomery, la financiación marca un punto de inflexión. La subvención ayudará a transformar lo que ahora es una clase de un solo año en una secuencia de dos años, completa con cursos intermedios y avanzados.
La líder del programa, la profesora de ciencias Yessica Morán-Valencia, dice que la subvención finalmente permitirá que el programa crezca al ritmo que los estudiantes han estado pidiendo.
“Creo que en nuestro primer año obtuve alrededor de $10,000 para empezar”, dijo. “Pero ser profesor de primer año y comenzar una clase de atención médica sin nada, realmente no es mucho dinero”.
Camino a la posibilidad
Ash Wilson, estudiante de tercer año de Mongtomery, dijo que el curso lo ha ayudado a explorar diferentes áreas de la atención médica y a limitar su enfoque.
“Los laboratorios que hacemos desglosan (los temas)”, dijo. “La forma en que la señora Moran-Valencia lo desglosa hace que sea más fácil de entender. Es complicado porque hay muchas partes diferentes… pero todas funcionan juntas”.
Wilson, a quien le encanta la “idea de poder ayudar a las personas y ser alguien tan importante durante un paso generalmente tan difícil en la vida de alguien”, ahora está considerando convertirse en terapeuta para adolescentes.
Beto García, otro estudiante de tercer año en el programa, encontró inspiración durante una reciente excursión a una clínica veterinaria.
“Fuimos a esta clínica para una excursión y nos reunimos con este médico y le hice algunas preguntas al respecto para ver qué similitudes hay con (ser veterinario) y dijo que sí, las hay”, dijo García. “En todo ese momento estábamos hablando de ello y fue realmente genial”.
García, quien también espera convertirse en técnico de ultrasonido, le dio crédito al curso por ayudarlo a ver las conexiones entre sus intereses y carreras potenciales.
“(La Sra. Moran-Valencia) nos ayuda a ver nuestro interés y a ver cómo puede ayudarnos a lograrlo”, dijo García. “Me encantan las mascotas y los animales. Quiero ayudar a algo o a alguien en la vida y desde que estoy en esta clase… pensé que podría hacer mis dos cosas favoritas y convertirlas en mi futuro”.
Los laboratorios prácticos del programa ayudan a los estudiantes a ver cuán diversas pueden ser las carreras de atención médica, dijo Moran-Valencia. Ya sea diseccionando un ala de pollo para aprender sobre las estructuras musculares similares a las humanas, practicando controles de signos vitales o resolviendo una escena de crimen simulada, los estudiantes obtienen una perspectiva más amplia.
“Algo que realmente me gusta enfatizar es que dedicarse a la atención médica no significa que siempre tengas que ser médico o enfermera”, dijo.
Satisfacer la demanda de los estudiantes
Cuando Montgomery buscaba debutar una nueva vía CTE, la atención médica era el segundo campo más solicitado entre los estudiantes. La popularidad no ha hecho más que crecer desde entonces, dijo la directora April Santos.
“Se trata simplemente de asegurarnos, a través de esta subvención, de satisfacer las necesidades de los niños dándoles lo que nos piden”, dijo Santos.
Otras escuelas secundarias del distrito están igualmente preparadas para crecer. Las escuelas secundarias Elsie Allen y Piner, que ya ofrecen opciones de atención médica de dos años, recibirán una suma combinada de $746,000. Los fondos integrarán sus programas más estrechamente con las materias académicas básicas e incluso podrían ofrecer a los estudiantes créditos universitarios anticipados.
Pero para Montgomery, donde el camino aún está en sus inicios, la nueva financiación es transformadora. No sólo apoyará la ampliación de cursos, sino que también financiará el desarrollo profesional de los docentes y nuevas excursiones para exponer a los estudiantes a entornos de atención médica del mundo real.
Para estudiantes como García y Wilson, estas oportunidades son más que solo académicas: cambian sus vidas.
“Pensé que era realmente interesante aprender cómo hacerlo y escucharlo desde la perspectiva de otra persona”, dijo Wilson. “Pensé, eso es lo que realmente quiero hacer. Fue realmente inspirador”.
Adriana Gutiérrez, miembro del cuerpo de Report For America, cubre temas de educación y bienestar infantil para The Press Democrat. Puede comunicarse con ella en Adriana.Gutiérrez@pressdemocrat.com.
