La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) sigue imponiendo su mano dura. No quieren que se repita toda la polémica que se generó con Max Verstappen la pasada temporada y, por ello, a partir de este año, contarán con sanciones más duras a los pilotos. E históricas. El piloto de Red Bull tuvo que cumplir horas de servicio comunitario el pasado mes de diciembre en Ruanda, aprovechando que la Gala de Campeones de la FIA se celebrara en el país africano. Un castigo que llegó después de que, en una rueda de prensa habitual de gran premio, el neerlandés describiera su coche como “jodido” después de una carrera no muy positiva en Bakú. Ante el vocabulario malsonante, la organización se plantó y le sancionó, generando toda la polémica entre los pilotos, que acabaron apoyando al campeón del mundo. Y, desde entonces, tomaron medidas al respecto para que la situación no se volviera a repetir.
Por eso, aprovechando la pretemporada, la FIA comunica que las sanciones serán, a partir de esta campaña, más severas. Se plantan ante el uso del lenguaje malsonante, con la intención de ser ejemplo para las nuevas generaciones y, además, tampoco permitirán malas palabras o descalificaciones hacia otros compañeros o comisarios. Por lo tanto, la organización entra también en esta lista. De hecho, la multa por descalificar a la FIA sería de 40.000 euros en una primera ocasión, pero si se reitera, ascenderá hasta los 80.000 euros y un mes de suspensión que, en este caso, valorarían los comisarios si cumplirla o no. Como última media, la tercera descalificación, serían 120.000 euros, el mes de suspensión que se aplicaría de manera directa y la pérdida de puntos en el Mundial o campeonato en el que se compita.
Aumentarán el control sobre sus pilotos en 2025 y, sin duda, la conducta indebida se castigará. Y, por ello, se entiende “el uso general de lenguaje (escrito o verbal), gestos y/o signos ofensivos, insultantes, groseros, maleducados o abusivos y que razonablemente pueda esperarse o percibirse como grosero o maleducado, o que cause ofensa, humillación o sea inapropiado”, además de agresiones o incitaciones a “hacer cualquiera de las cosas anteriores”. En caso de darse cualquiera de estas conductas inapropiadas o incitaciones, en una primera ofensa, se multará con 10.000 euros que, según las competiciones, se multiplicará. Por ejemplo, en paso de la Fórmula 1, será de 40.000 euros y, en caso del WRC, WEC o Fórmula E, comenzarán en 30.000 euros. Si se reitera, seguirá el mismo proceso que las descalificaciones a la organización.
Protestas “inadmisibles”
No cumplir con las instrucciones de la FIA en la participación de ceremonias oficiales en cualquier competición que regula la federación comenzará con sanciones de 15.000 euros en el nivel más bajo (se multiplicará en función de la competición). La segunda ofensa aumentará hasta los 30.000 euros y la prohibición de entrar en las zonas reservadas en el siguiente evento y, en el tercer caso, 45.000 euros, la prohibición y restará puntos en el Mundial correspondiente. La primera ofensa, en cualquiera de los cacos, no prescribirá hasta pasados los dos años y la multa deberá pagarse en un plazo de 48 horas, permitiéndose el pago electrónico. En caso de no abonar la cantidad impuesta, será suspendido hasta que se realice el pago correspondiente.
Además, La FIA se pondrá se pondrá más seria aún ante las protestas a los comisarios. No aceptarán bajo ningún concepto las quejas a las decisiones que tome un juez en el ejercicio de sus funciones, lo cual, además, califican como “inadmisible”. También lo serán las protestas hacia más de un participante, las quejas presentadas conjuntamente por varios pilotos, las que se den contra más de un coches, las dirigidas contra más de uno de los temas, según lo establecido en el Artículo 13.2.1 y las quejas contra una decisión de los comisarios deportivos. Todo inadmisible en el que será el último año del primer mandato de Ben Sulayem, porque habrá elecciones a la presidencia a finales de este mismo 2025.
