Ricciardo analiza las 200 primeras carreras de Verstappen en la F1

Max Verstappen celebrará su carrera número 200 en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno en el Gran Premio de los Países Bajos de 2024. El impacto del neerlandés en este deporte queda patente en el hecho de que, tras 36 años de ausencia (desde mediados de la década de 1980 hasta 2021), los Países Bajos vuelven a estar presentes en el calendario del circo más rápido del mundo. Y es que las alabanzas al número 1 de Oracle Red Bull Racing nunca han sido tan generalizadas y sentidas, y la sensación es que solo pueden crecer: de hecho, muchos creen que aún faltan varias joyas en la ya brillante carrera de Max Verstappen.

Presente en la parrilla como compañero de equipo, rival, enemigo y amigo en todas menos 14 de esas 200 salidas está Daniel Ricciardo, el piloto australiano que compartió garaje con Verstappen durante tres años, el mismo bloque de apartamentos como vecinos en Mónaco durante muchos más, y una amistad que pasó de un recelo inicial y una rivalidad comprensible a una que ha florecido a medida que ambos pilotos, separados en edad por ocho años, han madurado tanto en la vida como en sus carreras.

En palabras del propio Ricciardo, estos son los momentos que más recuerda en la carrera de Verstappen con Red Bull hasta los 200 GP, y cómo ha pasado de ser una joven promesa a uno de los más prolíficos del deporte.

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“El talento se hizo evidente enseguida”

Noventa minutos. Eso es todo lo que Daniel Ricciardo necesitó para conocer a Max Verstappen.

Simplemente había algo en un chico que había pasado de ser el piloto más joven en empezar una carrera de Fórmula 1 en 2015, con 17 años, a compañero de equipo de Ricciardo en Red Bull Racing en una soleada mañana de Barcelona para los primeros entrenamientos del Gran Premio de España un año después.

El australiano, que entonces llevaba cinco años en la F1, se dio cuenta enseguida.

“Saltó al coche de Red Bull por primera vez para la práctica y estaba en él”, recuerda Ricciardo de la primera carrera de Verstappen como su compañero de equipo, cinco rondas en una temporada en la que Verstappen fue elevado al equipo A de Red Bull desde Toro Rosso después de la carrera anterior en Rusia.

“Vi algo más que velocidad… fue más bien que se mostró imperturbable ante la situación. Con tantos deportes, tantos atletas, eso es lo más importante: quién puede hacerlo una vez que los ojos están sobre ellos, cuando la presión está por las nubes y las luces brillan. Para mí… la primera vez que todos los ojos estaban puestos en él, no parecía que le molestara nada. Era imposible no darse cuenta. Había un factor que era muy evidente de inmediato”.

Esa fue la 24ª carrera de F1 de Verstappen y, memorablemente, su primera victoria dos días después de que la evaluación inicial de Ricciardo resultara acertada. Ocho años más tarde, Verstappen, que ya es un veterano de este deporte con solo 26 años, ha ganado varios campeonatos del mundo, más carreras que solo otros dos pilotos en la historia de la F1 y ha sido la referencia de este deporte durante media década, y sumando.

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“Yo no estaba preparado a los 17 años, pero Max claramente sí”

Ricciardo observó a Verstappen con curiosidad desde lejos, pasó tres temporadas como su compañero de equipo logrando varios éxitos y puntos de inflamación ocasionales, y compitió contra él como rival mientras su viaje en la F1 lo llevó a Renault, luego a McLaren, luego de vuelta dentro de la familia Red Bull con Visa CashApp RB durante las últimas dos temporadas.

Él, al igual que Verstappen, es uno de los 23 pilotos en los 75 años de historia de la F1 que ha superado las 200 participaciones en Grandes Premios, un número más fácil de alcanzar con la longitud del calendario actual, pero un logro significativo de todos modos.

Lo que es más revelador, por la propia experiencia de Ricciardo, es que Verstappen estaba listo para la F1 con solo 17 años. A la misma edad, Ricciardo estaba terminando la escuela secundaria en su Australia Occidental natal y compitiendo en la Fórmula BMW Asia, no llegando a la F1 hasta una semana después de su 22 cumpleaños en 2011. Incluso entonces, no estaba seguro de estar preparado.

Mira a Ricciardo enfrentarse a un joven Verstappen en esta carrera de caravanas con un toque de F1:

“Con 22 años, me sentía joven -mentalmente preparado para el reto, pero todavía muy joven-, así que para Max, con 17 años, era una gran exigencia”, dice Ricciardo.

“El paso a la F1 fue bastante grande entonces: los coches, por un lado, pero también todo lo relacionado con la F1, la bestia que es. Es difícil estar preparado para todo el circo, la intensidad de un fin de semana de carreras. Acostumbrarse a los coches, a los comentarios, a la ingeniería, a la estrategia, a los medios de comunicación, al compromiso de los aficionados… es difícil, porque hay mucho en juego. El ritmo de un fin de semana y las exigencias son mucho más agotadoras que cualquier otra cosa que hayas hecho antes. Yo no estaba preparado a los 17 años, pero Max sí”.

Cuando ya eran compañeros de equipo, Ricciardo se dio cuenta de que Verstappen estaba en el punto óptimo de su carrera: la exuberancia juvenil combinada con la experiencia y los conocimientos necesarios para desbloquear su incipiente grandeza. Ricciardo lo reconoció porque ya lo había vivido, el tiempo después de conseguir sus tres primeras victorias en la F1 en 2014.

“En 2014, yo era como la versión 2016 de Max, en la que simplemente te subes al coche, estás en un equipo puntero por primera vez, y corres por instinto, emoción, un poco de ‘joder, veamos qué pasa’”, ríe Ricciardo.

“Eso es muy fuerte. Pero entonces la versión 2016 de mí -así que esta es probablemente la versión 2018 de Max- sigues siendo lo suficientemente joven y hambriento como para no preocuparte tanto, pero luego tienes ese par de años extra de experiencia, y técnicamente estás más en sintonía con el coche, el equipo y las decisiones que están tomando”.

“En los días en los que no puedes confiar solo en el talento puro, tienes un poco más de apoyo detrás. La temporada 2016 fue cuando sentí eso, y eso es lo que siento que Max estaba empezando a entrar en 2018”.

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“Tiene esa confianza y esa creencia incondicionales”

Para entonces, Ricciardo -que venció a Verstappen en el campeonato del mundo en sus dos primeros años juntos en 2016-17- comenzó a entender lo formidable que estaba a punto de convertirse.

“Sentí que mucho tiempo entonces operaba solo con talento puro y velocidad, así que estaba el arte de la carrera y la falta de madurez a esa edad para lidiar con ciertas situaciones en las que podía ponerse un poco nervioso o errático o nervioso… eso era algo que tenía sobre él con más experiencia y madurez”, recuerda Ricciardo.

“Pero sabía que eso le llegaría con el tiempo, podías ver cómo se desarrollaba. Era igual de rápido, si no más, pero los errores eran cada vez menos, y su ingenio… estaba más en sintonía con el coche y sus comentarios al equipo. Cada vez era más completo, un poco diferente y un poco especial”.

Está trabajando con un nivel de calma, compostura, confianza… eso es lo más impresionante ahora.

Daniel Ricciardo on Max Verstappen

En 2021, cuando Verstappen ganó su primer título mundial con un adelantamiento en la última vuelta de la última carrera de la temporada en Abu Dhabi, ese currículum especial por fin tenía algo de valor. Fue la 20ª victoria de Verstappen en su salida 141; las 20 siguientes llegaron en sólo 29, la victoria número 40 llegó en España 2023, la misma pista del Circuit de Barcelona-Catalunya donde había ganado por primera vez siete años antes.

Ricciardo sabe lo difícil que es ganar en F1, y puede apreciar la “muy, muy grande racha púrpura” en la que Verstappen ha estado.

“Ahora ha recorrido el mismo camino muchas veces, por lo que tiene esa confianza incondicional y la creencia de que puede lograr algo, tal vez incluso cuando no se espera que lo haga”, reflexiona Ricciardo.

“También está en una zona debido a los últimos años y a lo encerrado que está, es como un reloj. Funciona con un nivel de calma, compostura y confianza que es lo más impresionante ahora, que todos esos pequeños errores que solía cometer se han limado. Es una cuestión de conducción, pero en última instancia es una cuestión mental en la que está tan bajo control e imperturbable”.

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“Podría pasar a la historia como el mejor de todos los tiempos”

A medida que ambos pilotos han crecido como estrellas del deporte y como adultos, Ricciardo dice que su relación ha cambiado significativamente; para él, ese avance de los años viene con una perspectiva extra.

“Pienso en aquellos días como compañeros de equipo… él llegó con mucho bombo y platillo y haciendo grandes cosas, pero yo también estaba tratando de dejar mi huella”, dice.

“Los dos luchábamos por llegar a lo más alto, así que, naturalmente, había cierta competitividad y tensión, una rivalidad. Por eso, cuando dejamos de competir directamente como compañeros de equipo después de 2018, desapareció un poco el escudo defensivo entre nosotros.

Es solo respeto por lo que ha hecho y por lo que sigue haciendo

Daniel Ricciardo sobre Max Verstappen

“Además de eso, simplemente maduras, yo lo hice, él lo hizo. Cuando eres joven, tu mentalidad es no tener mucho respeto por tus oponentes. Todo el mundo es el enemigo, es perro come perro. A medida que te haces mayor, naturalmente respetas más a tus rivales. Hay un nivel general de madurez.

“Sobrevivir en este deporte tanto tiempo como lo hemos hecho nosotros hace que haya respeto. Pasas más tiempo con los demás y ves el lado humano que hay detrás de la competitividad”.

“Creo que probablemente he podido contagiar a algunas personas de una manera positiva, un poco más bromista, más despreocupada. Si eso se le ha pegado un poco a Max… No voy a atribuirme todo el mérito, ¡quizá sólo un poco! Pero, bromas aparte, no tengo ningún problema en decir que podría pasar a la historia como el mejor de todos los tiempos.

“Para mí no hay ningún ego en ello, sólo respeto lo que ha hecho y lo que sigue haciendo”.