El pianista húngaro-británico András Schiff anunció que dejará de tocar en Estados Unidos y canceló sus apariciones esta próxima primavera con la Filarmónica de Nueva York y la Orquesta de Filadelfia en protesta por las políticas del presidente, Donald Trump.
En una conversación telefónica con el New York Times, Schiff (71 años), reconocido mundialmente por sus interpretaciones de Bach y Mozart, describió las políticas de Trump que motivan su decisión: “Su actitud con respecto a Ucrania, sus ansias expansionistas con Groenlandia, Canadá y Gaza, la deportación de inmigrantes y el apoyo a la extrema derecha en Alemania”.
Todo esto equivale a “un matonismo difícil de creer” en la escena internacional, y se suma al hecho de que “ha traído una fealdad a este mundo que antes no existía”.
“No vivimos en una torre de marfil”: el comunicado oficial
Por otra parte, en un comunicado publicado en varios medios especializados en música clásica, Schiff expresó que debido a los “recientes cambios políticos sin precedentes en los Estados Unidos”, se siente “moralmente obligado a retirarme de todos los compromisos en los EE. UU. para la temporada 2025-2026”. El pianista rechazó enérgicamente la idea de mantenerse al margen: “Algunos dirán: ‘cállate y toca’. Yo no puedo, en conciencia, hacer eso. No vivimos en una torre de marfil donde las artes no son tocadas por la sociedad”.
No es el primer músico que boicotea Estados Unidos por culpa de Trump: el pasado mes el violinista alemán Christian Tetzlaff anunció también que dejaba de tocar en Estados Unidos en protesta por el acercamiento del país a Rusia, entre otras razones.
Cuando se conoció el boicoteo de Tetzlaff, uno de los portavoces de la Casa Blanca dijo al rotativo neoyorquino por todo comentario: “America First” (Estados Unidos primero).

András Schiff: una trayectoria de compromiso político
András Schiff, descendiente de una familia judía, es nativo de Hungría y nacionalizado británico, y no ha regresado a su país natal desde 2010 para expresar su desacuerdo con el primer ministro, Viktor Orbán. Del mismo modo, se ha negado a tocar en Rusia desde la invasión de Ucrania en 2022.
Schiff, que ha residido en varios países, no tiene por costumbre quedarse callado en los debates sociales; así, en los años 2000, cuando vivía en Austria, habló abiertamente contra el discurso antinmigración y ciertas actitudes antisemitas de los políticos conservadores, contagiados por la extrema derecha.
En su comunicado, el pianista manifestó también su preocupación por las similitudes históricas con épocas oscuras: “¿No hemos aprendido nada del curso de la historia, tan reciente como la de Europa en los años treinta? Tal vez no”. También lamentó que Estados Unidos se haya convertido en “un ‘pueblo’ muy diferente; uno que algunos de nosotros ya no deseamos visitar”, reconociendo que “el pueblo estadounidense ha hablado y nosotros le hemos escuchado”.
A pesar de su decisión, Schiff concluyó su mensaje con un tono esperanzador: “No perdamos la esperanza de tiempos mejores”, aunque dejando claro que visitar Estados Unidos “ya no es obligatorio”.
FEW (EFE, New York Times, BR Klassik, The Violin Channel)