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La dieta antiinflamatoria es más que una tendencia: es una herramienta clave para cuidar la salud desde la alimentación. La nutricionista Joana Segovia explica en detalle qué caracteriza a este estilo de vida y aclara los mitos más comunes.
¿Qué es una dieta antiinflamatoria?
“Básicamente, una dieta saludable que, dependiendo de la cultura, puede incluir diferentes alimentos y formas de cocinarlos. Sin embargo, todas tienen en común que se basan en consumir alimentos frescos y no procesados como base de la pirámide alimenticia”, explica Joana Segovia. Esto implica priorizar la materia prima y evitar productos envasados que contengan más de tres ingredientes en su etiquetado.
Según diversas revisiones científicas, “la dieta mediterránea, en su versión auténtica, es la mejor puntuada como antiinflamatoria. No obstante, muchas personas en la zona del Mediterráneo siguen una versión occidentalizada que dista de ser saludable”. En segundo lugar, Segovia destaca la dieta vegetariana como altamente antiinflamatoria.
Para que una dieta sea realmente saludable, esta no debe incluir alcohol ni grandes cantidades de azúcar o edulcorantes. “Se basa en alimentos frescos, con un mayor consumo de vegetales que de productos animales, y debe ser rica en vitaminas, minerales y fibras que nutran nuestra microbiota intestinal, generando ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Además, debe aportar grasas cardiosaludables como el omega-3, antioxidantes y compuestos bioactivos para combatir el estrés oxidativo y la inflamación”, señala la experta.
¿Qué no es una dieta antiinflamatoria?
Un error común es pensar que una dieta antiinflamatoria debe ser extremadamente restrictiva. “No tiene por qué ser sin gluten, sin lactosa, sin lácteos por la caseína, sin lectinas, sin histaminas o sin fructanos, entre otros. Esto depende de cada persona y sus posibles sensibilidades alimentarias, intolerancias o alergias”, aclara Segovia.
El enfoque debe ser individualizado, considerando factores como el estilo de vida, patologías, estado de la microbiota intestinal, hiperpermeabilidad intestinal, susceptibilidad genética y estado del sistema inmunitario, entre otros. “Las dietas restrictivas que eliminan determinados nutrientes suelen causar más efectos perjudiciales que beneficiosos”, advierte.
Por ello, Segovia recomienda acudir a un especialista: “Si piensas que te sienta mal algún alimento o nutriente, mi consejo es que siempre te pongas en manos de un dietista-nutricionista con formación en digestivo”.
Adoptar una dieta antiinflamatoria no significa seguir modas restrictivas, sino apostar por una alimentación basada en alimentos frescos, equilibrada y adaptada a las necesidades individuales. Como recalca Joana Segovia, la clave está en la personalización y el asesoramiento profesional para lograr un verdadero impacto positivo en la salud.
Beatriz Molina es una periodista especializada en nutrición y salud. Siempre al tanto de las tendencias healthy, Beatriz ofrece las claves para conseguir nuestra mejor versión tanto física como mental. Se graduó en Periodismo en la Universidad de Sevilla y desde entonces ha trabajado como redactora en diferentes revistas digitales, entre ellas otra de las publicaciones más icónicas del grupo Hearst; la revista ELLE, donde cubría como redactora SEO temas sobre estilo de vida, moda, literatura o turismo. En adición, cuenta con experiencia en coberturas de eventos de tal repercusión como los premios Goya, la Mercedes-Benz Fashion Week o festivales de cine a nivel europeo.
Pero más allá de los medios digitales, también cuenta con experiencia en empresas privadas de diferentes y diversos sectores ajenos a la prensa, siempre desde el departamento de Marketing y Comunicación. En un sentido más académico, cabe destacar las tres publicaciones que lleva a sus espaldas; una de ellas premiada con el primer premio de Innovación Docente y Buenas Prácticas María Moliner.
