Elon Musk, empresario conocido por sus avances en tecnología y transporte, ha ampliado su influencia en la política de Estados Unidos tras invertir más de 250 millones de dólares en la campaña presidencial de Donald Trump. Ahora, el multimillonario colabora con el presidente electo en un ambicioso plan para reducir el tamaño del gobierno federal, incluyendo posibles recortes presupuestarios y de personal en agencias científicas.
Junto a Vivek Ramaswamy, Musk copresidirá el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). En un editorial publicado en The Wall Street Journal, ambos calificaron a los “burócratas no electos”, que incluyen científicos y especialistas, como una “amenaza existencial para nuestra república”. La propuesta incluye “reducciones masivas de personal en toda la burocracia federal”, generando preocupaciones en la comunidad científica sobre los posibles impactos en investigación y desarrollo.
Musk, líder de empresas como Tesla, SpaceX y Neuralink, criticó repetidamente las regulaciones gubernamentales, calificándolas de asfixiantes para la innovación. En 2022, Tesla enfrentó multas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) por violaciones a normas de contaminación en su planta de Fremont, California. Esta visión desregulatoria se alinea con la agenda de Trump, quien durante su primer mandato debilitó normas ambientales y de salud pública. La línea de desregulación y achicamiento del estado se inspira en el gobierno de Javier Milei en Argentina. El país sudamericano tiene un ministerio dedicado a la desregulación bajo el liderazgo de Federico Sturzenegger.
De acuerdo a Nature, sugiere que estudios señalan que las regulaciones pueden obstaculizar el crecimiento de grandes empresas. Economistas como Robert Atkinson dicen que también cumplen funciones vitales, como proteger la salud pública y evitar prácticas monopólicas. Según Scott Stern, del MIT, las reglas claras y estables son esenciales para equilibrar la innovación y el bienestar social.
Aunque los detalles sobre el funcionamiento del DOGE son limitados, expertos anticipan desafíos legales y políticos para implementar recortes masivos. Sin embargo, pocos dudan de la creciente influencia de Elon Musk en decisiones que afectarán a la ciencia en Estados Unidos y a sectores tecnológicos clave en el gobierno de Donald Trump.
