Música y sabores: ¿Cómo hacen los sonidos para transformar lo que comes? | Fútbol Radio Fórmula

Aunque parezca algo loco o alejado, hay una gran relación entre la música y la comida que ingerimos a diario. Los sonidos cumplen un rol fundamental a la hora de comer –y también se usan para hacer el amor- y aquí conoceremos los pormenores de una combinación poco pensada.

• La música o los sonidos no simplemente sirven para acompañar alguna comida, sino que también tienen una estrecha relación con la misma.
• Algunos estudios científicos, como el que lideraron Charles Spence y Massimiliano Zampini, han demostrado que la música, independientemente del género, puede influir en la percepción del sabor de la comida.
• Por ejemplo, los investigadores concluyeron que la sincronización de la música con el comer, puede dar a la persona una experiencia sensorial única.
• Además, se indica que el ritmo también influye en las comidas porque si la canción es más rápida, la velocidad de comer será mayor que con una música clásica que es mas lenta, por ejemplo.

• La música ambiental o que la uno escucha en algún restaurante al que va a almorzar o cenar, puede influir directamente en nuestra comida. Los investigadores Hargreaves y McKendrick, encontraron que la música clásica o más suave, indujo al comensal a tomar vino tinto, por ejemplo.
• El ritmo de la música tiene una relación con lo que comemos e incluso, como se describió anteriormente, con la velocidad con la que uno come.

• Según un estudio de la Universidad del Sur de Florida, investigadores han estudiado el comportamiento de la música en la apertura del apetito de una persona. Dentro de las conclusiones se informó que si el sonido ambiental, en un supermercado o un restaurante, genera en la persona apetito o preferencia por comer tal producto.

• En restaurantes o bares, es común escuchar música ambiental que le da un toque al lugar donde uno va a comer o tomar algo. En los casos donde la música o el sonido es lento y suave, puede realzar el disfrute de un plato gourmet, y todo lo contrario sucede cuando la música es más alegre o movida, ya que es para un plato menos elaborado.

Entre las miles de opciones de canciones o sonidos que uno puede poner mientras prepara un plato, se pueden destacar temas como ‘Sabor, sabor’, ‘Mi plato favorito’, ‘Ojalá que llueva café’, La barbacoa’, o ’Sopa de caracol’, la cual tiene una historia particular detrás, entre otros.