Los cuatro hijos mayores de Rupert Murdoch conservarán el control compartido del imperio mediático familiar que su padre construyó, pese a los esfuerzos de Murdoch por garantizar que su hijo mayor, Lachlan, asumiera un rol más destacado y decisivo en la dirección de las empresas familiares.
Edmund J. Gorman Jr., el comisionado a cargo del caso, calificó el plan de modificar el fideicomiso como una “farsa cuidadosamente elaborada” destinada a garantizar el control absoluto de Lachlan sobre el conglomerado mediático, que incluye The Wall Street Journal y la cadena televisiva Fox News, entre otros influyentes medios.
En un fallo de 96 páginas, Gorman concluyó que Rupert y Lachlan actuaron de “mala fe” al intentar reconfigurar el fideicomiso irrevocable, el cual distribuye el control de las empresas en partes iguales entre los cuatro hijos mayores de Murdoch: Lachlan, James, Elisabeth y Prudence. No obstante, Rupert Murdoch defendió las modificaciones, argumentando que tenían como objetivo preservar tanto el éxito financiero como la línea editorial conservadora de Fox News y otros medios del grupo.
Preservar el legado conservador
La disputa sobre el fideicomiso familiar no se centra en lo financiero, ya que Rupert Murdoch no busca modificar las participaciones de sus hijos en la empresa. Rupert Murdoch, de 93 años, ha dedicado su vida a construir un imperio mediático que da voz a los valores conservadores. Para Murdoch, la propuesta de concentrar el liderazgo en Lachlan refleja su deseo de garantizar que este legado no se diluya, especialmente frente a las posturas menos conservadoras de James y Elisabeth, que podrían poner en riesgo la estabilidad y la identidad ideológica del grupo.
Según un informe del New York Times, Murdoch y Lachlan estaban cada vez más preocupados por la posibilidad de que James, quien dejó la empresa y mantiene una relación distante tanto con su padre como con su hermano, estuviera planeando un golpe junto a Elisabeth y Prudence. Este presunto complot tenía como objetivo desplazar a Lachlan del liderazgo tras la muerte de Rupert Murdoch y redirigir la orientación editorial del imperio mediático hacia posturas menos conservadoras.
Como parte del proceso judicial, los abogados de Rupert y Lachlan señalaron una reunión entre James, Elisabeth y Prudence, celebrada en el hotel Claridge’s de Londres en septiembre de 2023, como una prueba clave de la conspiración. Sin embargo, Gorman desestimó estas alegaciones, considerando que los relatos sobre el encuentro eran insuficientes para demostrar la existencia de un complot organizado.
Futuro incierto para el imperio mediático
La decisión de Gorman no es definitiva. Su rol como perito especial implica que la recomendación debe ser ratificada o rechazada por un juez de distrito. Mientras tanto, Adam Streisand, abogado de Rupert Murdoch, expresó su desacuerdo con el fallo y confirmó la intención de apelar.