En solo 36 minutos, el Bayern anotó tres goles, reafirmando su liderazgo y trasladando la presión al Bayer Leverkusen, que está a siete puntos en el segundo lugar. Esta victoria fue crucial, eliminando cualquier duda sobre la solidez del equipo, especialmente después de haber dejado escapar cinco de los últimos nueve puntos disponibles.
Desde el inicio del partido, el Bayern mostró su intención ganadora. A los 28 segundos, tras un error del Leipzig en la salida del balón, Musiala abrió el marcador gracias a un ingenioso pase de Kimmich. Aunque el Leipzig logró empatar al minuto y 42 segundos con un gol de Sesko, el Bayern rápidamente recuperó su ventaja. En el minuto 25, Laimer anotó el 2-1 con un tiro impresionante, y Kimmich aumentó la ventaja a 3-1 con un potente disparo desde lejos.
En la segunda mitad, el Bayern continuó dominando, con oportunidades claras de Sané y Olise, aunque el Leipzig intentó reaccionar con esporádicas jugadas de contraataque de Sesko y Openda. Sin embargo, el Bayern mantuvo la presión y no permitió que estas ocasiones se concretaran, gracias a la eficaz defensa de Peretz, quien reemplazó al lesionado Manuel Neuer.
Finalmente, el Bayern selló su victoria con dos goles más: Sané anotó el cuarto al minuto 75 con un gran disparo de zurda, y Davies cerró el marcador con un cabezazo en el minuto 77, asistido por Kimmich. La victoria del Bayern fue contundente, demostrando que son líderes irrefutables y aplacando cualquier resistencia del Leipzig en un encuentro marcado por la intensidad y determinación del equipo de Vincent Kompany.
