El debate entre Harris y Trump abordó el cristianismo y el aborto

El pasado martes fue realizado en Filadelfia, Pensilvania, el debate presidencial entre la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris y el expresidente de esta nación Donald Trump, un duelo en el que se abordaron temas como la economía, el aborto, la inmigración ilegal y la política exterior. 

El encuentro fue moderado por los periodistas David Muir y Linsey Davis, ambos de ABC. Esta es la primera vez que Kamala y Trump aparecen juntos en este tipo de escenarios.

El aborto

Donald Trump calificó de “radical” la postura de los demócratas sobre el aborto e insistió en que “ellos (algunos estados liderados por los demócratas) lo permiten en el noveno mes”. Afirmó que el candidato demócrata a la vicepresidencia y gobernador de Minnesota, Tim Walz, cree que “el aborto en el noveno mes está absolutamente bien”. 

Trump también sostuvo que Walz apoya la “ejecución después del nacimiento” y agregó: “Eso no me parece bien”, mientras explicaba por qué votaba en contra de la Enmienda 4 de Florida que establecería el derecho al aborto en la constitución del estado.

Linsey Davis, afirmó posteriormente como moderadora del debate, que “no hay ningún estado en este país donde sea legal matar a un bebé después de su nacimiento”, sin embargo, según reseñan algunos medios de comunicación, el Consejo de Investigación Familiar identifica a Minnesota como uno de los tres estados que han eliminado las protecciones para los bebés que sobreviven a abortos fallidos.

Por su parte, Harris lamentó que “en más de 20 estados, existen prohibiciones al aborto impuestas por Trump”, en referencia a las leyes pro vida aprobadas en esos lugares tras la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que determinó que la Constitución de Estados Unidos no contiene un derecho al aborto y devolvió a los estados el poder de crear leyes que regulen estas acciones.

Insistió en que las prohibiciones al aborto en esos estados tampoco hacen “ninguna excepción ni siquiera en caso de violación e incesto”. 

La candidata también sugirió que el apoyo al aborto legal no es incompatible con la fe cristiana. “No es necesario abandonar la propia fe o creencias profundas para aceptar que el gobierno y Donald Trump ciertamente no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo”, afirmó. 

Harris dijo que “si Donald Trump fuera elegido, firmaría una prohibición nacional del aborto”, sin embargo, el candidato republicano respondió: “No voy a firmar una prohibición y no hay razón para firmar una prohibición” – también añadió- “No estoy a favor de prohibir el aborto, pero no importa porque este tema ahora ha sido asumido por los estados”.

Según datos del grupo de defensa de la vida Susan B. Anthony Pro-Life America, solo 10 estados tienen prohibiciones del aborto que no contemplan excepciones en caso de violación e incesto: Alabama, Arkansas, Kentucky, Luisiana, Misuri, Oklahoma, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee y Texas. Mississippi permite el aborto en casos de violación, pero no si el bebé es concebido como resultado de un incesto. 

Política migratoria y situación en Israel

En cuanto a la política migratoria, Trump expresó que si Kamala gana las elecciones “terminaremos siendo Venezuela con esteroides”.

“Permitieron que los criminales, muchos, muchos millones de criminales, permitieron que los terroristas, permitieron que los delincuentes callejeros comunes, permitieron que la gente, los traficantes de drogas, entraran a nuestro país” -afirmó- “Ahora están en Estados Unidos y sus países, como Venezuela, les han dicho que no regresen nunca o los vamos a matar”. 

Cuando el debate giró en torno a Israel, Harris afirmó que “Israel tiene derecho a defenderse”, aunque subrayó que “la forma en que lo hace importa”. Tras lamentar que “han muerto demasiados palestinos inocentes”, manifestó: “Esta guerra debe terminar”.

“Esto debe terminar de inmediato y la forma en que terminará es que necesitamos un acuerdo de alto el fuego y necesitamos que los rehenes salgan”, agregó, y prometió que la administración Biden “continuará trabajando las 24 horas del día en eso”. Afirmó además que “trazará un rumbo para una solución de dos estados”.

Harris señaló que la “seguridad para el pueblo israelí y para Israel” y “una medida igual para los palestinos” son partes esenciales de la solución de dos Estados que ella imagina. Prometió que “siempre le dará a Israel la capacidad de defenderse” cuando se trate de Irán y reiteró que “debemos tener una solución de dos Estados donde podamos reconstruir Gaza, donde los palestinos tengan seguridad, autodeterminación y la dignidad que tanto merecen”. 

Por su parte, Trump se mostró en desacuerdo con la insistencia de Harris en que apoya a Israel, y mencionó su ausencia durante un discurso que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio ante el Congreso durante el verano: “Ella odia a Israel. Ni siquiera quiso reunirse con Netanyahu cuando fue al Congreso a pronunciar un discurso muy importante. Se negó a estar allí porque estaba en una fiesta de su hermandad”. 

“Si ella es presidenta, creo que Israel no existirá dentro de dos años”, advirtió Trump. Al mismo tiempo, Trump sugirió que Harris “odia a la población árabe” porque cree que bajo su política exterior, “todo el lugar va a estallar: los árabes, el pueblo judío, Israel”. 

Según la prensa mundial, Trump tuvo más tiempo para usar la palabra. El republicano habló 42 minutos y 52 segundos, mientras que Kamala demócrata lo hizo durante 37 minutos y 36 segundos, sin embargo, el exmandatario se ha quejado de los moderadores y de la cadena que albergó el debate, la ABC. “Eran tres contra uno y en mi opinión esta es la peor de todas las cadenas”, aseguró Trump después del debate.