La Medicina Estética ha experimentado un gran auge en los últimos años, pero también ha estado rodeada de numerosos mitos y confusiones. En este contexto, el Dr. Leo Cerrud, especialista en Medicina Estética, desmiente algunas de las creencias más comunes sobre tratamientos como el ácido hialurónico y los neuromoduladores.
El ácido hialurónico es permanente. A pesar de ser un relleno dérmico muy popular, el ácido hialurónico es un producto biocompatible que se reabsorbe por el organismo de forma gradual, generalmente en un plazo de 6 a 8 meses. Resultados como la “huella estética negativa” suelen ser consecuencia de un uso excesivo o inadecuado del producto.
Los neuromoduladores migran. Los neuromoduladores, como la toxina botulínica, actúan relajando los músculos faciales en el lugar donde se inyectan y no se desplazan a otras áreas del rostro.
Los neuromoduladores, como la toxina botulínica, actúan relajando los músculos faciales en el lugar donde se inyectan y no se desplazan a otras áreas del rostro
Los neuromoduladores paralizan los músculos. Los neuromoduladores suavizan las arrugas de expresión sin eliminar la capacidad de gesticular. El resultado es un rostro más relajado y rejuvenecido, pero con una expresión natural.
Los rellenos hinchan el rostro. El efecto de hinchazón solo se produce cuando se utilizan cantidades excesivas de relleno. Un profesional cualificado utilizará la cantidad justa para lograr un resultado natural y armónico.
Al dejar de usar neuromoduladores, las arrugas vuelven con más intensidad. Al contrario, al utilizar neuromoduladores de forma regular, se “educa” a los músculos faciales, haciendo que las arrugas sean menos profundas con el tiempo.
Empezar con rellenos lleva a la adicción. Si se realiza un tratamiento adecuado y personalizado, no existe riesgo de adicción. La clave está en buscar la naturalidad y en acudir a un profesional cualificado.
La medicina estética es muy dolorosa. Aunque algunos tratamientos pueden causar molestias leves, la mayoría se realizan con anestesia local o tópica, minimizando el dolor.
Aunque algunos tratamientos pueden causar molestias leves, la mayoría se realizan con anestesia local o tópica, minimizando el dolor
La medicina estética busca la artificialidad. El objetivo de la Medicina Estética es mejorar la apariencia natural del paciente, no crear un aspecto artificial.
Para obtener resultados óptimos y seguros, es fundamental acudir a un médico estético cualificado y experimentado. Un buen profesional realizará una evaluación personalizada y recomendará el tratamiento más adecuado para cada paciente. La Medicina Estética es una herramienta eficaz para mejorar nuestra apariencia y bienestar. Sin embargo, es importante desterrar los mitos y acudir a profesionales cualificados para obtener resultados naturales y duraderos.
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