Miriam Salinas, psicoterapeuta especializada en alimentacin: El 95 % de las personas que adelgazan con dietas vuelven a subir de peso a los cinco aos

Cmo comeras si no existiesen las caloras? Con esta pregunta, Miriam Salinas Gascn nos invita a reflexionar acerca de cmo interactuamos con nuestra nutricin. Ella es psicoterapeuta especializada en alimentacin emocional, un camino que emprendi a partir de su experiencia personal con una mala relacin con la comida. En su juventud, Salinas compiti a nivel nacional e internacional como nadadora. Lleg a ser campeona de Espaa en natacin, pero qued a las puertas de los Juegos Olmpicos de Atlanta en 1996 debido a un diagnstico: bulimia.

Hoy, con la distancia y la perspectiva que le han dado los aos, ha llegado a concluir que el deporte de lite es un mbito en el que se fomenta esta relacin disfuncional con el propio cuerpo. En respuesta a esto y a la cultura de las dietas que ha permeado en la sociedad a lo largo de dcadas, Salinas acaba de publicar Atrvete a comerte la vida (Grijalbo, 2025), un libro con consejos prcticos para sanar la relacin con la comida y volver a alimentarse de manera intuitiva.

—Desde tu experiencia como exdeportista, cmo influye la presin de tener un alto rendimiento en la relacin con la alimentacin y con el cuerpo?

—Yo compet desde los 9 hasta los 20 aos y ahora tengo 46, o sea que hace mucho tiempo que no formo parte de ese mundo, pero desafortunadamente se siguen repitiendo ciertos patrones. Hay ms psiclogos deportivos, pero ellos se enfocan ms en la consecucin de objetivos. Creo que tendra que haber un cambio de paradigma en este sentido. Hay mucha presin sobre el deportista y tendra que haber un cambio para que lleguemos a ver al individuo que hay detrs de ese deportista. Que no te vean como un resultado.

—Cmo ha sido el proceso personal que te llev a escribir este libro?

—El libro parte de mi propia experiencia. Es, en parte, un sincericidio, porque hablo de una etapa que fue la noche oscura de mi alma y a partir de all cuento cmo sufr un trastorno de la conducta alimentaria. El objetivo es explicar que este trastorno es solo la punta del iceberg, que es multifactorial y por debajo de l se encuentran ciertas carencias.

—Cmo describiras esas carencias?

—La alimentacin es un acto totalmente marcado por lo emocional, porque desde que nacemos, nuestra mam nos da el pecho o el bibern y, a travs de ello, nos est nutriendo, pero tambin nos est dando amor, sentido de pertenencia y sustento. A veces, un nio va creciendo y va aprendiendo a gestionar sus penas y dificultades a travs de la comida. O bien, se le manifiesta como un pensamiento mgico en la adolescencia: si no como, controlo mi vida.

—Explicas que la cultura de las dietas hace dao. Cmo impacta en el desarrollo de una persona?

—Desde adolescentes empezamos a recibir el mensaje de que si tenemos un cuerpo delgado, conseguiremos ser amadas, pertenecer al grupo y ser exitosas. Detrs de esto hay mucho lobby de la industria de las dietas. Lo cierto es que existe la diversidad corporal. No podemos encajar todos en la misma talla y por eso insisto en que la cultura de las dietas ejerce violencia. Porque mientras ests obsesionada con tu cuerpo y con la comida, eso te drena toda la energa para construir tu vida. La cultura de las dietas te dice que si consumes estos alimentos y no estos otros, conseguirs este cuerpo, pero no es verdad. Tu cuerpo a la larga va a volver a su punto de referencia y va a bajar el metabolismo basal, porque lo que quiere es preservar tu vida.

—Cmo se manifiesta esta cultura de las dietas en las conductas que tenemos?

—Empiezan a aparecer atracones. Este es un efecto secundario de las dietas del que no se habla y yo le llamo atracn reptiliano, que es distinto del atracn emocional. A veces, el hecho de llevar toda la vida haciendo dieta activa el reflejo de hambruna que tiene nuestro cerebro y que nos quiere ayudar a sobrevivir. Esto nos lleva a tener atracones y a comer sin control.

—Cmo se puede construir una relacin sana con la comida si partimos de este panorama?

—Primero hay que darle a la persona herramientas para reducir la ansiedad con respecto a la comida y para conocer y entender su hambre. No solo es importante la terapia emocional sino que hay que hacer un trabajo para volver a conectar con la alimentacin intuitiva, que es la que todos tuvimos alguna vez, pero que hemos perdido de tanto hacer dieta. Hay que desprogramar el cerebro y el primer paso sera evitar las redes sociales que nos pongan delante cuerpos que nunca vamos a tener u obsesiones con los carbohidratos. Hacer un dtox de gente, conversaciones ocuentasque nos generen un culto exagerado al cuerpo.

—A partir de all, qu herramientas tenemos para comer de forma intuitiva?

—Tienes que observarte e ir conociendo tu hambre. Cuando tenemos un trastorno de la alimentacin, estamos desconectadas, no sabemos reconocer si tenemos hambre o no y simplemente comemos ciertos alimentos porque son los que creemos que nos irn bien. Muchas veces, el hambre es hambre de seguridad, hambre de ti misma, hambre de amor. A veces vienen personas a consultarme y no saben ni qu les gusta, ni siquiera saben reconocer qu les da placer. Me dicen que su plato preferido es el pollo a la plancha y cuando les pregunto por qu, qu les provoca placer en ese plato, les cuesta contestar. La cultura de la dieta no solo nos provoca hambre de comida, sino ante todo, hambre de placer, hambre de autoconocimiento. Por eso hay que parar un poco a reconocerse, aunque sea al principio desde lo sensorial: me gusta el agua de la ducha a esta temperatura, o esta otra? Me gustan las sbanas de este color o este otro? Cuando estoy tan desconectada de m misma porque llevo aos as, tengo que ir a lo sencillo. Desde ah, poco a poco, ir conectando con la comida.

—Qu consejos dara a los padres que se enfrentan a la tarea de colocar los primeros ladrillos en la relacin de los nios con los alimentos?

—El gran consejo es que ellos estn conectados con su alimentacin intuitiva o intenten estarlo lo mximo posible, siempre quitando culpas, porque soy mam y s que hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Pero s que cuanto ms conectada est mam con el placer de los alimentos, el nio ms va a aprender, por pura observacin. En cambio, si cada vez que mam come un croissant dice: He pecado, o El lunes empiezo, es un mal ejemplo. Le ests diciendo que la comida te la tienes que ganar, que no validas tu cuerpo. Difcilmente ese nio pueda construir una relacin sana con la comida, en la que un brcoli es un brcoli, un croissant es un croissant y no eres mejor persona ni peor por comer uno u otro. No se trata de hacer apologa de los procesados, sino de no ponerle una carga moralista a la comida.

—Cmo podemos gestionar los comentarios de familiares u otras personas respecto a nuestra alimentacin?

—Va a depender del vnculo que tengas. Si la persona est abierta a escucharme, elijo ensearle que no se opina sobre los cuerpos ajenos. Puedo decir: Tengo espejo en casa, ya me he visto, gracias. En general, la regla es que no opinemos del cuerpo de nadie ni de lo que come, a menos que sea algo como tener un moco colgando de la nariz. Si no lo puedo modificar en tres segundos, no hables de mi cuerpo ni del de mi hijo. Esto es algo que le podemos decir a la persona que ha opinado. Eso es poner lmites. Pero si se repite, en algunos casos puedes desvincularte y decidir que no vas a poder hacer ver a un ciego.

—Qu podemos hacer para apoyar a alguien que est intentando superar una mala relacin con la comida?

—Depende del momento en que est la persona y de si nos est pidiendo ayuda o no. Si no te la pide, pues compartir momentos ms all de la comida con esa persona, describirle fortalezas ms all de su esttica. Esos halagos que no estn relacionados con el fsico pueden ser muy sanadores: qu bien lo paso contigo, qu agradable eres. A veces se nos escapa, caemos mucho en decirles a las nias: Ay, qu guapa que ests. Esto puede llevar la a que se identifique con su esttica y cuando se vuelva adulta se va a poner a dieta en cuanto su cuerpo cambie. Si la persona te pide ayuda, puedes alentarla pero sin presionar.

—Qu mitos sobre la alimentacin te gustara derribar?

—El que las dietas funcionan a largo plazo. El 95 % de las personas que adelgazan con dietas vuelven a subir de peso a los cinco aos, a menos que caigan en un trastorno de la conducta alimentaria. Porque el cuerpo est programado para volver a su punto de referencia. Luego, me gustara dar el mensaje de que no somos robots. No vestimos igual en invierno que en verano y tampoco vamos a comer igual ni nuestro peso va a ser el mismo. No existe el peso ideal. Y tambin es un mito la idea de asociar una relacin desordenada con la comida con una chica que simplemente quiere adelgazar. Un trastorno es mucho ms que eso, detrs de l hay un trauma y hay una carga gentica, biolgica, social y contextual. Es multifactorial.