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Los cruces no autorizados en la frontera sur estadounidense disminuyeron drásticamente el año pasado. Ahora, México y los países de Centroamérica se preparan para las deportaciones masivas que Trump ha prometido.

Los cruces de México a Estados Unidos han disminuido drásticamente desde el año pasado. Pero los países al sur de la frontera con Estados Unidos esperan con nerviosismo a ver si el presidente electo estadounidense, Donald Trump, ordena deportaciones masivas.
La posibilidad de que se pueda expulsar a millones de migrantes indocumentados —lo que sería el mayor programa de deportación de la historia estadounidense— ha conmocionado a América Latina y generado confusión entre los migrantes y quienes solicitan asilo.
“Vemos tiempos de oscuridad para la comunidad migrante”, dijo Irineo Mujica, director en México de Pueblo Sin Fronteras, un grupo transnacional de defensoría. “Todo aquel que caiga bajo la administración de Trump va a ser, ahora sí, comido, devorado y devuelto y escupido”.
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