Acaba 2024 y toca hacer balance. El mío es, necesariamente, subjetivo, por eso es importante colocarle delante el “mi”, porque lo contrario sería pretencioso.
Si el repaso a mi agenda no falla, durante este año he visto y he escrito sobre 124 espectáculos de artes escénicas (teatro, danza, circo, ópera), en diferentes lugares, incluyendo algunos programados en 12 festivales:
13º GUIdance (1 a 10 de febrero), organizado por A Oficina de Guimarães. 6º END (Encontros de Novas Dramaturgias) del Colectivo 84 y A Oficina de Guimarães (18 a 20 de marzo). Galicia Escena Pro (27 a 30 de marzo), de la Agadic de la Xunta de Galicia y Escena Galega en Compostela. 37º Dansa València (5 a 13 de abril), del Institut Valencià de Cultura. 10º Escenas do Cambio (3 a 5 de mayo) de la Cidade da Cultura. 47º FITEI do Porto (15 a 26 de mayo). 41ª Mostra Internacional de Teatro Cómico e Festivo (MITCF) de Cangas do Morrazo (27 de junio a 7 de julio), organizada por la Asociación Xiria. 41º Festival de Almada (4 a 18 de julio), organizado por la Companhia de Teatro de Almada. 40ª Mostra Internacional de Teatro, MIT de Ribadavia (19 a 27 de julio), Ayuntamiento de Ribadavia y Xunta de Galicia. 3º Festival de danza y movimiento ABANEA (mes de julio), organizado por Is.Mo Cultura. Festival Teatro Gorrilla X Síntese Vigo (28 de septiembre), con la Asociación de Vecinos de Bouzas de Vigo. 33º Festival Internacional Otoño de Teatro, FIOT de Carballo (26 de septiembre a 31 de octubre), organizado por la Asociación Telón y Aparte y el Ayuntamiento de Carballo.
En vez de hacer un balance general de todo lo que he visto, voy a aprovechar este espacio internacional e interestelar de Artezblai para difundir y promocionar un poco las artes escénicas gallegas.
La danza, el teatro, la ópera y el circo hablan el lenguaje internacional de la acción. Lo importante nunca es lo que se dice, si no lo que pasa encima del escenario y entre el escenario y la platea. No obstante, cualquier espectáculo de artes vivas es un viaje a una singularidad y a un paisaje cultural y existencial determinados. Creo que ahí es donde radica la importancia de conocer lo que pasa en las artes escénicas de un territorio determinado. El teatro no es un producto de consumo global homogéneo, un espectáculo no es una mesa o una silla de Ikea. Lo que más nos interesa y nos abre la mente son, precisamente, sus especificidades y todo lo diferencial.
Así pues, me dispongo a hacer un viaje por lo que recuerdo de los espectáculos que se estrenaron en 2024 en Galicia. Curiosamente, he podido ver 24 en 2024. Aquí van unas pocas líneas de lo que recuerdo sobre cada una de esas 24 propuestas y, al final, vamos a ver si soy capaz de arriesgarme a poner el foco en las que más me llamaron la atención.
Comienza el viaje:
‘EU, FRAUDE!’ (¡Yo, fraude!) de Paula Pier (Teatro Rosalía de Castro de A Coruña, 12 de enero). Esta pieza es un darlo todo en escena, cantándonos, contándonos y bailándonos, como una juglaresa contemporánea, desde una libertad enorme que hace caer todas las máscaras y poses fraudulentas que la sociedad parece demandarnos. Rock, baladas, rumbas, copla, recitado… para celebrar el cuerpo, el yo libre de fraudes, los amores y desamores, las amistades, los recuerdos, la madre, el teatro… incluso las heridas.
‘NON É UNHA CANCIÓN’ (No es una canción) de la Cía. Souvenir, con María Llanderas y David Alonso (Teatro Rosalía de Castro de A Coruña, 26 de enero). Premio del V Festival Piezas de un Teatro del Porvenir: Galicia + Portugal de la AELG. Estética y humor bizarros, entre la parodia y la caricatura de los postureos y de las publicaciones, en las redes sociales, sobre las vacaciones y el turismo. Gags muy inventivos en una pieza en la que se siente una gran libertad creativa, en la que hicieron aquello que quisieron y no lo que se puede esperar.
Tanto ‘NON É UNHA CANCIÓN’ como ‘EU, FRAUDE!’ son piezas debut, pero las artistas no son noveles, ya llevaban tiempo acumulando experiencia. Se trata, además, de dos piezas elaboradas a fuego lento, sin un proyecto previo, una subvención y uno o dos meses de ensayo. Piezas que se fueron destilando de la experiencia y de la necesidad. Dos creaciones muy heterodoxas y hasta disruptivas respecto a lo que se suele hacer en el ámbito teatral gallego.
‘PF – SITE SPECIFIC 23’ de Amparo Martínez Paz (A Morada, Vigo, 16 de febrero). El tiempo, aquí, se teje entre las piernas y los pies de la mujer de ahora con los de la de hace treinta años, mientras subir y bajar por unas escaleras se transforma en danza hipnótica. En el vídeo, calzada, en el site specific actual, descalza. Una danza que suena y que, al sonar, hace también resonar el tiempo y la emoción.
‘O DRAGÓN DE OURO’ (El dragón de oro), estreno de Roland Schimmelpfennig en gallego, traducido por Catuxa Pato y escenificado por Sarabela Teatro, con dirección de Ánxeles Cuña Bóveda (Teatro Principal de Ourense, 23 de febrero). Realidad y fantasía se cruzan para retratar, a partes iguales, la crueldad y la ternura del ser humano, a través de una máquina espectacular de ritmo deportivo, donde el elenco quita y pone personajes y escenas como quien se pasa el balón en un partido de fútbol. Ese afecto de Ánxeles Cuña Bóveda por la mezcla entre realidad y fantasía ya se podía sentir en su anterior montaje de Contos arraianos de Ferrín.
‘CEIB3’ (Libre) de Fran Sieira Danza (Auditorio Xosé Manuel Pazos Varela de Cangas do Morrazo, 2 de marzo). El baile tradicional gallego quiebra, de manera casi onírica, los roles de género. Con una primera parte más velada y ritualista y una segunda más descubierta, libre y sensual, que se desborda en un movimiento que libera los cuerpos de los corsés binarios de género.
‘SOBRE’ de Ensalle Teatro, Juan Navarro y Terrorismo de Autor (Teatro Ensalle de Vigo, 22 de marzo). Un espectáculo lleno de arrebato y humor en el que se deconstruye el teatro y sus justificaciones, eso de hacer espectáculos bajo coartadas temáticas, aquello de preguntar: “¿Sobre qué va esto?” Como si la respuesta a esa pregunta pudiese ser garantía de algo en teatro. Con una Raquel Hernández y un Artús Rei bestiales, haciendo una hoguera metafórica con los focos, los cables, las butacas, los bafles, la ropa y con todo aquello con lo que se hacen espectáculos. Volvieron, después, a re-estrenar otra versión en la Sala de exposiciones del Auditorio Xosé Manuel Pazos Varela de Cangas do Morrazo, en una coproducción con la 41ª Mostra Internacional de Teatro Cómico e Festivo, en verano, y volvió a ser un acto de disidencia teatral respecto a todo lo que se suele programar, por lo menos, en los teatros públicos de Galicia.
‘NOSO’ (Nuestro) de Os Náufragos Teatro, con texto y dirección de Gustavo del Río (Se estrenó en el Rosalía de A Coruña, pero yo lo vi en la Sala Ártika de Vigo el 24 de marzo). El conflicto de la implantación de parques eólicos hace que una familia se reencuentre para solucionar la posible expropiación de la casa de la que salieron. Se enfrentan ahí las maneras de ver la vida de generaciones próximas, pero alejadas por modos de vida diferentes: rural/urbano, digital/analógico etc., desde una voz narradora implicada en la acción que es la de un personaje queer.
‘MILLO VELLO’ (Maíz viejo), pieza debut de Ay, Cariño!, con Cris Vilariño y Diego M. Buceta (Teatro Ensalle de Vigo, 23 de abril). Una fantasía que nos enraíza en los mimbres con los que danzan y tejen un cesto o un nido gigante, entre la gestualidad laboral y la gestualidad mítica estilizada del baile, con un rico universo sonoro producido por la percusión de los mimbres en el suelo y por la música de la batería. Al final, el cesto acaba por ser una casulla o crisálida de la que afloran seres brillantes, en una transformación llena de magia.
‘PERDER A LINGUA’ (Perder la lengua) de Eva Comesaña (Sala Ártika de Vigo, 27 de abril). La bailarina se mueve prendida por la performance vocal de Rubén Fernández, en un prodigio de paisaje vocal inarticulado y preciosamente musical, hasta llegar a algún estribillo y al verso tremendo: “Perder a fala. Perder a lingua” (Perder el habla. Perder la lengua). Hay una sinestesia entre las ondas sonoras y las coreográficas de gran singularidad, conjugadas con la iluminación y el vídeo-arte, enredadas en las dinámicas de gráficos de sonido y en los módulos escenográficos.
‘OS ACTOS E AS PROFECÍAS’ (Los actos y las profecías) del Centro Dramático Galego (CDG), con dirección de Tamara Canosa (Salón Teatro de Compostela, estreno el 11 de abril, yo lo vi el 22 de mayo). Fue el espectáculo central de los actos del 40º aniversario del CDG. Una producción que daba alegría verla porque había en escena una veintena de intérpretes de diferentes generaciones. Con la escusa argumental del casting para un “talent show”, el espectáculo rinde homenaje a la profesión actoral y, por el uso del espacio, con la acción a tres bandas y el público en medio, al propio edificio del Salón Teatro, sede del CDG. La pieza es entretenida porque combina diferentes números musicales y cómicos con escenas dramáticas, sobre el precio de la fama, confrontado con las miserias de los artistas.
‘MESURA’ de Raquel Ferradás (Se estrenó en el Festival Escora Danza en Carnota, el 26 de mayo. Yo la vi en el Galicia Escena Pro 24 (GEP24), en la Plaza de San Martiño Pinario. Compostela, 29 de mayo). Ferradás debuta con esta pieza en la que le baila a la espera en diferentes momentos de la vida. Las rutinas circulares y los paisajes de la espera se transmutan en movimientos de gran delicadeza y fluidez.
‘THE EXPOSURE’ de Tanit Cobas (GEP24. Plaza de San Martiño Pinario, Compostela, 29 de mayo). Resalta el humor con el que parecen parodiar las poses de bailarinas y bailarines, que siempre tienen que estar fantásticas. ‘The Exposure’ es una especie de liberación de eso de tener que mantener la compostura e incluso de los clichés del contemporáneo.
‘ANÖA’ de Elvi Balboa (Se estrenó en el Rosalía de Castro de A Coruña el 19 de abril. Yo la vi en el Salón Teatro de Compostela, el 30 de mayo, dentro del GEP24). Llama la atención la capacidad que tienen para generar misterio e intriga, a través de un movimiento, una iluminación, un vestuario y una música que nos llevan hacia un universo parecido al de la ciencia ficción. Se trata de una pieza hipnótica acaballo del tránsito hacia el clímax.
‘É DIFÍCIL FOTOGRAFAR O BALEIRO’ (Es difícil fotografiar el vacío) del Colectivo d’Elas, dirigido por Julia Laport (Estrenado en el Teatro Jofre de Ferrol, el 5 de abril. Yo lo vi en el Teatro Principal de Compostela, el 29 de mayo, en el GEP24). Se trata de una pieza muy coral que juega con efectos visuales, generados por las composiciones de los cuerpos y las caras. Fue el debut del Colectivo d’Elas, formado por bailarinas jóvenes. Llama la atención su búsqueda de la espiritualidad, del misticismo y de lo transcendente a través de la carnalidad. Trabajan con canto gregoriano y forman parte de sus composiciones corporales las máscaras faciales.
‘DIQUE’ de Nova Galega de Danza, con dirección escénica y dramaturgia de Marta Pazos y coreografía de Belén Martí LLuch (Salón Teatro de Compostela, 23 de junio). Es una propuesta esteticista, con el sello reconocible de Marta Pazos, en la que el baile tradicional y la coralidad son el motor, evocando la historia de la construcción del dique de la Campana de Ferrol, hecho por mujeres.
‘RUAR’ (Callejear. Andar de parranda) del Colectivo VACAburra, con Andrea Quintana y Davide González, dirigido por Gena Baamonde, en coproducción con la 41ª MITCF de Cangas do Morrazo (Plaza de la Constitución de Cangas, 5 de julio). La interioridad se proyecta en las ganas de parranda y de hacer fiesta, jugando con la percusión y el movimiento del cuerpo, haciendo sonar, de modo muy inventivo y lúdico, todo lo que les rodea.
‘PENSAR A CONTRATEMPO’ (Pensar a contratiempo) de Suevia Rojo (3º Festival de danza y movimiento ABANEA 2024. Pabellón del Mercado de Marín, 20 de julio). Fue el debut de Suevia, que nos sorprende con la calidad de su movimiento, desde una aparente sencillez anti-efectista, plena de belleza y de capacidad para ampliar horizontes.
‘NADA SE SABE’ do CDG y Culturactiva, dirigido por Fran Rei e Ignacio García (40ª MIT Ribadavia. Auditorio do Castelo de Ribadavia, 26 de julio). Un espectáculo, con un elenco con diversidad funcional, que tematiza la discapacidad, a través de las historias personales y del juego de representar el Filoctetes de Manuel Lourenzo.
‘CANCIÓNS AMARELAS, FLORES TRISTES’ (Canciones amarillas, flores tristes) de la Cía. Manekineko, con texto de Ernesto Is y dirección de Nerea Brey (Se estrenó en el Auditorio Municipal de Vigo, dentro del programa Vigocultura, el 15 de marzo. Yo la vi en la 40ª MIT Ribadavia, en el Salón de Fiestas del Club Artístico de Ribadavia, el 27 de julio). Es el retrato de seres desgraciados que se juntan en un karaoke para espantar sus males cantando. La mezcla de cabaret y drama, en un estilo “retro”, le dan el toque peculiar.
‘WTF!’ de Ay, Cariño! con Cris Vilariño y Diego Buceta (Se estrenó en el Festival Escora Danza en Carnota el 26 de mayo. Yo lo vi en el festival Teatro Gorrilla x Síntese Vigo, delante de la iglesia de Bouzas, en Vigo, el 28 de septiembre). Diversión e incredulidad garantizadas por el aspecto y el movimiento de dos seres, que parece como si viniesen de otro planeta y se quedasen alucinados con lo que se encuentran en este. Es una propuesta colorista, llena de vida, con un punto queer, capaz de hacer las delicias de personas de todas las edades.
‘BIPEDESTRUCIÓN’ de Disiden.Cía, con Marcia Vázquez y Martín Los Arcos (Se estrenó el 19 de abril en Danza Navarra. Yo la vi en la versión para calle, bajo el título Podería ser calquera (Podría ser cualquiera), en el festival Teatro Gorrilla x Síntese Vigo, delante de la iglesia de Bouzas en Vigo, el 28 de septiembre). A través de una caracterización y un vestuario fantásticos diluyen el binarismo de género y, desde el humor, juegan a componer figuras míticas híbridas entre lo femenino y lo masculino, lo animal y lo humano. Marcia y Martín desprenden buenas vibraciones y una simpatía desenfadada que se contagia.
‘O CIRCO DE PINOCHO’ (El circo de Pinocho) de Educateatro/Xandre Vázquez (Circo de carpa, que se estrenó en Redondela el 13 de octubre. Yo lo vi en Mos el 20 de octubre). El primer circo de carpa en lengua gallega, con números clásicos de circo: magia, malabares, acrobacia, rueda Cyr, etc. que se tejen a través del cuento de Pinocho. Gepetto, el carpintero, es un payaso, Pepiño Grilo es el presentador del circo y también está el hada Mimadriña, para compartir con nosotros el sueño de Pinocho de tener un circo, frente a las amenazas del Chinche Chinchón. Un espectáculo elegante que no renuncia al más difícil todavía para sorprendernos y sacarnos la sonrisa.
‘SOBRE O EXTRAVÍO OU A ARTE DE PERDERSE’ (Sobre el extravío o el arte de perderse) de la Cía. Furia Sotelo, dirigido por Ana Vallés (Se estrenó en espacio no convencional, en la Sala de Exposiciones del Auditorio Xosé Manuel Pazos Varela de Cangas, en una coproducción con la 41ª MITCF el 28 de junio. Yo lo vi en el estreno para sala, en el Teatro Principal de Ourense, el 17 de octubre). Poesía visual en danza, atravesada por reflexiones filosóficas relacionadas con el amor y con la importancia de no aferrarse. Nuria Sotelo está espléndida en su relación directa con el espectador. Con el movimiento hace que el espacio se transforme en una especie de deconstrucción del hogar y de las zonas de confort estandarizadas (la sala de estar, con sofás, lámparas y televisor). La importancia de trazar un camino para después perderse.
‘AS GARDIÁS, OU O NÓ DO TECELÁN’ (Las guardianas o el nudo del tejedor) de Násser Djemaï, traducido por Henrique Harguindey y escenificado por Teatro de Ningures, con dirección de Cristina Domínguez Dapena (Auditorio Xosé Manuel Pazos Varela de Cangas, 8 de noviembre). Cuatro ancianas, ex-trabajadoras de una fábrica de tejidos, se juntan en el piso de Rosa, que está en silla de ruedas, sin poder moverse ni hablar, para cuidarla y cuidarse entre ellas, hasta que llega la hija de Rosa con la intención de vender el piso para poder ingresar a su madre en una residencia especializada cerca de su casa. En forma de comedia, con momentos muy puntuales de realismo mágico, propiciados por el movimiento inesperado de Rosa, interpretada por Amparo Martínez Paz, la obra da para divertirse y para pensar en la importancia de conciliar los cuidados con la libertad en la tercera edad. Además de Amparo, cuenta con un elenco excepcional: Casilda Alfaro, Sonia Rúa, Rebeca Montero y Melania Cruz. Este espectáculo supone la vuelta de Teatro de Ningures (1986), que había estado sin producir para distribuir desde 2016.
El balance de las artes escénicas gallegas, teniendo en cuenta estos 24 estrenos y pensando en todos los que me he perdido, es muy positivo no solo en cantidad sino también por la calidad de la mayoría de las propuestas.
Acabamos el año con una buena noticia, la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, por parte del Ministerio de Cultura, a la creadora gallega Ana Vallés. Creo que es la primera vez que alguien del sector de Galicia alcanza esta distinción. No en balde, Ana Vallés es la creadora pionera del teatro contemporáneo posdramático gallego y también a nivel estatal. Hay que valorar, después de más de treinta años de carrera, su capacidad para sorprendernos y para conectar con inquietudes existenciales a través de una acción escénica en la que vibra la magia y con la que inventa, en cada obra, la belleza.
En este balance, de lo que han dado de sí las artes escénicas en 2024, también me gustaría resaltar el debut rutilante de Ay, Cariño!, de la luguesa Cris Vilariño y del vigués Diego Buceta, con dos piezas singularísimas, para exteriores ‘WTF!’ y para sala ‘MILLO VELLO’. En ambas hay una especie de locura liberadora, divertida y que nos conecta con la necesidad de escucharnos y de escuchar el paisaje del que formamos parte. Hay en ellas un cierto despliegue de energías telúricas, modeladas, en ‘WTF!,’ desde la juerga casi carnavalesca y, en ‘MILLO VELLO’, desde el ritual de la construcción de un nido o cesto, una casulla mágica que nos ciñe a la tierra y que sirve también de crisálida para la transformación y para sacar los seres brillantes que llevamos dentro. Ay, Cariño! es, para mí, sin duda, una de las joyas de este 2024.
También ha sido un descubrimiento Tanit Cobas, bailarina y coreógrafa gallega afincada entre Cataluña y Alemania, de la que pudimos descubrir su divertida y liberadora pieza ‘THE EXPOSURE’. En ella desnuda las poses y clichés de la danza y, por extensión, comparte con nosotros, desde el humor, un precioso divertimento contra las composturas que nos restan.
Otro descubrimiento maravilloso ha sido Suevia Rojo, que debutó con ‘PENSAR A CONTRATEMPO’, caracterizada por un movimiento helicoidal y una presencia magnética, sin hacer concesiones a efectismos, desde una aparente sencillez, con una calidad que parece que está inventando la danza.
Después de su 20º aniversario, el Teatro Ensalle de Vigo también merece una mención por su intrépida y apasionante capacidad para situarse fuera de cualquier zona de confort. Con ‘SOBRE’ deconstruyen el teatro y lo llevan a un lugar lleno de fuerza y de encanto revolucionarios. Esto es increíble, a día de hoy, después de tantas vueltas y de tanta experimentación como ha habido en la historia de las artes escénicas. Sin embargo, Pedro Fresneda, Raquel Hernández y Artús Rei, en este caso al lado de Juan Navarro, nos rompen todos los esquemas y nos permiten disfrutar poniendo patas arriba el mundo. Eso nos sirve, además, para despertar un poco las conciencias adormecidas con tanta sobreabundancia consumista y con tanta anestesia digital.
Solo me resta esperar que el 2025 nos sea propicio para continuar disfrutando y aprendiendo con las artes escénicas.