La Junta de Dueños del fútbol mexicano se reunirá esta semana para analizar el presente y futuro tanto de la Liga MX como de la Selección Mexicana.
LOS ÁNGELES — Asómese a la biblioteca de sus más oscuros e intensos deseos. Elija, después, su lectura morbosa e íntimamente anhelada del día, para este miércoles 3 de julio, fecha pactada para que se arrejunte #LaYuntaDeDueños (dixit Sven-Goran Eriksson).
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Parto de los Montes, Esopo.
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Rebelión de los Colgados, Bruno Traven.
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Caza de Brujas, Trinidad Hernández.
¿Cuál elige? ¿Cuál de ellos –metafóricamente hablando–, beneficiaría al futbol mexicano? No, no puede elegir a todos.
Supuestamente, Emilio Azcárraga Jean sí estará en la Asamblea de Propietarios. Claro, porque su ausencia erosionaría la ya enclenque autoridad y credibilidad del Máster del Gatopardismo, Juan Carlos Rodríguez. Y entonces quedaría tan expuesto como un espantapájaros, pero no ante una bandada de cuervos hambrientos, sino de buitres cebados. Si no va Emilio, La Bomba quedaría reducido al efímero chisporroteo de un simpático buscapiés.
¿Escenarios? Muy diversos. Tanto como los títulos ofrecidos para que usted desvaríe ociosamente entre lo que quisiera que ocurriera, lo que debiera ocurrir, y lo que pudiera ocurrir.
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La Bomba, el Máster del Gatopardismo, espera que Azcárraga Jean vote a favor de la continuidad de Jaime Lozano. No solo porque eventualmente hay vestigios, más solubles que sólidos, en que el proyecto puede arrojar frutos en dos años.
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Los Multipropietarios han dividido los frentes, pero con mucha cautela. No quieren desafiar la ira de Azcárraga Jean y su archivo de #Gates, como ocurrió con el #TuzoGate. Orlegi, Azteca y Caliente interpelarán e increparán solo a Juan Carlos Rodríguez, pretendiendo que sus cuestionamientos salpiquen a Emilio. Grupo Pachuca tiene otros socios: Juárez, Tigres, Monterrey, Toluca, y hasta este martes estaban en duda Cruz Azul y Chivas.
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Si la andanada de reclamos de la bandada de inconformes es intensa, se ofrendaría el cargo de Duilio Davino, y si no bastara, entonces irían por Jaime Lozano.
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Hay Plan B y C. Emilio se inclina por Javier Aguirre, quien ha aceptado nuevamente, contrario a lo de hace unas semanas, tomar el mando del Tri. La siguiente opción es Guillermo Almada. Si llega el uruguayo, es evidente que estaría omnipresente Jesús Martínez y eso disgustaría a Orlegi, Azteca y Caliente. Competirían Almada y Aguirre con el proyecto más fértil para 2026, incluso obligando a Andrés Lillini a cerrar filas con cualquiera de ellos.
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Al final, prevalecerá la voz de Azcárraga Jean. Si él decide cambiar, habrá cambios, dependiendo de cuánta presión y unidad haya. Dará oportunidad para que La Bomba defienda su proyecto completo ante #LaYuntaDeDueños, especialmente en el tema de la Multipropiedad, pero, el ascenso y descenso, permanecerá por tiempo indefinido.
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Si se mantiene Jaime Lozano, aún habría oportunidad de ligar a Javier Aguirre en el puesto de Duilio Davino, y crear un plan más congruente para 2026, sin los agujeros que hoy tiene. El Vasco podría aglutinar a extécnicos nacionales, que hasta hoy no sienten confianza en Juan Carlos Rodríguez. Al grado que fracasó su Consejo de Sabios, pues todos abandonaron el barco: Ricardo Peláez, Ricardo LaVolpe, Fernando Hierro, Rafa Márquez, Carles Puyol, y apenas sigue vinculado el mismo Aguirre.
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En otros temas se haría oficial el ya anunciadísimo aumento a 20 equipos, vendiendo las franquicias a dos clubes de Liga de Expansión, porque, además, se ampliarían las opciones de contenido para todas las televisoras, con anunciantes incluidos.
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Tiemblan los proyectos financieros de La Bomba. Crear un fondo financiero común con anunciantes, televisoras y otros patrocinadores, incluso del extranjero, deja sabor de injusticia en algunos propietarios. Chivas, Tigres, Rayados, Cruz Azul, y el mismo América, saben que su camiseta debe valer más que la de equipos parásitos como Mazatlán, Puebla, Querétaro, Santos, Xolos y varios más.
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El único punto de coincidencia de los clubes, incluso entre los acérrimos enemigos, es su incomodidad acerca de cómo se maneja de manera mediática a la Selección Mexicana. El departamento de comunicación no goza de todas las simpatías, aunque tiene a su favor que por primera vez ha logrado comercializar y extender de manera notoria y notable la marca del Tri, aunque los resultados le jueguen en contra. A los equipos les parece excesivo el presupuesto asignado a ese departamento. La Bomba lo defenderá, porque es parte del aparato de penetración de cara al Mundial 2026.
Este es el semblante de #LaYuntaDeDueños para este miércoles. Al final, ocurra lo que ocurra, siempre saltará la misma farsa de “ha sido una decisión unánime”.
Por supuesto que no habrá conferencia de prensa, pese a que Juan Carlos Rodríguez ya debe una comparecencia después de tantos tropiezos y logísticas fallidas. Pero, seguirá azorrillado en su búnker. En su lugar, un escueto boletín, promulgando la grandiosidad de la unión, la solidaridad y la preocupación de todos los propietarios, por el bien del futbol mexicano.
Cierto, hay versiones de que Orlegi, Azteca y Caliente cuestionarían directamente a La Bomba, como venganza de la forma en que los echó después de la derrota ante EEUU (0-3, Las Vegas, 2023), junto con Diego Cocca y aplicándole aires de purga a Ares de Parga.
Pero, Emilio no va a permitir que su (Panzerkampfwagen) Tanque Pánzer sea expulsado, aunque, eso sí, para que sienta el rigor, maltratado, cuestionado y condicionado. Tal y como lo hizo en su momento con Decio de María y Yon de Luisa.
