Por Jasmine Cui – NBC News
El largo invierno que ha vivido el sector inmobiliario podría estar mostrando los primeros indicios de deshielo, según los nuevos datos del Índice de Compradores de Viviendas de NBC News.
Las dificultades de los compradores están disminuyendo, debido a la mejora de la oferta y a una menor competencia. Sin embargo, los precios siguen siendo altos, y los expertos aseguran que cualquier mejora podría depender de decisiones políticas, entre las que destacan los aranceles y las guerras comerciales.
El Índice de Compradores de Viviendas es una escala de 0 a 100 que mide la dificultad que tendría un comprador para intentar comprar una casa en un mes determinado. El valor del índice de febrero fue de 80.1, por debajo de los máximos de la pandemia, cuando se ubicó en los 80, pero sigue siendo una cifra que representa una dificultad extrema.

Las viviendas también están pasando más tiempo en el mercado: 40 días o más como promedio, un marcado contraste con el período más álgido de 2021, cuando las viviendas estaban en el mercado menos de la mitad de ese tiempo.
Esas dinámicas se reflejan en los subíndices del Índice de Compra de Viviendas. El Índice de Competencia de Compra de Viviendas se situó en 63.4, un descenso a sus niveles prepandémicos, y el Índice de Escasez de Compra de Viviendas siguió una trayectoria similar, y se situó en 68.4.
Pero la incertidumbre económica es notable, ya que el Índice de Inestabilidad Económica de Compra de Viviendas se situó en 91, más alto que en esta época el año pasado.
“Los compradores que están preparados y cumplen los requisitos tienen ahora más oportunidades que hace un año”, afirmó Vinny Rodríguez, un alto directivo de préstamos de Fulcrum Home Loans, una empresa de Idaho con clientes en gran parte del país.
Rodríguez dijo que está viendo cómo muchos de sus clientes llegan al fin de la espera. A nivel nacional, también ha habido un repunte en la demanda de hipotecas, que está en su punto más fuerte en meses. Aunque la asequibilidad sigue siendo un gran obstáculo, muchos de estos compradores, explicó Rodríguez, están empezando a aceptar las condiciones actuales del mercado.
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Aun así, advirtió, la política económica sigue siendo una gran interrogante y el modesto alivio podría ser efímero. Gran parte de esa incertidumbre, puntualizó Rodríguez, proviene de las conversaciones comerciales.
“Todos los titulares son del tipo: ‘¿Giro a la izquierda, voy a la derecha?’”, comentó Rodríguez. “Cuando el mercado es incierto en la forma en que lo ha sido, eso podría ralentizar el desarrollo de la construcción y también la venta de viviendas”.
En el sector, los constructores de viviendas se sienten decepcionados por las conversaciones sobre aranceles. La confianza de los constructores está cayendo, ya que se espera que todo, desde la madera hasta los electrodomésticos, sea cada vez más caro. Eso podría contrarrestar los avances logrados ante la escasez en inventarios y la asequibilidad, ya que algunos contratistas de la construcción ya han subido los precios hasta 20%.
Rodríguez describió las claves para estabilizar el mercado: un aumento lento del valor de la vivienda y descensos constantes de los intereses. En un mercado que ha estado más inestable en el lado de la oferta, señaló, los cambios rápidos hacen subir los precios y, por lo tanto, dificultan la compra.
“Preferiría que mantuviéramos el rumbo”, señaló Rodríguez. “Cualquier movimiento repentino hará que la gente reaccione rápidamente”.