Mario Mairena Eriksson (1993, Málaga), más conocido como Mario ‘Tank’, es un atleta que revolucionó el mundo del CrossFit primero, y del powerlifting después. Fue campeón de España y del Arnold Classic de esta segunda disciplina, la cual llegó como un reto para él.
Su vida con el deporte va de estos retos, y hace un tiempo, desde ‘Men’s Health’ se atrevieron a retarle a cambiar totalmente de registros, proponiéndole hacer tres medias maratones en tres meses. Dicho y hecho. Las completó, pero ahora quiere más, y de ello ha hablado en una entrevista concedida a AS desde la sede de Ruster, la marca de equipamiento deportivo con la que trabaja, además de con The Fittest Managers, entre otros.
– ¿Cómo se encuentra?
Bien, contento e ilusionado. Estoy ilusionado de formar parte de un grupo tan maravilloso como Ruster, con atletas increíbles, y sentirme como uno más. Es una marca que apostó por mí antes de conseguir mis logros.
“Lo dejé todo por ser campeón de España de powerlifting”
Mario Mairena
– Cuéntenos un poco de su historia con el deporte
Mi padre era futbolista, jugaba en el Schalke 04, te estoy hablando de hace muchísimos años, y de ahí lo dejó al poco tiempo y empezó con el culturismo, hasta el punto que compitió con Arnold Schwarzenegger, que para mí es un ídolo. Y yo también quise ser futbolista, y por cosas que pasan, llegué a jugar en la primera división de Malta, y al final tuve mala suerte.
Después, empecé con el CrossFit, y ahí me di cuenta que a mí me gustaba competir, y demostrarme que yo puedo lograr ciertas cosas, ciertos objetivos. Cada vez me he ido poniendo límites más altos, y llegó un punto en el que me vi más fuerte de lo normal, que se me daba bien, y lo dejé todo por ser campeón de España. Yo antes de serlo ya sabía que lo iba a conseguir, y así fue. Luego me fueron invitando a eventos muy grandes, y tuve la oportunidad de competir en la Arnold Classic Europe, que es enorme, y ver la imagen de mi padre con Arnold, a mí me hacía muchísima ilusión competir en algo que fuera relacionado con él.
– ¿Cómo fue esa etapa como powerlifter?
Desde fuera es como todo, parece muy fácil, pero no entienden el trabajo que requieren ciertas cosas. He tenido que dejar muchísimas cosas atrás, como bodas de mis mejores amigos, que me duele, pero sabía que si quería lograr algo necesitaba esa disciplina. Quería intentar ser algo, porque sino sabía que me iba a arrepentir. Dejé todo de lado. A mí me impactó mucho que la gente se sorprenda por la calle por lo grande que eres.
Luego, de cara a la nutrición, he tenido que comer tres veces lo que una persona normal, cortar el cardio para no afectar a los entrenamientos, retención de agua, y llegué a pesar casi 140 kilos.
No te das cuenta de las cosas que has tenido que dejar de lado por la ilusión que tienes, las ganas, tanta hambre de poder conseguirlo… No me iba a rendir hasta conseguirlo. En el momento no me di cuenta de lo que me estaba pasando, estaba disfrutando de la buena progresión que tenía, y de estar rodeado de los mejores entrenadores.
– De ahí a la cima…
Sí, en tan poco tiempo que fueron 3 años, competí contra gente que llevaba 15-20 años en esto, entonces sí que tenía dudas, incluso del reglamento. En ese poco tiempo poder conseguirlo, hizo que me ganase el respeto de los powerlifters, y esa sensación de competir contra un lituano que había ganado siete años en su país, varios eventos, y mirar en su currículum solo primeros puestos… yo sabía que me enfrentaba a algo bastante serio, pero para mí, ganarle iba a ser una satisfacción inolvidable. Conseguirlo fue… no te imaginas.

– ¿De ahí viene lo de ‘Tank’?
No, fíjate. Yo era futbolista y todo lo que se me daba bien era correr, hacer cardio, y de repente, había como una pizarra, y tenía todos los récords de correr, de saltar, y había otra lista con los de fuerza, y un chico me dijo: ‘Sí, sí, de cardio mucho, pero de fuerza nada’. Eso me hizo cortocicuitar, y le dije que mi nombre iba a estar en toda esa lista. Ya era como el objetivo de mi vida, y lo conseguí todo, menos uno, que era el press-banca. Ese hombre vino otro día y me dijo: ‘Pareces un tanque’.
Y de ahí, en Instagram, que es un nombre que llama un poco la atención, ya me empezaron a llamar ‘el tanque’, y se ha quedado ahí. A mí me hace gracia.
“La gente no entiende el peligro que tiene el powerlifting”
Mario Mairena
– ¿Cómo fue ese cambio del powerlifting a ser ‘el runner más fuerte del mundo’?
No me doy cuenta de lo fácil que es, pero fue por picarme. Dije: ‘Se acabó el powerlifting’, pero hay que tener clara una cosa en la vida, y es poner el balance, porque la gente no entiende el peligro que tiene el powerlifting. Estamos hablando de levantar una barbaridad de kilos. Yo no era consciente. En mi cabeza, para convencerme, me decía: ‘Es solo un disquito más’. Cuando calentaba empezaba cogiendo 125 kilos… luego 175 kilos… y estaba calentando todavía, y eso hay gente que no lo mueve nunca. He visto mucha gente lesionarse, y tiene muchas consecuencias este deporte, y es que siendo tan grande, reteniendo tanto líquido, te cuesta más coger el aire, respirar, y aunque puedes atravesar un muro, no puedes subir la cuesta andando, y quería dejarlo de lado.
Quería bajar de peso otra vez. Me lo pedía mi familia, mis amigos, que ya había demostrado todo, y me puse a correr un poquito. Lo vio el de ‘Men’s Health’ y dijo: ‘A ver si haces un día una media maratón’. Y de ahí acepté el reto, y a la gente le ha flipado. Para mí no era algo para hacerlo viral, pero a la gente le encantó.
Hice la primera y pensé en el gran respeto que tengo por esta gente, que corren tan rápido… Admiro a los profesionales por lo bien que lo hacen, y quería dar un paso más, me interesó esto, y pensé que me hacía falta que alguien me entrenase, y un día, sentado en el sofá con mi pareja viendo la tele, le dije: ‘Mira, ese hombre de ahí, ese va a ser mi entrenador’, y es que yo era ya fan número 1 de Carlos Rojo.
Le hice la propuesta y le encantó. A partir de ahí empezamos a trabajar juntos, y de no ser por él no habría conseguido llegar hasta aquí. El trabajo que hizo fue perfecto. Pocas personas saben programar para gente de mi peso, porque no es algo típico. No me he lesionado, tengo todo perfecto. Después, se consiguió el reto, y se ha hecho viral el tema del ‘runner más fuerte del mundo’.
– Eso trajo consigo un gran cambio físico
Es como pasar de meterte en una jaula llena de gorilas, porque había más gente mucho más grande que yo, a algo mucho más tranquilo, acogedor, y con gente animándote a que te unas. En Málaga me llamó la atención una cosa, y es que la gente me reconocía, llegaba a la meta y volvía hacia atrás para acompañarme hasta la meta.
Yo como runner soy malísimo comparado con la gente que corre de verdad. Viniendo de donde vengo, les ha emocionado que una persona como yo decidiese cambiar al running.
“Lo más difícil que he hecho en mi vida es el powerlifting”
Mario Mairena
– ¿Qué es más complejo de preparar, una competición de powerlifting o una carrera?
Los dos son constancia. He hecho muchísimos deportes, he corrido… pero lo más difícil que he hecho en mi vida es el powerlifting, y te lo explico muy fácilmente. Tú cuando vas a correr y tienes un mal día, puedes ir más lento. Si te echan del trabajo, puedes entrenar menos, pero yo tenía que seguir con mis objetivos. Yo pasé por un momento muy duro de mi vida antes de competir en powerlifting. Tuvimos un problema familiar y una situación que no te puedes ni imaginar…
Yo ese día, cuando me entero, me tocaba hacer dos repeticiones de 320 kilos en sentadilla, y tú puedes pensar: ‘¿De dónde sacas las ganas?’. No, si tú quieres ser campeón es lo que toca, es lo que hay que hacer. En este deporte tienes que seguir, y psicológicamente es mucho más duro de lo que te puedes imaginar. Todo el mundo dice que le gusta levantar kilos, pero hazlo cinco días cada semana, y que sea repetir, repetir y repetir… Esa disciplina tan dura que tuve fue muchísimo más duro que el running.
A tres semanas de mi última competición, que fue la mejor, fallé en cinco entrenamientos, y afrontarlo es muy duro. Muchas personas cuando fallan se desploman, se quieren ir, y esa parte psicológica es la más importante. De hecho, la final la gané precisamente por un juego de psicología.

– ¿Cómo fue?
Yo, como te he dicho, esas semanas antes fallé mucho y no subí nada a las redes. Tenía la lumbar reventada. Y, de ahí, el lituano se empezó a poner nervioso porque yo iba con una gran confianza, de ‘voy a destrozar la competición’. Y el último día clavé el entrenamiento. Yo sabía que él era más fuerte que yo en press-banca y peso muerto, pero sabía que tenía que ganarle en sentadilla, y quise asegurarme de empezar antes que él en eso.
Él venía con su equipo entero, y yo venía solo con un amigo y mi pareja… y después puse en la pizarra que iba a empezar con 340 kilos de primera tirada, y eso es absurdo. Si llega a hacerlo me hunde, pero era un juego psicológico, porque puedes cambiar tu marca en el último segundo, y puse 350 kilos. De repente todos los lituanos empezaron a mirar la pizarra como pensando que estaba loco. El atleta se fue corriendo a calentar, y yo me quedé ahí, y cambié el número a 315 kilos, y él siguió con el plan. O fallaba, o lo bordaba.
Hice 315 kilos, y él falla los 340 kilos. No me lo creía. Subí a 330 kilos con una confianza tremenda. Él volvió a fallar, incluso le pasó la barra por encima de la cabeza. Psicológicamente estaba destrozado él, y yo me vi con una grandísima confianza, llegando a subir después a 341 kilos para ponerme por encima de él. Y el lituano volvió a fallar por tercera vez y perdió.
“Compagino el Hyrox con la preparación para completar una maratón”
Mario Mairena
– Y ahora a competir también en Hyrox
Si, tengo como entrenador a Pelayo Menéndez, que es de los mejores del mundo, y eso sí que es un reto, porque es el running mezclado con alta intensidad, y a eso no estoy acostumbrado. Eso sí que es una preparación dura, y a su vez la estoy compaginando con la preparación más grande, que es la que está esperando todo el mundo, que es completar una maratón, pero necesito perder peso. Estoy enfocado en la transformación de perder peso, pero haciendo musculación, pero combinado con el running. Quiero ver si con eso doy con la tecla y hago una buena maratón en Valencia.
– ¿Cómo lo afronta?
Al principio, con las manos en la cabeza, pero es que soy la persona más afortunada del mundo, porque tengo a los mejores de cada sector y están ilusionados con el reto. Entonces sé que estoy en buenas manos, confío plenamente en ellos, y somos un súper equipo. Vamos poquito a poco, y seguramente lo vayamos a conseguir.
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