El senador Marco Rubio, nominado para secretario de Estado en el gobierno de Donald Trump, centró su audiencia de confirmación ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado en abordar la amenaza que representa China, intensificar el apoyo a Israel y presionar a países que no cumplen con sus compromisos de defensa común, como España, a aumentar su inversión en seguridad para garantizar una contribución equitativa dentro de la OTAN.
Rubio afirmó que quienes apoyen al grupo terrorista Hamás, responsable del ataque contra civiles israelíes en 2023, deberían tener prohibida la entrada a Estados Unidos y, si ya poseen un visado, este debería ser revocado. También criticó con dureza al Tribunal Penal Internacional (TPI) por sus investigaciones contra funcionarios israelíes, incluido el primer ministro Benjamín Netanyahu, en relación con la guerra en Gaza. «El tribunal ha dañado enormemente su credibilidad global», señaló, advirtiendo que este caso establece un peligroso precedente que podría utilizarse contra Estados Unidos en el futuro. Tanto la Administración Biden como el equipo de transición de Trump han condenado las acciones del tribunal, considerándolas fuera de su jurisdicción.
El presidente de la Comisión, James Risch, describió a Rubio como «la persona adecuada» para liderar el Departamento de Estado en este momento crítico. Risch subrayó que China representa «el mayor riesgo a largo plazo» para Estados Unidos y elogió las políticas de Rubio hacia Pekín. Asimismo, afirmó que Rubio trabajará para garantizar una «presión máxima» contra Irán y para lograr el fin rápido y definitivo de la guerra en Ucrania.
Rubio coincidió y exhortó a los senadores a tomar con seriedad la tarea de frenar el auge de China, calificándola como «la mayor amenaza a futuro para Estados Unidos». Además, se comprometió a contrarrestar el expansionismo chino en América Latina, donde, según advirtió, cada vez más países dejan de reconocer a Taiwán como nación independiente para congraciarse con el régimen comunista de Pekín.
El senador reafirmó su respaldo a la defensa de Taiwán mediante la estrategia del «puercoespín», diseñada para elevar el costo de una invasión china al punto de disuadir cualquier acción militar. «Queremos hacer que el costo de invadir Taiwán sea más alto que el beneficio», afirmó. Rubio también destacó que China es un rival más formidable que la extinta Unión Soviética debido a su influencia en tecnología, industria, ciencia y su alcance geopolítico.
Interrupción
La audiencia fue interrumpida por manifestantes que protestaron en inglés y español contra la política de Estados Unidos en Oriente Próximo y América Latina. Rubio bromeó: «Tengo protestas bilingües, lo cual es un honor». El senador, que sería el primer latino en ocupar el cargo de secretario de Estado, enfrentó preguntas críticas, pero recibió amplio respaldo de sus colegas de ambos partidos.
Rubio, un veterano senador, ha formado parte de numerosas comisiones, incluida la misma que lo interrogó este miércoles. En un momento de la audiencia, bromeó diciendo que confiaba en que se aprobara su candidatura, ya sea por sus cualificaciones «o porque quieren librarse de mí». Tanto demócratas como republicanos reconocieron su experiencia legislativa para fortalecer el papel de Estados Unidos en el mundo.
Cuestionado sobre la OTAN
La senadora demócrata Jeanne Shaheen, miembro de rango del Comité, elogió las cualificaciones de Rubio y solicitó detalles sobre sus planes para Ucrania, el papel de las mujeres en la diplomacia global y la estrategia en Oriente Próximo. Preguntado sobre si aceptaría que un presidente sacara a Estados Unidos de la OTAN, Rubio declaró su apoyo a una Alianza fuerte y respaldó las demandas de Donald Trump de que los demás socios de la OTAN aumenten su contribución a la defensa mutua.
Rubio criticó que algunos países europeos de la OTAN, siendo economías ricas, hayan contribuido menos a su defensa y a la de la alianza, delegando esa carga a Estados Unidos. Señaló que el reciente aumento en el gasto militar europeo debido a la guerra en Ucrania demuestra que una mayor preparación previa podría haber disuadido el conflicto. Asimismo, cuestionó que estos países prioricen programas sociales en lugar de invertir en defensa, algo que, según él, Estados Unidos no puede permitirse de la misma manera. «Estos países avanzados de Europa Occidental han podido expandir programas de bienestar social porque no dedican el mismo porcentaje de su economía a la defensa que nosotros. Nosotros también tenemos necesidades domésticas», afirmó.
El objetivo de gasto en defensa de los países de la OTAN es del 2% del PIB. España, con una inversión del 1,28%, según cifras de la propia organización, se encuentra entre los países con menor aportación. Actualmente, solo ocho de los 31 miembros de la OTAN están por debajo del compromiso del 2%.
La Comisión de Relaciones Exteriores tiene previsto votar la nominación el próximo lunes, marcando uno de los últimos pasos antes de que el pleno del Senado tome una decisión final.
