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El senador por Florida, quien ha adoptado posturas de línea dura respecto a China, Irán y Venezuela, parece ser el elegido del presidente electo para fungir como máximo diplomático de la nación.
Se espera que el presidente electo Donald Trump nombre al senador Marco Rubio de Florida como su secretario de Estado, dijeron el lunes tres personas familiarizadas con su pensamiento, cuando Trump avanza rápidamente para completar su equipo de política exterior y seguridad nacional.
Trump aún podría cambiar de opinión en el último minuto, dijeron las personas, pero parecía haberse decidido por Rubio, a quien también tuvo en cuenta al elegir a su compañero de fórmula este año.
Rubio fue elegido senador en 2010 y se ha posicionado como un halcón de la política exterior, adoptando posturas duras en relación con China, Irán, Venezuela y Cuba en particular.
Al principio se encontró en desacuerdo con los republicanos que se mostraban más escépticos sobre las intervenciones en el extranjero, pero más recientemente también ha repetido las posturas de Trump en cuestiones como la guerra de Rusia contra Ucrania, afirmando que el conflicto ha alcanzado a un punto muerto y “necesita llegar a una conclusión”.
A pesar de haberse expresado en términos duros sobre Rusia en el pasado, Rubio probablemente secundaría los esperados planes de Trump de presionar a Ucrania para que encuentre una forma de llegar a un acuerdo con Rusia y permanecer fuera de la OTAN. No está claro si los líderes de Ucrania o Rusia estarían dispuestos a entablar conversaciones a instancias de Trump.
Rubio ha sido uno de los senadores que más ha hablado de la necesidad de que Estados Unidos sea más agresivo con China. Ha adoptado posturas que más tarde se convirtieron en la corriente dominante en ambos partidos. Por ejemplo, mientras ocupaba un escaño en el Congreso durante el primer gobierno de Trump, empezó a abogar por una política industrial destinada a ayudar a Estados Unidos a competir mejor con la economía estatal china.
Rubio también fue uno de los presidentes de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China, una comisión ejecutiva cuyo objetivo ha sido elaborar una política agresiva en torno China, especialmente para tratar de abordar los abusos contra los derechos humanos en ese país. En 2020, Rubio patrocinó un proyecto de ley que trataba de impedir la importación de productos chinos fabricados con mano de obra forzada de la minoría étnica uigur de China. El presidente Joe Biden lo convirtió en ley al año siguiente.
En 2019, Rubio ayudó a persuadir a Trump para que adoptara una dura política de sanciones contra Venezuela para tratar de desbancar a su autoritario presidente de izquierda, Nicolás Maduro. “Ha elegido una batalla que no puede ganar”, dijo Rubio sobre Maduro en una entrevista con The New York Times. “Es solo cuestión de tiempo. Lo único que no sabemos es cuánto tiempo tomará, y si será pacífica o sangrienta.“
Aunque los venezolanos han sufrido las sanciones impuestas por Estados Unidos, Maduro sigue en el poder.
En fechas más recientes, Rubio ha expresado el apoyo incondicional de Estados Unidos a la guerra de Israel en Gaza. Cuando una activista por la paz le preguntó a finales del año pasado qué pensaba de las numerosas muertes de civiles palestinos, dijo: “Creo que Hamás es culpable al 100 por ciento”.
Rubio ha trabajado con los demócratas en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y en el Comité de Inteligencia del Senado, y probablemente superaría sin problemas el proceso de confirmación.
Si se convierte en secretario de Estado, una de las principales preguntas es si renunciaría a las intervenciones de Estados Unidos en algunas partes del mundo para dar prioridad a China. Ese enfoque estaría en consonancia con las ideas de Trump de “Estados Unidos primero”, pero iría en contra de algunas de las posiciones anteriores de Rubio.
Rubio fue un fiel promotor de Trump durante la campaña, incluso después de haber sido descartado como candidato a la vicepresidencia.
Un portavoz de Rubio declinó hacer comentarios, y un portavoz de Trump no respondió en un primer momento a una solicitud de comentarios.
Trump ha hecho su elección para una serie de otras funciones de seguridad nacional. Ha elegido al representante Michael Waltz, republicano de Florida, para ser su asesor de seguridad nacional, y a la representante Elise Stefanik, republicana de Nueva York, para ser embajadora ante las Naciones Unidas.
Rubio fue elegido senador por primera vez en 2010 como parte de una nueva generación de líderes conservadores del Tea Party. Pero algunos conservadores le consideraban vacilante en materia de inmigración, un asunto que le causó problemas políticos cuando se presentó a la candidatura presidencial republicana en 2016 contra Trump y otros.
Durante esa campaña, Trump lo menospreció llamándolo “Pequeño Marco”, y Rubio respondió con ásperos ataques.
Pero tras la victoria de Trump en 2016, Rubio se dispuso a arreglar las cosas con él, trabajando como asesor informal en política exterior y ayudándolo a prepararse para su primer debate contra Biden en 2020.
Según la ley de Florida, el gobernador Ron DeSantis puede nombrar temporalmente a un sustituto para el escaño de Rubio, quien ejercería en el Senado hasta que se celebren las próximas elecciones generales programadas regularmente. Tras las elecciones de la semana pasada, los republicanos ocuparán al menos 52 escaños en la cámara.
Catie Edmondson colaboró con la reportería.
Maggie Haberman es corresponsal política sénior que cubre la campaña presidencial de 2024, desde las contiendas electorales en todo el país hasta las investigaciones sobre el expresidente Donald Trump. Más de Maggie Haberman
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