Por primera vez, el máximo responsable de la diplomacia de la primera potencia mundial se desempeña en español. Y Marco Antonio Rubio no habla un español aprendido y titubeante, lleno de errores o calcos del inglés, sino un español auténtico, cubano, con su característico seseo. Este rasgo es evidente en frases como la que pronunció en el Senado hace poco, que bien podría representar una nueva declaración de intenciones para la diplomacia del segundo mandato de Donald J. Trump : «Estados Unidos debe dejar claro al pueblo de Venezuela, Cuba y Nicaragua que América sigue aquí y apoyará su lucha contra la tiranía y el terrorismo».Era esa frase parte de un discurso de crítica a la política de la Administración Bide n de hacer concesiones ante Nicolás Maduro para lograr unas elecciones libres y ante la dictadura castrista en Cuba para ver si esta permite algo más de libertad a sus ciudadanos. La voz del senador ha sido estos cuatro años la del azote de una política exterior de la Casa Blanca marcada por ese aperturismo cuyos resultados han sido más bien magros. Rubio es un orgulloso hijo del exilio cubano , nacido en Miami hace 53 años, con una trayectoria consolidada en la política republicana de Florida. En 2016 lanzó una breve campaña presidencial que lo convirtió temporalmente en adversario de Trump, aunque finalmente se alineó con él, y ahora, en el regreso triunfal del expresidente a Washington, se encargará de llevar su agenda internacional. Su designación como secretario de Estado ha generado entusiasmo entre los exiliados cubanos y venezolanos, quienes ven en Rubio a su defensor en una escena internacional de la que, con Biden, se habían sentido, en el mejor de los casos, desplazados.Nombramiento sorpresaNo solo los exiliados en Florida han recibido con alivio la elección del senador Rubio. Para quienes preveían una política exterior de Estados Unidos en repliegue, dirigida por alguna figura inesperada proveniente del mundo de las start-ups o de un podcast alternativo, el nombramiento de Rubio supone una sorpresa . Asumirá el liderazgo uno de los senadores republicanos con mayor conocimiento de la política latinoamericana, defensor inquebrantable de Israel, aliado de Ucrania, amigo de Europa y firme partidario de la OTAN. Es lo más cercano a un «halcón» que Trump podría tener frente a Rusia y China, y una figura que conoce muy bien la dinámica de poder en el continente americano.Rubio cuenta, además, con respaldo bipartidista. Incluso el senador demócrata de tendencia progresista John Fetterman , uno de los más fervientes defensores de Israel tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, ha manifestado públicamente que apoyará su confirmación en el Senado. «No es un secreto que el elegido de Trump y yo pensamos diferente, pero es una excelente elección», declaró Fetterman en redes sociales.Relación con EspañaDesde hace años, Rubio ha cultivado una imagen de líder diplomático, una especie de secretario de Estado en la sombra. En 2019, cuando los Reyes de España visitaron Cuba en un viaje organizado por la Moncloa de Pedro Sánchez y no incluyeron reuniones con opositores en su agenda, Rubio les envió una carta instándolos a reunirse con ellos, advirtiendo que, de lo contrario, «su visita servirá como propaganda de legitimidad para un régimen que ha dado cobijo al narcodictador venezolano Nicolás Maduro y a otros elementos extranjeros que socavan los valores democráticos del continente«.Años después, el senador bloqueó temporalmente el nombramiento de la embajadora de Biden ante España, Julissa Reynoso , a quien consideraba «una simpatizante y apologista del régimen de Castro». Reynoso, a quien Rubio calificó como «delegada en España de los dictadores», provenía de la Casa Blanca, donde trabajaba con la primera dama, y carecía de experiencia diplomática. Finalmente, Reynoso abandonó el cargo antes de las elecciones.Al elegir a Rubio, Trump ha optado por alguien con más experiencia en política internacional que él mismo, con una visión propia y una trayectoria consolidada, un viejo rival convertido más que en subalterno, en aliado. Una de las dotes de Rubio es la claridad, algo poco común en el enrevesado lenguaje de las vaguedades diplomáticas. En su dilatada carrera, ha calificado a Vladímir Putin de «asesino», ha instado a Israel a «aniquilar a Hamás» y ha descrito a China como «un régimen enemigo de las democracias».
Espaa cierra los Juegos Paralmpicos superando los registros de Tokio: 40 medallas, nueve deportes diferentes y un “notable alto”
Juegos Olmpicos La delegacin espaola se marcha de Pars con siete oros, 11 platas y 22 bronces, cifras que la colocan el 16 en el medallero Susana Rodrguez y su gua durante la prueba de triatln paralmpico. IAN RICE AFP Actualizado Domingo, 8 septiembre 2024 – 20:47 El pebetero de la llama olmpica de Pars