En un nuevo capítulo de la polémica sobre la discriminación en Estados Unidos, la cadena de comida rápida McDonald’s se encuentra en el centro de una disputa legal. Un grupo conservador interpuso una demanda contra la compañía, argumentando que su programa de becas HACER, diseñado específicamente para estudiantes hispanos y latinos de bajos recursos, constituye una discriminación racial.
El programa HACER, implementado por McDonald’s desde 1985, benefició a miles de jóvenes a lo largo de los años, otorgando más de 33 millones de dólares en becas. Sin embargo, la Alianza Estadounidense para la Igualdad de Derechos (AAER), fundada por el activista conservador Edward Blum, sostiene que al restringir las becas a estudiantes de un determinado origen étnico, McDonald’s viola los principios de igualdad de oportunidades.
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La demanda, presentada en un tribunal de Nashville (Tennessee), busca prohibir a McDonald’s considerar la raza y la etnicidad como criterios para otorgar las becas. Según la AAER, este tipo de programas discriminatorios perjudican a otros estudiantes que, a pesar de enfrentar dificultades económicas, no pertenecen a las minorías favorecidas.
Edward Blum, conocido por sus batallas legales contra la discriminación positiva, fue una figura clave en este tipo de demandas. En 2023, logró un importante triunfo al conseguir que el Tribunal Supremo declarara inconstitucionales las políticas de admisión racial de las universidades de Harvard y Carolina del Norte. Este precedente legal fortaleció la posición de los defensores de la igualdad de oportunidades “ciega”, es decir, sin tener en cuenta factores como la raza o la etnia.
Modificaciones
Ante estas acusaciones, McDonald’s se vio obligada a responder. La compañía anunció recientemente una serie de cambios en sus políticas de diversidad e inclusión, argumentando que el “entorno legal cambiante” la llevó a reevaluar sus iniciativas. Sin embargo, estas modificaciones no fueron suficientes para aplacar a los críticos, quienes consideran que la empresa aún no abandonó por completo sus prácticas discriminatorias.
La decisión de McDonald’s de revisar sus programas de diversidad se suma a una tendencia creciente entre las grandes corporaciones estadounidenses. Empresas como Walmart, Ford, Meta y Harley-Davidson anunciaron medidas similares en los últimos meses, reflejando un clima de mayor escepticismo hacia las políticas de discriminación positiva.
Las implicaciones de esta demanda van más allá de McDonald’s. Si la corte falla a favor de la AAER, podría sentar un precedente que afectaría a otros programas de becas y a las políticas de diversidad de numerosas empresas. Además, este caso reaviva el debate sobre el papel del gobierno en la promoción de la igualdad y la justicia social.
