Carlos Sainz como Sergio Pérez enfriaron rápido cualquier tipo de encontronazo después del violento choque en la penúltima vuelta del GP de Azerbaiyán. Lástima que Red Bull no hiciera lo propio: tanto Christian Horner como Helmut Marko culparon al español del incidente aludiendo a un “giro brusco” hacia la izquierda que no hizo, no se vio en las cámaras on-board y no apreciaron tampoco los comisarios. “Veo a Sainz hacer un giro abrupto a la izquierda que desencadena este accidente, era completamente innecesario”, sentenció el austriaco. Curiosamente, el volante de Carlos nunca apunta hacia la izquierda una vez sale de la curva.
“Hay que ver qué (penalización) se aplica para el próximo fin de semana, porque ha destrozado la carrera de Checo, tiene mucho coste en los daños y son puntos vitales en el campeonato”, dijo Horner. Aunque Fred Vasseur, team principal de Ferrari, anduvo rápido para responder: “Yo espero una penalización a Checo, que tenía bastante espacio a su izquierda”.
Los comisarios lo apreciaron como un desafortunado “incidente de carrera”. Sainz salió comprometido de la curva dos tras haber adelantado a Pérez porque Leclerc ocupó la trazada idónea. El Red Bull llegaba con mejor tracción, pero por detrás del Ferrari en todo momento. Carlos dirige el coche muy ligeramente hacia la izquierda siguiendo la estela de Leclerc, en una línea habitual de carrera. Checo, que sí puede ver al Ferrari (no sucede al revés), mantiene su trayectoria recta y el metro de separación que había a la salida de la curva se esfuma rápido. “Pérez podría haber hecho más por evitar un coche hacia el que tenía mejor visión”, admiten los comisarios, pero no aprecian que ningún piloto “tenga una culpa predominante” y no castigan.
El castigo es deportivo: Sainz se despide de un podio que era necesario, porque desde Mónaco solo había subido en Austria (y gracias a un doble accidente delante) y Pérez no puntúa en su mejor carrera desde el GP de China, la primera en la que lucha por una victoria en 2024. Además, McLaren (476) toma ventaja en el campeonato de constructores sobre Red Bull (456) y Ferrari (425) en una lucha a tres bandas que no permite regalos tan grandes a los rivales. Porque Piastri iba a ganar igualmente en Bakú, pero Norris no tenía previsto sumar los 12 puntos del cuarto puesto que se encontró gracias al desguace que sucedió unos metros más adelante.
Los puntos de penalización no suelen corresponder con la agresividad excesiva de un piloto, Alonso tiene ocho en los últimos doce meses por dos toques menores y un accidente de Russell en el que no hubo contacto entre coches. En este caso, Pérez tiene siete por dos accidentes, un adelantamiento bajo coche de seguridad y un unsafe release. Sainz suma uno por un toque con Piastri en el pasado GP de Miami. Lo importante, más allá de los reproches de un garaje hacia un piloto que no se justifican con la maniobra ni con la decisión de los comisarios, fue que tanto Checo como Sainz se bajaron del coche por su propio pie tras un impacto con los muros a alta velocidad y que más allá del calentón, se apaciguaron. “Carlos es el último piloto con el que quiero tener un accidente así”, dijo Pérez. Buen ejemplo.
