La Asociación Católica de Propagandistas quiere manifestar su repulsa y condena por la ofensa al cristianismo producida durante el programa de fin de año en Televisión Española.
La Asociación considera inaceptable que, en un programa de máxima audiencia y dirigido a las familias como es la retransmisión de las campanadas desde la Puerta del Sol, se ridiculizara el Sagrado Corazón de Jesús, y con ello se ofendiera a millones de españoles.
Es significativo que esta ofensa fuera realizada por la misma persona que, en ese mismo programa, condenaba los actos en que se ridiculiza a las personas por motivos físicos, especialmente a las mujeres que no se ajustan a determinados cánones de belleza. Esa actitud muestra un doble rasero, según el cual en el espacio público hay que tener una especial sensibilidad para no ofender a nadie, salvo a los cristianos, con los que todo vale.
Por otro lado, el hecho de que la ridiculización de nuestra fe se produjera en un programa de Televisión Española no hace más que agravar la ofensa. Televisión Española, en tanto que medio de titularidad pública, debe estar al servicio de todos los españoles, y no convertirse en plataforma para hacer escarnio de algunos de ellos.
Debemos denunciar una supuesta laicidad que primero restringe lo religioso a la esfera privada, después crea un ámbito público hostil al hecho religioso, haciendo escarnio de la fe, y termina en un confesionalismo que, a pesar de las proclamas de neutralidad, acaba imponiendo determinadas opciones ideológicas como las únicas que pueden manifestarse en público.
El respeto a las convicciones religiosas pertenece a las bases de la convivencia democrática que debe ser garantizada por los poderes públicos. Por tanto, la Asociación quiere manifestar su preocupación porque la respuesta del Gobierno al acto ofensivo del pasado 31 de diciembre haya sido recuperar su proyecto de rebajar, o eliminar, la protección penal de las convicciones religiosas.
Para establecer un orden de convivencia razonable en el que se pueda vivir, toda sociedad precisa del reconocimiento de los derechos fundamentales de todos, entre los cuales se encuentra el de libertad religiosa.
Por tanto, desde la Asociación Católica de Propagandistas exigimos una disculpa y una reparación por parte de Televisión Española, y la retirada de cualquier proyecto para eliminar del Código Penal la protección de los sentimientos religiosos de la sociedad.