París. Corresponsal
Nicolas Sarkozy ha sido puesto en libertad vigilada este lunes, después de apenas tres semanas en la cárcel parisina de la Santé. El Tribunal de Apelación de la capital francesa ha anunciado su decisión pocas horas después de una vista sobre el caso. La ha fundamentado con el argumento de que la prisión provisional no está justificada.
La salida efectiva de la cárcel se ha producido sobre las 3 de la tarde. El exjefe de Estado, el primero durante la V República que ha sido encarcelado, se dirigió a su domicilio, en el elegante distrito XVI de la capital, en un vehículo con los cristales tintados y escolta policial.
El vehículo, con Nicolas Sarkozy en su interior, sale de la cárcel parisina de la Santé
STEPHANE DE SAKUTIN / AFP
La propia fiscalía general se había pronunciado por la libertad del expresidente francés, bajo control judicial y con ciertas condiciones, como la prohibición de abandonar el territorio nacional y de mantener contactos con otros testigos en el caso de corrupción por presuntamente haber intentado lograr financiación del dictador libio Muamar el Gadafi para la campaña presidencial del 2007. El tribunal le ha puesto estas condiciones. Sarkozy está condenado a cinco años de cárcel por asociación de malhechores y el intento de corrupción.
La decisión de hoy no cambia nada sobre la culpabilidad o no de Sarkozy, lo cual debe tratarse en el proceso de apelación del próximo marzo, sino simplemente sobre su estatus penitenciario, sobre si existe riesgo de fuga y de peligrosidad o alteración del orden si el reo está en libertad condicional. El exmandatario declaró que su actividad profesional es de abogado y de conferenciante. Esto último lo lleva a veces a viajar al extranjero, pero solo durante un día o dos. Estas salidas del país, por tanto, no van a ser posibles. El tribunal estimó que las relaciones de Sarkozy con otros jefes de Estado en ejercicio lo desaconsejaban.
Carla Bruni y un hijo de Sarkozy, Jean, a la salida de la vista en el Tribunal de Apelación este lunes
IAN LANGSDON / AFP
En su intervención por videoconferencia, desde la cárcel, Sarkozy ha insistido en su total inocencia. El exjefe de Estado ha reconocido que este periodo de reclusión, que nunca en su vida habría imaginado que sucediera, ha sido una experiencia muy difícil. “Ha sido muy duro, duro”, ha dicho Sarkozy, que ha calificado de “pesadilla” y “extenuante” lo que le ha tocado vivir. Lo ha soportado, según insistió, por la “extraordinaria humanidad” del personal penitenciario con el que ha tratado. Se sabe que ha recibido amenazas de muerte -la fiscalía las investiga y varias personas fueron interrogadas- y que algunas noches ha habido gritos contra él en el patio de la cárcel.
El célebre recluso ha rechazado la comida de la cárcel, por temor a ser envenenado, y se ha alimentado de yogures
En la audiencia han estado presentes, además de su abogado, su esposa, Carla Bruni, y dos de sus hijos, Pierre y Jean. Sarkozy ha recibido numerosas muestras de solidaridad de sus aliados políticos. El actual ministro de Justicia, Gérald Darmanin, que fue muy próximo a expresidente y estrecho colaborador hace años, lo visitó en prisión el pasado 28 de octubre, un gesto que levantó muchas críticas porque dejaba entender un apoyo desde el Gobierno. En la decisión de hoy, el tribunal prohíbe a Sarkozy que entre de nuevo en contacto con Darmanin.
“La verdad triunfará; el final de la historia está por escribir”, tuitea Sarkozy desde su casa
Sarkozy ha estado acompañado en la cárcel por dos de sus escoltas, las 24 horas del día. Los agentes podían ocupar una celda contigua. Pese a hallarse en régimen de aislamiento, se temía por su integridad física. Los escoltas lo acompañaban en todas sus salidas de la celda. Hace unos días se filtró a la prensa que el célebre recluso no ha querido probar la comida cocinada de la cárcel, por el temor a ser envenenado, y que estas tres semanas se ha alimentado básicamente de yogures.
Uno de los abogados del antiguo jefe de Estado, Christophe Ingrain, fue muy lacónico en su reacción a la libertad de su cliente. “Es una aplicación normal de la ley, del código de procedimiento penal -dijo-. Es una etapa. La próxima etapa es el proceso de apelación. Nuestro trabajo ahora, el de Nicolas Sarkozy y el nuestro, es preparar esa audiencia de apelación”.
El propio Sarkozy, ya en su casa, publicó un mensaje en la red X en el que agradeció todos los apoyos que ha recibido, miles de testimonios que lo han “conmovido”. “El derecho se ha aplicado -añadió-. Voy a preparar ahora el proceso de apelación. Mi energía solo se dirige al objetivo de probar mi inocencia. La verdad triunfará. Es una evidencia que la vida enseña. El final de la historia está por escribir”.



