Mafia, extorsión y diezmos: los datos desconocidos del crimen de la familia Lora en Aguachica

Habitantes y hasta policías de Aguachica (Cesar) creyeron que las cerca de 8 detonaciones que se oyeron el 29 de diciembre pasado hacia el mediodía eran festejos anticipados de las fiestas de fin de año.

Pero resultó ser la masacre número 76 de 2024 en Colombia, que literalmente exterminó a los Lora Rincón, una familia de pastores cristianos a los que un sicario les disparó en la cabeza y el tórax, matando de manera instantánea a Marlon Lora, a su esposa Yurlay Rincón y a su hija Ángela Natalia; y dejando gravemente herido a Santiago, el hijo menor, quien murió dos días después. 

La prestamista y la confusión

Aunque el caso se maneja bajo absoluta reserva, EL TIEMPO estableció que mientras se hacía el levantamiento de los cuerpos, una de las prestamistas del pueblo fue citada a rendir declaración en la estación de Policía, ubicada a cuadra y media de donde ocurrieron los hechos: el local ‘Sorbetes y Jugos’.

Su nombre no se ha revelado ni tampoco lo que dijo. Pero EL TIEMPO investigó y estableció en primicia su identidad, la ubicó y comprobó que se trata de la mujer a la que supuestamente habría confundido el sicario por ir vestida igual la hija de los pastores: camisa blanca y pantalón negro.

La otra hipótesis, que aún no se descarta, es que alguno de los miembros de la familia era víctima de extorsiones, que incluyen llamadas desde una cárcel y hasta el rastreo a la labor de la iglesia Príncipe de Paz a la que pertenecían. 

Se trata de una congregación satélite de una organización religiosa más grande que maneja bienes y diezmos: el Concilio Iglesias Bíblicas Misioneras.

Lo que hasta ahora se sabe es que ya se ubicaron las dos motos que habrían servido para ejecutar la masacre, que se tienen huellas dactilares de uno de los responsables y hasta sus alias.

‘Estaba en una mesa distinta’

Pero ahora EL TIEMPO revela elementos clave sobre la prestamista y su pareja, asesinado un par de días antes y a quien han señalado de ser narcotraficante.

Al respecto, el subdirector (e) de la Policía, general José Luis Ramírez, dijo que al sujeto lo iban a enterrar ese día en el cementerio de Aguachica, que tenía antecedentes y que su pareja estaba en el lugar para ir al sepelio.

EL TIEMPO investigó y estableció que el muerto es Alexánder Gonsález (sic) Pérez, cuyo cuerpo fue hallado el 27 diciembre a la orilla del río Magdalena, en el municipio de El Banco. Y la pareja de Gonsález (sic) es la prestamista a la que ya escucharon: Zaida Andrea Sánchez Polanco.

“No tengo nada que ver con la masacre, han dicho muchas mentiras. Esperaré a que las autoridades aclaren lo sucedido para hablar del tema”, señaló Sánchez en comunicación con EL TIEMPO.

Y agregó que pasa por un momento difícil porque, en efecto, tiene nexo con Gonsález (sic): “No solo mataron a un hombre, sino a un esposo y a un padre”.

Cuando se le preguntó por el proceso en el que figura –por ser parte de una banda de fleteros que habría matado a una víctima–, dijo que fue vinculada por un testimonio de un preso y que, por no acceder a supuestas extorsiones de miembros de la Sijín, la capturaron en 2021: “Uno de los oficiales ya pidió la baja de la institución y nos vamos a defender en juicio. Yo soy inocente”.

La Policía le aseguró a EL TIEMPO que también le aparece una condena por hurto que data de 2019.

EL TIEMPO contactó a su apoderada, la abogada Betty Carretero, quien fue enfática en que las actividades de su cliente no tienen nada que ver con el crimen de los Lora y que a la pareja de Sánchez tampoco le aparecen antecedentes por narcotráfico.

“Su rol como prestamista no desencadenó la masacre. Ella ejerce esa actividad como varias personas de Aguachica con un porcentaje de interés”, explicó la abogada.

Y señaló que, en efecto, su cliente se encontraba en una mesa contigua a la de los Lora el día de los hechos y que ni siquiera la dejaron recuperar del shock que le causó verlo todo, cuando ya la estaban llamando a declarar.

‘El muerto tenía anotaciones’

“Ella ya rindió testimonio voluntario ante un oficial de la Sijín y cuando asignen a un fiscal especializado se ampliará la versión. Mi cliente no tenía nada que ver con los Lora y ya les dijo a las autoridades qué hacía en ese lugar y con quién estaba”, explicó.

Y añadió que su cliente no había recibido amenazas y que ese día apenas llegaba a almorzar al restaurante donde estaban los Lora.

Pero dijo que la versión de que ese día iba para el sepelio de su pareja solo se le dará a la Fiscalía.

Uno de los investigadores que la Policía envió desde Bogotá a Aguachica a aclarar el crimen de los Lora le confirmó a EL TIEMPO la identidad del muerto en El Banco, pero dijo que solo se referirán al tema cuando se verifique si está o no relacionado con la masacre.

Y sobre el nexo con una red de narcotráfico aseguró que ese dato aparece en informes de inteligencia. Y que no se han revelado las placas de las motos encontradas porque están ubicando a sus dueños para establecer si fueron robadas o tienen nexo con la masacre. 

¿Desviando el caso?

En cuanto al tema de las extorsiones a los Lora, el personero de Aguachica y primo de Ángela Lora ya declaró que la joven venía recibiendo llamadas desde una cárcel.

Además, que el tema se volvió tan recurrente y preocupante que se alcanzó a establecer que las llamadas salían de una Sim-Card que hace parte de un lote usado por delincuentes que se encuentran en la cárcel de Cómbita, Boyacá.

El hombre que la llamaba tenía datos de la hija del pastor y su emprendimiento en publicidad. También, sobre su trabajo con la empresa de acueducto local. Pero la joven no alcanzó a denunciar el tema al Gaula, por eso ahora se busca establecer si en su celular o en el de sus padres o hermano hay alguna información relevante.

“No queremos que se desvíe la investigación y se está verificando incluso la reacción de la policía local tras la masacre”, explicó el investigador.

Mientras se aclara la masacre, Aguachica llora a los Lora y le pide al Gobierno tomar medidas porque de un municipio de paso de bandas se han convertido en epicentro del crimen organizado.

Las cifras de la criminalidad en Aguachica

Según datos del Ministerio de Defensa y de la Policía, entre enero y noviembre de 2024 se presentaron 31 casos de homicidio en el municipio de Aguachica, de los cuales 22 fueron ejecutados con arma de fuego. 

También se reportaron 272 casos de hurto a personas, 74 a comercios, 25 casos de extorsiones a ciudadanos y dos secuestros. De hecho, tras el crimen de los Lora, las extorsiones se han disparado en el municipio. 

En plena velación varios asistentes fueron intimidados a través de llamadas telefónicas en las que les exigían la suma de hasta 2 millones de pesos.

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