Cada día es especial para la familia de Luis Enrique, pero no de tristeza como explicó el míster a Movistar. Es para recordar a su hija Xana bien viva. El entrenador del PSG, estimadísimo en Can Barça por su trabajo glorioso en el equipo (les hizo ganar la última Champions League) se marchó de la Selección española porque Rubiales lo acabó echando. Ahora vive en París, lejos de sus hijos, sin Messi ni Neymar pero con Dembelé. En Barcelona vive Sira, su hija mayo, reconocida jineta y exnovia de Ferran Torres. La otra chica de la casa, Xana, murió a los 9 años, de un osteosarcoma. Un cáncer en los huesos. Hoy su padre ha recordado una de las fotos más míticas de la niña. La casa de los padres, y de la abuela paterna, está llena de fotografías familiares en recuerdo de la Xana. Hacen emocionar, por la niña, llena de energía a las fotos, y por sus seres amados que nunca se recuperarán del todo de una desgracia similar. Pero esta foto es especialmente bonita:
Durante la rueda de prensa de este viernes del PSG, Lucho ha recordado cómo aquella Copa hizo feliz a Xana una noche alemana: “Seguro que Xana sigue de fiesta. Recuerdo una foto increíble en la final de la Champions en Berlín, donde planta una bandera del Barça. Espero que pueda hacer lo mismo con el PSG. Ella estará allí de manera espiritual y querría que yo siguiera con lo que me da la vida. A todos nos gustan las cosas buenas de la vida, pero también hay que saber superar lo que no nos gusta y las desgracias”. Una lagrimita de emoción, no de pena, en la rueda de prensa parisina.
🎙️ Las reacciones de Luis Enrique, Désiré Doué y Axel Tape tras la clasificación a octavos de final del #CDF 💬 pic.twitter.com/ZCLZR4BD9j
— Paris Saint-Germain (@PSG_espanol) January 16, 2025
Luis Enrique fabuloso hablando francés y diciendo “passé de… ronda, no sé cómo se dice en francés”. Los culés tienen un vínculo especial con Pep Guardiola por catalán y catalanista, por formadoo en la casa y por discurso, pero el vínculo que siguen manteniendo con Luis Enrique es todavía más profundo, más íntimo, más visceral, más compartido. Las victorias unen, pero un drama familiar todavía más. No hace falta escoger a qué mister prefieres, si Pep o Lucho. Los dos.
