El frío es mejor que el calor para la práctica del running. FOTO: Pexels.
Ejercicio
Cómo correr en invierno: los trucos para que no te dé pereza salir a hacer running cuando bajan las temperaturas
Correr cuando hace frío potencia aún más el sistema inmune y la pérdida de peso. Es importante vestirse adecuadamente, calentar y no olvidar hidratarse.
Por Marcos López
16 DE ENERO DE 2025 / 07:30
Puede que la meteorología no acompañe. Que te dé pereza cambiar el calor y la comodidad de tu salón por la práctica de ejercicio al aire libre. Pero con independencia de la época del año, el sedentarismo siempre es, y será, (muy) malo para la salud. Así que ha llegado el momento de calzarse las zapatillas y salir a correr. Aunque en la calle esté helando. Te contamos lo que recomiendan los expertos para practicar running en invierno y que el frío no te pare.
Adrián Rodríguez, entrenador personal, explica que “como ocurre con cualquier otro ejercicio, correr cuando hace frío conlleva beneficios adicionales y muy notables para la salud”.
Mejor que cuando hace calor
Pasear cuando hace frío tiene numerosos beneficios para la salud. Pero puestos a hacer ejercicio, correr es mejor que caminar. Y aquí el frío también es mejor que el calor. De acuerdo con la Universidad de Tesalia en Trikala, la temperatura idónea para practicar el running oscila entre los 7,5º C y los 15º C. Y tampoco pasa nada si las temperaturas son (un poco) más bajas.
Como apunta Adrián Rodríguez, “el cuerpo sudará aún menos, reduciendo en mayor medida el riesgo de deshidratación. Además, el corazón no se verá tan exigido, no se verá obligado a latir tan deprisa, como cuando hace calor, por lo que el rendimiento siempre será mayor. Te constará menos esfuerzo”.
Te protege frente a los catarros
Aún hay más. Correr cuando hace frio, como ha observado la Universidad Estatal de los Apalaches, potencia el sistema inmune, haciendo que el runner sea menos proclive a pillar un resfriado. Y también parece ser más efectivo para bajar de peso que hacerlo cuando hace calor. Pero tampoco es cuestión de sufrir una hipotermia. La clave para combatir el frío invernal es abrigarse adecuadamente. También cuando se trata de correr.
Lo importante es cumplir con la denominada “teoría de las tres capas”. Llevar una prenda interior transpirable que evite la acumulación de humedad; una segunda prenda intermedia que sin ser demasiado gruesa mantenga el calor corporal; y una tercera externa para protegerse de las inclemencias del tiempo, ya sea el viento o la lluvia. O la nieve.
Tienes que abrigarte bien
El objetivo, indica el experto, “es mantener el cuerpo seco y caliente. Para lo que se requiere, por una parte, evitar la condensación del sudor y la humedad de la lluvia y, por otra, mantener la temperatura corporal y aislarnos del frío”. También es recomendable acompañar estas “tres capas” de otras prendas que, caso de gorros, guantes y mallas, incluso de un verdugo, reduzcan tu exposición a las inclemencias del tiempo. E igualmente, llevar un calzado con suela antideslizante para evitar resbalones y dolorosas (y muy peligrosas) caídas.
No te olvides del calentamiento
¿Ya llevas la ropa adecuada para salir a correr? Pues aún queda un último paso antes de salir a la calle. Calentar bien. Que si bien es necesario antes de cualquier carrera, lo es más aún cuando hace frío. Pues de no haber realizado los estiramientos previos, los músculos y tendones se contraerán por el frío, aumentando (mucho) el riesgo de lesiones. Así que de cara a tu carrera invernal, mejor empezar con un calentamiento dinámico.
Mejor con amigos
Te has puesto en marcha y la sudoración, tan común en tus trotes veraniegos, brilla por su ausencia. Lo que no quiere decir que no estés perdiendo líquido. Así que tienes que beber agua para mantenerte adecuadamente hidratado. Antes, durante y después de la carrera. Que, por cierto, no debe tener una intensidad mayor que la habitual. Las condiciones no son las óptimas, por lo que no es el momento de batir un récord olímpico. El suelo está mojado, o nevado, y cualquier paso en falso puede tener consecuencias desastrosas. De hecho, por mucho que te guste ejercitarte en solitario, no está de más salir a correr con amigos ante una posible eventualidad.
Pero la temperatura exterior es extremadamente baja. Demasiados grados centígrados negativos. No pasa nada. Hoy toca practicar deporte en el calor de tu casa. Mañana será otro día. Lo importante, concluye Adrián Rodríguez, “es moverse. Hacer ejercicio para combatir los efectos nefastos del sedentarismo”. Que, recuerda, es responsable de hasta un 5,5% de todas las muertes que se registran cada año en el mundo.