Los senadores demócratas Ed Markey y Sheldon Whitehouse han comparecido este sábado en Bakú, en el final de la primera semana de negociaciones de la cumbre del clima, para posicionarse sobre uno de los asuntos más espinosos de los que se ha hablado en estos días: el impacto de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en la lucha global contra el cambio climático. Sobre todo, ante la amenaza de que este vuelva a retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París y, por lo tanto, el segundo país más contaminante del mundo abandone todos sus compromisos de reducción de emisiones y exponga al mundo a un calentamiento global aún más extremo. En medio de esta incertidumbre, dos senadores de las filas de Joe Biden han defendido públicamente que, pese a todo, aún podemos ser optimistas sobre el futuro de las medidas climáticas en Estados Unidos. “Nada va a detener la revolución que hay en marcha“, han afirmado en alusión a, por ejemplo, al “imparable” despliegue de las energías renovables en el país.
Los demócratas han defendido el despliegue de las renovables como una apuesta estratégica frente a China
Durante su comparecencia de este sábado, los senadores demócratas han defendido con gran contundencia que hay medidas climáticas frente a las cuales ya no se puede dar marcha atrás. Es el caso, por ejemplo, de lo que ellos mismos han definido como “la revolución de las energías renovables”. Markey lo ha afirmado que invertir en este sector es una “una inversión estratégica” ya proporciona “electricidad más barata” y, sobre todo, una gran “seguridad energética” al país frente a la cada vez más acusada inestabilidad de los precios del petróleo. En esta misma línea, Whitehouse ha hecho hincapié en que abandonar esta carrera por la transición energética supone perder competitividad frente a países como China y retroceder en aspectos tan estratégicos como la innovación o la creación de puestos de trabajo. “China tiene un plan para liderar el despliegue de renovables y la movilidad eléctrica, Trump no”, han destacado los demócratas durante su comparecencia.
Políticas estatales
En su discurso, Whitehouse también ha argumentado que las políticas de mitigación y adaptación estadounidenses seguirán adelante “pese a lo que diga el presidente Trump” porque en muchos casos ni siquiera dependen directamente de él ni de la línea que adopte su gobierno. En este sentido, ha afirmado que buena parte de las medidas ambientales en Estados Unidos se desarrollan y se implementan a nivel estatal y que, por lo tanto, podrán seguir adelante solo con el beneplácito de los gobernadores regionales. Para ilustrar este escenario, Whitehouse ha recordado que estados como California y Nueva York ya están llevando a cabo políticas pioneras en la lucha contra el cambio climático y que, pese a la llegada de Trump a la Casa Blanca, seguramente seguirán en la misma línea en los próximos años.
El senador también ha defendido que son muchos los sectores que ya han puesto en marcha medidas para adaptarse a un escenario de cambio climático y que las seguirán llevando adelante “para su propia supervivencia”. Sobre todo en la esfera económica, ya que “los efectos del cambio climático ya no se limitan a lo que dicen los estudios científicos, sino que lo estamos viendo en nuestro día a día“. Sin ir más lejos, el demócrata se ha referido al brutal impacto que han tenido los huracanes Helene y Milton en las costas estadounidenses con tan solo unas semanas de margen y que han causado daños valorados en más de 50.000 millones de dólares. Según Whitehouse, estos sucesos demuestran por qué sectores como los bancos y las aseguradoras están desarrollando medidas específicas para hacer frente al impacto cada vez más grande de los extremos climáticos.
Markey, por su parte, ha concluido su intervención argumentando que, con un poco de suerte, “la presidencia de Trump será una nota a pie de página en la historia y en la lucha de Estados Unidos contra el cambio climático”. “El compromiso de los jóvenes y de las nuevas generaciones me llena de optimismo. Ellos están reclamando un cambio y sé que pronto van a tomar las riendas para lograrlo“, ha recalcado el demócrata durante la comparecencia celebrada este sábado, en la que ha intentado transmitir un mensaje de optimismo al mundo ante los temores suscitados por la próxima llegada de Trump a la Casa Blanca.