Ante la promesa del nuevo gobierno de Trump de una ronda completamente nueva de aranceles a las importaciones estadounidenses, Kids2, con sede en Atlanta, y otros fabricantes de juguetes están revisando sus líneas de productos, buscando formas de limitar el costo de los nuevos gravámenes.
En la última guerra comercial, Kids2 rediseñó una silla infantil para que pudiera convertirse en una mecedora añadiéndole una parte móvil. Ajustes de diseño como ese son casi mágicos: hicieron desaparecer un arancel del 25%, porque las sillas para niños procedentes de China lo tenían, mientras que las mecedoras no, y siguen sin tenerlo.
Kids2 y otras empresas que fabrican de todo, desde muñecas Barbie hasta zapatillas deportivas, están debatiendo cómo responder a las últimas amenazas arancelarias de Trump. Muchas ya trasladaron gran parte de su producción fuera de China hace mucho tiempo debido al deterioro de las relaciones con ese país.
El resultado de los cambios en las cadenas de suministro es un aumento de las importaciones de bienes de consumo a Estados Unidos desde Vietnam y México. México se convirtió en la principal fuente de bienes importados a Estados Unidos en 2023, superando a China por primera vez en más de dos décadas.
Movimientos de Mattel
Por un lado, las empresas chinas son emblemáticas de ese cambio. El director financiero, Anthony DiSilvestro, recordó a los inversores a principios de este mes que, para el año próximo, el gigante de los juguetes con sede en California, obtendrá menos del 40% de sus productos de China, en comparación con el promedio de la industria de más del 80%.”Tenemos equipos de personas trabajando hoy en el análisis y la planificación de diferentes escenarios tarifarios”, dijo DiSilvestro. “Y, obviamente, nuestras acciones dependerán de lo que realmente suceda, que parece cambiar de un día para otro y de una semana para otra”.
Algunas empresas están trasladando existencias adicionales a Estados Unidos para anticiparse a nuevos gravámenes y a la amenaza de más conflictos laborales en los puertos de la Costa Este, pero eso es limitado y tiene su propio conjunto de riesgos.
Jay Foreman, director ejecutivo de Basic Fun, fabricante de camiones Tonka y juegos de construcción K’nex con sede en Boca Raton, Florida, dijo: “Puedes meterte en problemas si traes el producto equivocado demasiado pronto: consume flujo de caja y llena almacenes”.
Foreman dijo que trasladar la producción de juguetes a otros países de bajo costo plantea desafíos únicos, por ejemplo, en torno a la seguridad del producto.
“Nadie se preocupa de que su espátula, su raqueta o su zapatilla de tenis le vayan a hacer daño”, afirmó. “Pero a todos les preocupa que los juguetes puedan hacer daño a sus hijos si no están fabricados con buena calidad y no se han probado adecuadamente”. Señaló que China ha desarrollado a lo largo de décadas una capacidad y un historial en materia de juguetes de los que carecen otros países.
Reposición, rediseño
Kids2 es un ejemplo de las profundas raíces chinas de la industria juguetera estadounidense. Todavía produce alrededor del 90% en ese país, incluida gran parte en su propio complejo fabril, que amplió durante el primer gobierno de Trump.
Kids2 sigue invirtiendo en sus operaciones chinas, incluso cuando Trump promete aranceles a los bienes que aún no están afectados por su primera ronda de gravámenes.
La compañía dijo que está redoblando esfuerzos para reducir costos mediante la automatización de su planta china y la consolidación de proveedores, medidas que, según el director de operaciones, John Sikes, les brindan un margen de maniobra frente a futuros aranceles.
Sikes estima que, hasta cierto punto, la empresa podría absorber los nuevos aranceles mediante recortes de costos y otras medidas para minimizar los aumentos de precios a los consumidores. “Pero cualquier valor por encima del 25% va a ser un desafío”, admite.
Kids2 también está preparada para trasladar más trabajo fuera de China si es necesario. Ha desarrollado la capacidad de producir alrededor del 10% de sus productos en Vietnam y está considerando opciones en India y otros países de bajo costo.
Las empresas también buscan formas de diseñar productos que minimicen los aranceles. Ese fue un tema central en Kids2 en los últimos tres meses, dijo Sikes, con ingenieros asignados a la tarea a tiempo completo junto con diseñadores y expertos en envíos. La empresa estima que tomará alrededor de otros seis meses revisar todos sus productos para buscar formas, cuando sea posible, de hacer lo que hicieron con las mecedoras. Sin duda, no todos sus diseños pueden ser modificados con aranceles.
“Hay algunas cosas, como las bañeras y los orinales para bebés, que son así”, dice Sikes. “No hay zonas grises, por lo que no hay soluciones alternativas para el diseño de algunos productos”.
Al igual que muchos otros fabricantes de juguetes, Kids2 también espera estar a salvo de cualquier guerra comercial futura. Los juguetes se salvaron en gran medida de los aranceles elevados durante la primera administración Trump (al igual que los bienes de consumo omnipresentes, como los teléfonos celulares y las computadoras portátiles) porque los líderes políticos se resisten a aumentar el costo de algo que los padres necesitan comprar para los niños.
De hecho, durante el aumento de la inflación de 2021-2023 (el mayor desde la década de 1980), los precios de los juguetes fueron una de las pocas categorías que evitaron grandes aumentos de precios. Han caído casi un 4.4% en los últimos cuatro años, según los datos del Índice de Precios al Consumidor, mientras que los precios de los bienes de consumo estadounidenses en general se han disparado más del 20%.
Sikes dijo que la compañía está difundiendo el mensaje de que no sería prudente tomar medidas que hagan subir los precios de los juguetes, lo que crearía nuevas presiones inflacionarias sobre los padres jóvenes con problemas de liquidez y posiblemente incluso desalentaría a la gente a tener hijos. La disminución de las tasas de natalidad se ha convertido en una preocupación en muchas partes del mundo.
“Por eso no me preocupa demasiado lo que pueda pasar”, dijo. “Por la imagen y el impacto que podría tener sobre lo que ya sabemos que es un desafío a nivel mundial”.
Con información de Reuters.
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