Mientras los familiares y feligreses de la familia del pastor Marlon Lora esperan el dictamen médico sobre el estado de su hijo Santiago, quien sobrevivió a la masacre del 29 de diciembre, las autoridades siguen recopilando información clave sobre el crimen.
Aunque las supuestas demoras en llegar a ‘Sorbetes y Jugos’, el local donde fue asesinado el pastor, su esposa y su hija, habrían desencadenado la alteración en la escena del crimen, hay dos pistas que podrían llevar a la captura de los autores materiales e intelectuales.
Los ‘errores’ de los sicarios
Estos serían los presuntos autores del ataque sicarial en Aguachica, Cesar. Foto:Archivo particular
EL TIEMPO reveló en primicia fotos tomadas de cámaras de seguridad de los señalados sicarios y en una de estas se ve claramente la matrícula de una de las dos motos que utilizaron para el crimen.
Investigadores le dijeron a EL TIEMPO que se rastreó el vehículo de mediana gama y ya se estableció que ese mismo día fue escondido en un taller de Aguachica.
EL TIEMPO se abstiene de entregar datos del lugar para no entorpecer la investigación.
Las llamadas extorsivas
Las unidades policiales llegaron hasta el lugar de los hechos. Foto:Tomada de redes sociales
Pero para las autoridades es claro que los sicarios no contaban con que la placa de la moto que usaron quedara registrada en cámaras de seguridad .
De hecho, ya habría pistas sobre el parrillero, quien en una de las imágenes se bajó el tapabocas, al parecer para hacer una llamada telefónica.
Ese es el segundo ‘error’ que cometieron los avezados sicarios que hoy son pista clave dentro de la investigación.
También se rastrean las llamadas extorsivas que recibió de una cárcel Ángela, la hija del pastor, quien trabajaba en la empresa de acueducto local y aspiró a un cargo de elección popular.
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