Un reciente estudio sugiere que beber pequeñas cantidades de vino al día podría beneficiar la salud del corazón, especialmente dentro del marco de una dieta mediterránea. Según la investigación, realizada en España y publicada en el European Heart Journal, consumir una copa pequeña de vino (unos 120 ml) diariamente podría reducir hasta en un 50% el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares, como infartos o derrames cerebrales, en personas mayores de 60 años con alto riesgo de enfermedad cardíaca.
El impacto del vino en la dieta mediterránea
El Dr. Ramón Estruch, de la Universidad de Barcelona y autor principal del estudio, destacó que el consumo moderado de vino parece desempeñar un papel relevante en los beneficios de la dieta mediterránea. “Hasta ahora creíamos que el 20% de los efectos positivos de esta dieta se atribuían al vino moderado, pero los resultados indican que podría ser aún mayor”, afirmó.
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¿Es realmente seguro? Opiniones divididas
A pesar de los hallazgos, muchos expertos expresan escepticismo. Tracey Parker, de la Fundación Británica del Corazón, advierte: “El consumo bajo o moderado de vino puede reducir riesgos, pero no justifica abrir una botella. El consumo excesivo es perjudicial para el corazón y aumenta problemas como hipertensión, enfermedades hepáticas y ciertos tipos de cáncer”.
Además, los expertos señalan que muchas personas subestiman la cantidad de vino que beben. Una porción estándar es de 120 ml, pero a menudo se consumen cantidades mayores.
El consumo bajo o moderado de vino puede reducir riesgos, pero no justifica abrir una botella
Un vínculo, no una causa
El estudio, que analizó a 1,232 personas con factores de riesgo como diabetes, obesidad o antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, utilizó niveles de ácido tartárico en la orina como marcador del consumo de vino. Sin embargo, algunos expertos cuestionan la precisión de este método.
El profesor Paul Leeson, de la Universidad de Oxford, subraya que los resultados muestran una asociación, no una causalidad directa: “Es posible que quienes beben vino también sigan hábitos más saludables, como la dieta mediterránea, lo que reduce el riesgo de enfermedades“.
Alternativas saludables
Especialistas como Naveed Sattar, de la Universidad de Glasgow, recomiendan enfocarse en métodos probados para cuidar el corazón: una dieta equilibrada, ejercicio regular, mantener un peso adecuado y evitar el tabaco. “El consumo moderado de vino como hábito saludable es un mito”, concluye.
Aunque el estudio aporta datos interesantes sobre el consumo moderado de vino y su relación con la salud cardiovascular, los expertos coinciden en que no es necesario beber alcohol para mantener el corazón sano. En su lugar, priorizar hábitos saludables sigue siendo la mejor estrategia para proteger la salud. N
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El cargo ¿Beber vino es bueno para el corazón? Esto responde la ciencia apareció primero en Newsweek en Español.