Las películas y series de televisión sobre gente rica son lo último que queremos ver. Y nos salteamos el sexo: preferimos contenidos centrados en relaciones platónicas. Nos gusta la fantasía como género, cada vez más. Pero, por favor, por favor, arreglen la forma en que incorporan las redes sociales a los argumentos. Es deprimente.
Eso es lo que piensan los jóvenes de 10 a 24 años sobre las películas, los programas de televisión, los videojuegos y las redes sociales, según un estudio publicado el jueves 24 de octubre.
El estudio Teens & Screens (Adolescentes y pantallas), realizado por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles, reveló que el 63,5% de los participantes afirmaron que querían contenidos que mostraran relaciones platónicas, en contraposición al romance y el sexo. Esta cifra es superior al 51,5% del año pasado. (No se mostraron las preguntas sobre romance y sexo a los participantes de 10 a 13 años).
Por supuesto, lo que dicen los participantes en el estudio y lo que realmente hacen puede variar mucho. Hay muchas pruebas de lo contrario entre los programas populares entre el público más joven, como La vida sexual de las universitarias, una comedia picante; Emily en París, un romance apasionado; y Dime más mentiras, un culebrón lleno de vapor.
Películas como Pobres criaturas, que encontró a una insaciable Emma Stone retozando en un burdel de París, y la sexualmente franca Todos somos extraños atrajeron a un público sorprendentemente numeroso de veinteañeros, según los analistas de taquilla.
Recuerdos de viejos adolescentes
El estudio de este año se realizó en agosto e incluyó a 1.644 jóvenes.
“Intentamos cambiar la cultura ofreciendo a los narradores mejor información”,, afirma Yalda T. Uhls, fundadora y directora ejecutiva del Center for Scholars & Storytellers, con sede en la UCLA.
“El problema suele ser que los narradores de Hollywood utilizan sus propios recuerdos de su adolescencia o de lo que hacen sus hijos en Los Ángeles, y eso no representa ni remotamente lo que los jóvenes quieren realmente”,asegura.
Uhls reconoció la posibilidad de que los participantes dijeran una cosa mientras hacían otra, pero cree que no es lo habitual. “La programación que se ofrece actualmente se basa en lo que los adultos creen que los chicos quieren, y si no tienen otra opción, los adolescentes tendrán que elegir eso”, dijo.
Uhls dejó una carrera en cine y televisión -trabajó en estudios como Sony y Metro-Goldwyn-Mayer- para doctorarse en psicología del desarrollo y fundar el centro. Como parte de su trabajo, lleva a grupos de adolescentes a las empresas de entretenimiento para hablar de cómo representarlos auténticamente.
Cómo deciden qué ver los adolescentes
Para el informe de este año, Uhls y su equipo también preguntaron a los jóvenes cómo decidían qué películas y programas de televisión ver.
Los dos factores más importantes fueron el argumento y la facilidad de acceso. Curiosamente, dada la forma en que los profesionales del marketing de Hollywood han adoptado a los influencers de TikTok e Instagram, los participantes en el estudio calificaron las “recomendaciones de influencers” como una de las peores formas de convencerlos para que las vean.
Uhls señaló que el 36% de los participantes clasificaron la fantasía como su género favorito, frente al 16% del año pasado.
“Eso me dice lo mucho que quieren evadirse los adolescentes – dijo-. El mundo real es abrumador”.
Traducción: Patricia Sar