Presenciar un rodaje es fascinante. Si uno lo ha hecho varias veces o nunca tuvo ese privilegio, lo que se ve en un set siempre supera las expectativas. Estar aunque sea en una sola jornada de filmación permite vislumbrar una dinámica meticulosa, una ingeniería exacta, cronometrada y, al mismo tiempo, caótica e intuitiva. Se nota más cuando se trata de una superproducción cinematográfica (de ésas que en la industria se suelen llamar “tanques”) y sobre todo si es argentina, ya que no abundan en tiempos de “vacas flacas”.
Clarín asistió al rodaje de Homo Argentum, la fuerte apuesta producida por Pampa Films que se estrenará en cines en agosto de 2025. La película va por la cuarta semana de filmación (tienen previsto que sean nueve) y posee como atractivo principal el protagónico de Guillermo Francella, y el guion y dirección de Mariano Cohn y Gastón Duprat. Si se piensa que es el mismo equipo creativo que nos deleitó con la serie El encargado, ya se genera una lógica expectativa.
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La serie con Guillermo Francella se verá por Disney +.
El rodaje que presenciamos el día de la nota tuvo como locación el Cacodelphia Studios, en el barrio de Barracas (tiene tres estudios ubicados a tan solo 10 metros de distancia: dos de 800 metros cuadrados y otro de 350). La película (cuya producción está a cargo de Pablo E. Bossi, Cabe Bossi, Pol Bossi y Maxi Lasansky) también se filma en otras locaciones urbanas y en sitios al aire libre. Y en enero completarán el trabajo en Italia, en un pueblo cercano a Roma que se llama Anguillara Sabazia.
Al ingresar al imponente estudio de Barracas (a las 13:20) se percibe esa energía típica de los sets. Llegamos cuando trabajadores de las tres áreas del rodaje están almorzando, en largas mesas, con un catering impecable. Parece un club de barrio, donde todos charlan y bromean. En algún momento, como si un reloj interno se hubiera activado, todos se levantan y se dirigen cada uno a sus tareas.
Maquilladores, fotógrafos, cámaras, editores, productores, sonidistas, técnicos… Y por supuesto, actores y directores. Todos se vuelven a poner en acción, ésa que empezó temprano, muy temprano. Así, en uno de los estudios, un automóvil está frente a las cámaras y parece estar en movimiento gracias a las imágenes que se proyectan detrás, en una pantalla inmensa. En el lugar del conductor se ve al doble de Francella. ¡Es igual! En ese momento no se requería que el verdadero Francella estuviera presente.
Para ese momento, Guillermo también había terminado de almorzar (su día de trabajo en la filmación había empezado a las siete de la mañana), y nos cuentan que a veces le toca filmar a la madrugada. El actor decide atendernos en su Motorhome, estacionado a la entrada del estudio, sobre la calle Brandsen.
Ingresamos y está él, sentado a la mesa donde apuró su frugal almuerzo mientras miraba en la tele un programa de deportes. Enseguida llama la atención un enorme banderín de su adorado Racing Club colgado en un lugar estratégico. Nos invita a sentarnos, siempre afable, y luciendo una cabellera extraña: ¡llena de rulos! Sí, algo nunca visto. Explica que a la mañana había filmado interpretando a uno de sus personajes y mantenía aún ese look.
Claro, dijimos uno de sus personajes, porque la novedad disruptiva de Homo Argentum es que la película está compuesta por 16 historias o viñetas, muy distintas unas de otras, y que el protagonista de todos los roles, de los 16 personajes, es Francella.
-Guillermo, ¡qué enorme desafío! ¿A quién se le ocurrió? ¿Cómo nació esta idea?
-Yo había sido dirigido por Gastón Duprat en Mi obra maestra, y con él y Mariano Cohn hice El encargado, o sea que tengo un vínculo muy cercano. Gastón en un momento me preguntó: “¿Qué largometraje te gustaría hacer?”. Y le contesté que había algo que siempre me movilizó muchísimo, que es la época del Neorrealismo italiano (el movimiento cinematográfico surgido en Italia tras la Segunda Guerra Mundial). Directores como Luchino Visconti, Roberto Rossellini, Vittorio De Sica y Federico Fellini; además de Mario Monicelli y Ettore Scola. Es un universo que a mí me atrapó desde muy jovencito…
-¿Hay alguna película que te haya servido como disparador de la idea?
-Había visto una película estrenada en 1963, Los monstruos (con Vittorio Gassman y Ugo Tognazzi, dirigidos por Dino Risi), y también la segunda versión llamada Los nuevos monstruos (que se estrenó 14 años después, con dirección de Ettore Scola, Dino Risi y Mario Monicelli, los tres grandes de la “Commedia all’italiana”). Estaba conformada con viñetas, especies de mini películas dentro de una película como una unidad. Algunas de dos minutos, otra de cinco, otra de once… Con muchísimo humor, pero siempre con una crítica social expresada de modo muy inteligente. Tocaba un poco el gen italiano, romano, napolitano, siciliano, pero además con cosas que le pueden pasar a cualquier persona. No únicamente a un italiano.
-Y en eso se inspiró “Homo Argentum”…
-Sí, queríamos hablar un poco de lo que nos pasa a los argentinos. Lo que les sucede a distintos personajes en el mundo contemporáneo. Mariano y Gastón vieron Los monstruos y quedaron flasheados. Les gustó mucho ese modo de contar pequeñas historias. Y empezaron a escribir hasta que tuvieron más de 40. Después nos quedamos con 16… Y luego, me plantearon que querían que las protagonizara todas yo.
-Aceptaste sin dudar…
-Así es, se trata de un desafío muy grande para mí, pero estoy muy contenido. Hay un equipo de producción muy grande. Y Cohn y Duprat, que son tan talentosos, con una escritura extraordinaria. ¡Tienen una gran paleta de estados de ánimo en cuanto a lo que cuentan! Son muy inteligentes y me encanta trabajar con ellos.
Cohn y Duprat: su película más experimental y desafiante
Tras tres años desde su última película juntos, Competencia oficial (con Penélope Cruz y Antonio Banderas), Mariano Cohn y Gastón Duprat vuelven a dirigir un largometraje. Ellos también terminan de almorzar y se acercan a hablar con Clarín. Se entienden tan bien… Cuando hablan hasta parecen complementar sus respuestas. Articulados, sincronizados, funcionando como toda la gente que trabaja a sus órdenes en este rodaje.
Gastón Duprat: Me gustó ese tono de comedia sarcástica con crítica social que tenían las películas de la Edad de Oro del cine italiano. También lo consideramos un lenguaje cercano al que tenemos con Mariano en nuestras películas y series (El hombre de al lado, El ciudadano ilustre, El encargado, Nada, entre otros éxitos del cine y la TV). Entonces nos propusimos escribir estas mini películas, que conformarían un solo filme. Tuvimos mil ideas y las trabajamos…
Mariano Cohn: Y lo que propusimos es que las 16 historias las interprete Guillermo. ¡Son 16 personajes diferentes! Esa es la parte más experimental del proyecto.
Duprat: Entre los personajes hay un multimillonario, un vendedor de dólares de la calle Florida, un director de cine snob y famosísimo mundialmente, un curita villero… Siempre con nuestra mirada de la realidad (Risas). Es la película más ambiciosa y difícil que hicimos. Es una gran producción porque cada mini película, cada viñeta, es un universo distinto, una locación distinta, otros decorados, otro vestuario…
Cohn: Emparento este filme con el Neorrealismo, con la comedia social, con directores como Luis García Berlanga y Alejandro Doria. Es el retrato que queremos hacer nosotros de una sociedad en ebullición y con muchas contradicciones. Es como ver desde la Luna a la Argentina, hacés zoom en nuestro país, y aparecen esos 16 estereotipos de personajes diferentes que están concentrados en una sola película.
El hilo conductor de las 16 viñetas de Homo Argentum es, claro, la argentinidad. “De hecho se llama así porque el argentino sería el último eslabón de la cadena humana”, bromea Cohn.
Duprat: “Los personajes son todos argentinos, contemporáneos, de gran ciudad… La suma de todas estas historias arroja una reflexión sobre lo argentino.”
Cohn: Me da la sensación de que el público va a tener su historia preferida entre las 16 mini películas, porque es lo que nos pasa a nosotros mientras filmamos. Cada uno siente alguna particularidad o identificación con alguna de las viñetas…
Una inversión similar a la de un “tanque” de Hollywood
Según adjetivos que emplean ellos mismos, las historias que se cuentan en Homo Argentum son tan conmovedores y emotivas, como filosas y cortantes, punzantes y corrosivas… “Hay un gran abanico de tonos, diferentes cuerdas que se van tocando, sensaciones muy distintas”, coinciden.
Duprat agrega: “Son cosas que nos pueden pasar a cualquiera, si es que ya nos nos pasaron. Ninguna fue un invento como caído de otro planeta. Es la observación de la realidad y muchas de las historias nos pasaron a nosotros o a personas conocidas”.
Parte del elenco que acompaña a Francella en cada una de las mini-historias está integrado por Guillermo Arengo, Eva de Dominici, Migue Granados, Vanesa González, Gastón Soffritti, Dalma Maradona, el cantante rapero Milo J, Mimí Ardú y Graciela Stefani, entre otros.
Cohn y Duprat reconocen que Homo Argentum es una película tan grande que necesitará el apoyo del público para recuperar la inversión, que describen como una suma similar a la que se usa para una película estadounidense.
Afirman: “El guion nos llevó tres años. Es una película en la que trabajan casi 200 personas en tres unidades de filmación que funcionan al mismo tiempo y se complementan. Y la post-producción se está haciendo al mismo tiempo que se está rodando”.
Y agregan: “Se filma en la Argentina, pero una de las mini historias las rodaremos en Italia, en un pueblo llamado Anguillara Sabazia. Guillermo ha logrado sumarle a su popularidad de comediante una sofisticación, un prestigio y un manejo de lo dramático, que ya se vio en El encargado. Pero si pensaban que con esa serie ya lo dio todo, acá se cuadriplica la apuesta”.
Francella y las horas que le lleva cada caracterización
Con respecto al desafío actoral que implica Homo Argentum para Guillermo Francella, el actor se refiere al tiempo que le insume “transformarse” para encarnar cada rol.
“Las caracterizaciones me llevan mínimo dos horas y pico cada una -cuenta Francella-. Una de las más largas fue para encarnar a un personaje con la cabeza calva, ¡estuve tres horas!”.
Y luego Guillermo muestra fotos que tiene en el celular, en las que se ven algunas caracterizaciones de sus 16 roles: un curita villero, un hombre tatuado, un arbolito de la calle Florida. Y otra sorpresa (¡spoiler autorizado!): una de las viñetas de la película tiene como personaje a Francella haciendo de sí mismo… Sin duda, un guiño humorístico que el público celebrará y le aporta a Homo Argentum otro ingrediente disruptivo.
POS