El cuerpo humano emite diversas señales para indicar su estado de salud, y uno de los más sutiles pero reveladores es el olor corporal. Aunque muchas veces es normal tener ciertos olores, un cambio repentino o un aroma persistente pueden ser un indicio de una condición médica que merece atención.
Conforme a los criterios de
El rol de la alimentación en el olor corporal
Kenny Chan, farmacéutico principal de Numark, explicó en una entrevista con ‘The Scottish Sun’ que ciertos alimentos influyen en nuestro aroma personal. Según él, “Los alimentos como el ajo, la cebolla y ciertas especias pueden provocar mal aliento temporal”. Sin embargo, su efecto no se limita solo al aliento.
Alimentos ricos en compuestos sulfurosos, como el ajo y las cebollas, pueden ser absorbidos en el torrente sanguíneo y liberados a través de los poros, lo que impacta en el olor general del cuerpo.
Pero la dieta no es el único factor. Chan advierte que “los cambios en el olor corporal a veces pueden indicar problemas de salud subyacentes”. Esto significa que si se presenta un cambio en el aroma sin relación aparente con la alimentación o la higiene, es posible que el cuerpo esté enviando una señal importante.
Sudoración excesiva y condiciones médicas
La hiperhidrosis, o sudoración excesiva, es otra causa frecuente de un olor corporal más fuerte. Esta condición se puede dividir en dos tipos:
- Hiperhidrosis primaria: ocurre sin ninguna causa médica aparente.
- Hiperhidrosis secundaria: es el resultado de problemas de salud como la diabetes, infecciones, la menopausia o trastornos de la tiroides.
Kenny Chan también mencionó que ciertos medicamentos, como los antidepresivos o analgésicos, pueden aumentar la sudoración y, por lo tanto, intensificar los olores.
Los pies y su olor: más que higiene
Un olor fuerte en los pies puede ser más que un tema de higiene. Según Chan, “El pie de atleta es una infección micótica común que puede causar un olor fuerte”.
Los signos a tener en cuenta incluyen picazón y manchas blancas entre los dedos de los pies. Además, la sudoración excesiva en esta área puede crear un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano, lo que también genera mal olor. En estos casos, se recomienda buscar medicamentos antimicóticos en una farmacia.
Halitosis: el aliento y su conexión con la salud
El mal aliento persistente, conocido como halitosis, puede ser señal de problemas mayores. Chan indica que “el mal aliento crónico puede ser un signo de enfermedades como diabetes, enfermedad hepática, enfermedad renal o problemas gastrointestinales”.
La sequedad bucal, que impide la limpieza natural de la boca a través de la saliva, también puede contribuir a este problema. Es fundamental estar alerta a síntomas como encías inflamadas o sangrado al cepillarse, ya que podrían ser signos de gingivitis, una enfermedad que requiere atención médica.
Olores y posibles afecciones de salud
El cuerpo utiliza diferentes aromas para transmitir información sobre su estado interno. Según Chan, algunos olores pueden asociarse con condiciones específicas:
- “Un olor afrutado o dulce podría ser un signo de cetoacidosis diabética, que requiere atención médica inmediata.”
- “Un olor a amoníaco o lavandina podría indicar problemas hepáticos o renales.”
- “Un olor a pescado podría ser un signo de una infección bacteriana.”
Si bien es natural que el cuerpo experimente variaciones en su olor, es crucial estar atentos a ciertos signos. “Un cambio repentino e inexplicable en el olor corporal puede indicar un problema de salud subyacente”, advierte Chan.
Además, agrega que si un mal olor persiste a pesar de una buena higiene, “podría deberse a una infección u otra condición médica”. En esos casos, lo mejor es acudir a un médico para una evaluación adecuada.
La Nación (Argentina)/ GDA
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.