- La frase de los discípulos: “No hemos visto nada igual”
- Crisis antropológica y de valores
- Una llamada a la esperanza
- Una oración en Valencia
- Transmitir la fe de un modo atractivo
- Es necesario el diálogo
La Fundación Pablo VI acogió ayer la presentación del libro “No hemos visto nada igual. La transmisión del cristianismo hoy” (BAC), la última obra de Julián Carrón, ex presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación y profesor de Teología, dedicado a la comunicación de la fe en el siglo XXI.
La frase de los discípulos: “No hemos visto nada igual”
El evento consiguió un lleno total para asistir a un diálogo entre Carrón y Mons. Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española. Además le acompañaron Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI y Antonio G. Maldonado, escritor. El acto fue moderado por el periodista Fernando de Haro.
“No hemos visto nada igual” es una expresión que se atribuye a los discípulos en el Evangelio cuando vieron las obras de Jesús. “El cristianismo será si nos lleva a expresar lo mismo: no hemos visto nada igual. Y esto es lo que nos tiene que asombrar. Nuestro gran desafío es que el cristianismo pueda ser testimonial hoy, dar respuesta a la realidad y a los grandes males”, expresó Carrón durante la presentación.
Crisis antropológica y de valores
Comenzó el acto con Jesús Avezuela que fue desgranando los principales mensajes de este libro, que definió como una conversación entre el autor y tu propia alma sobre la fe, la crisis y de la esperanza. Una crisis antropológica y de valores que impera en occidente y que corresponde al fracaso de la ilustración.
Ante estos retos, Carrón propone transmitir el cristianismo desde su belleza y no tanto desde sus dogmas. Por eso, el presidente de la fraternidad se pregunta si los cristianos son incapaces o capaces de testimoniar su fe de forma atractiva.
Una llamada a la esperanza
Por último, uno de los capítulos más interesantes del libro es el diálogo que mantiene Julián Carrón con el periodista Pedro García Cuartango y con la periodista y ex política Pilar Rahola.
“El Libro es una llamada a la esperanza porque el cristianismo puede ofrecer una verdadera alternativa”, concluyó el director general de la Fundación Pablo VI.
A propósito del libro, Luis Argüello insistió en que cada persona debe profundizar en el “yo y su misterio, la pertenencia a una historia y la inserción en el cosmos”, Un yo que se ha configurando en “una trama de relaciones bellas y tremendas”.
Una oración en Valencia
Respecto al subtítulo del libro, “La transmisión del cristianismo hoy”, el presidente de la Conferencia Episcopal hizo una reflexión a partir de una historia de la que él ha sido testigo: la de una madre que se ha ido estos días a Valencia a ayudar y a limpiar.
“Además de ayudar en las tareas de voluntariado, final del día, está madre y sus hijos rezaron una oración con las familias afectadas. Estas familias les dijeron que esa oración les había dado esperanza”.
Transmitir la fe de un modo atractivo
Julián Carrón explica que estamos viviendo un cambio de época, como señala el papa Francisco. Las grandes convicciones creadas por el cristianismo se han disuelto. Hemos llegado, como muchos señalan, a un desierto antropológico en el que el yo parece no tener valor.
El autor sostiene que la secularización, provocada en gran medida por la incapacidad para transmitir de un modo atractivo la fe, es una oportunidad para proponerla de nuevo. No como un conjunto de reglas éticas, de expresiones sentimentales. El cristianismo es una experiencia, la misma experiencia que tuvieron los discípulos de Jesús cuando dijeron admirados «no hemos visto nada igual».
Hoy es necesaria una forma de testimonio adecuada al momento histórico, según Julián Carrón. No sirve defender espacios seguros donde se conserve la fe, ni construir muros, ni afirmar enunciados verdaderos pero abstractos.
Es necesario el diálogo
El cristianismo se encuentra y se verifica, a través de la libertad, en un mundo plural. Por eso es necesario valorar al otro como esencial para el desarrollo de uno mismo; es necesario el diálogo, expresión constitutiva de la experiencia cristiana vivida en su verdad; es necesario no tener miedo al deseo humano, compartir con simpatía el de muchas personas que sinceramente buscan una respuesta después de derrotas ideológicas y personales.
Julián Carrón (Navaconcejo, Cáceres, 1950) es sacerdote. En 2004 se trasladó a Milán requerido por don Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, para compartir con él la responsabilidad en la guía de este movimiento. Tras el fallecimiento de don Giussani, la Diaconía de la Fraternidad de Comunión y Liberación le nombró presidente en 2005, cargo que ocupó hasta el año 2021. Ha sido profesor de Nuevo Testamento en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid y de Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán.