La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) ha pospuesto nuevamente el regreso a la Tierra de Barry Wilmore y Sunita Williams, los astronautas varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) tras las fallas que presentara la cápsula Starliner de Boeing a mediados de este año.
La tripulación de la nave llegó a la EEI en junio. El objetivo era probar las capacidades integrales del vehículo espacial, incluidos los sistemas de lanzamiento, acoplamiento y retorno. La misión estaba programada para durar una semana. Cinco de los 28 propulsores de la cápsula dejaron de funcionar antes de concretarse el enganche con la estación. Boeing afirmó que su tecnología podía garantizar el regreso seguro de los astronautas. Pese a ello, la NASA expresó dudas y concluyó que el riesgo era demasiado elevado. La agencia encomendó la tarea a SpaceX.
La cápsula espacial se acopló exitosamente a la Estación Espacial Internacional para traer de vuelta a Suni Williams y Butch Wilmore en febrero de 2025.
La empresa de Elon Musk lanzó en septiembre la misión Crew-9 para, entre otros cosas, regresar a Wilmore y Williams. Hasta ahora, se tenía previsto que los cosmonautas estancados volvieran en febrero a bordo del cohete Crew Dragon. Sin embargo, la NASA ha anunciado espera que la expedición regrese a la superficie terrestre tras la llegada de la Crew-10, que no será enviada antes de finales de marzo de 2025.
El ajuste temporal permitirá que los ingenieros de SpaceX y la NASA finalicen el desarrollo de una nueva nave Dragon, la cual se enviará a las instalaciones de la compañía en Florida a principios del próximo mes.
Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, destaca que “la fabricación, el ensamblaje, las pruebas y la integración final de una nave son tareas meticulosas que requieren gran atención a los detalles. Agradecemos el esfuerzo del equipo de SpaceX para ampliar la flota Dragon en apoyo a nuestras misiones así como la flexibilidad del programa de la estación y de las tripulaciones involucradas”.
La NASA explica que las tripulaciones de Crew-9 y Crew-10 deben completar el denominado “periodo de entrega”, durante el cual los residentes de la EEI comparten experiencias y conocimientos con los recién llegados. Este proceso asegura el adecuado desempeño de los experimentos científicos a bordo y el mantenimiento del complejo orbital.
Los especialistas de la NASA y SpaceX evaluaron diversas opciones para coordinar la próxima entrega tripulada. Determinaron que la mejor alternativa era “el lanzamiento de Crew-10 a fines de marzo era la mejor opción para cumplir con los requisitos de la agencia y lograr los objetivos de la estación para 2025”.
La salud de los astronautas de la Starliner
La EEI recibió dos vuelos de reabastecimiento en noviembre, lo que garantiza que la tripulación dispone de alimentos, agua, ropa y oxígeno suficientes. No obstante, algunos expertos han advertido sobre los posibles riesgos para la salud de Wilmore y Williams tras pasar más de nueve meses en el espacio.
La comunidad científica ha estudiado los efectos de los vuelos al cosmos en el organismo humano desde la década de 1970. En los años posteriores al primer alunizaje, ha identificado afecciones como la pérdida de masa ósea, debilitamiento de las funciones cardíacas, problemas visuales y el desarrollo de cálculos renales.
Un estudio reciente del Colegio Universitario de Londres revela que la estructura y función de los riñones también pueden sufrir daños permanentes, aunque estos son particularmente agresivos en los casos de astronautas que se alejan demasiado de la Tierra, lo que no es el caso de la EEI. “Se cree que muchos de estos padecimientos son causados por la exposición a la radiación cósmica galáctica (GCR, por sus siglas en inglés) en el espacio profundo. La mayoría de las misiones tripuladas se desarrollan en órbita terrestre baja, lo que ofrece una protección parcial gracias al campo magnético de la Tierra. Solo las 24 personas que han viajado a la Luna han estado completamente expuestas a la GCR, aunque por periodos cortos de entre 6 y 12 días”, expone el trabajo.
La NASA señala que las tripulaciones de las expediciones a la EEI suelen realizar estancias prolongadas, con una duración promedio de seis meses. Agrega que algunos astronautas han llevado a cabo misiones de hasta un año para contribuir a la investigación sobre la adaptación humana a los vuelos espaciales, con miras a futuras exploraciones lunares y marcianas.
