Comentario de un indigente:
Queridos Teófilos, amantes y amados del Creador, cada domingo tenemos ocasión de impregnarnos de Evangelio. ¿Pero tenemos “los oídos abiertos” a las lecturas y al esperpento y esclerosis múltiple del Misal oficial?
¿No te has percatado todavía que la Religión Pasiva, ésa que nos mantiene pasivos a la espera de que el Padre actúe, es una reliquia primitiva de nuestros ancestros a la que no podemos seguir sometidos? “Concede, danos, resuelve, ayúdanos, pedimos que soluciones esto, aquello y lo otro…” Tratamos a Dios como a un camarero para que NOS SIRVA lo que necesitamos o apetecemos… Rezamos a un ídolo: “el dios camarero”. O le colgamos nuestros problemas: “Acuérdate (dios desmemoriado) de éste o aquél o el de más allá”… Otro ídolo: “el dios perchero”. Y ya hemos cumplido.
La comida fraterna en memoria de Jesús no puede ser una continuada idolatría y la instauración repetida de un “dios sin memoria, que nos quita su amistad y nos la devuelve a cambio de sangre…” ¿Te has parado a pensar, amigo Teófilo, de los disparates que repetimos?
¿Has caído en que nuestra congelada Religión Pasiva nos mantiene rezando a un “dios inútil, ineficaz, inmisericorde…”? Porque NADA, absolutamente NADA de lo que pedimos en la Misa se ha resuelto a la salida, ni tras años de espera… Salvo lo impulsado por manos humanas.
¿No será que hemos errado el sentido de nuestras oraciones? ¿No será que somos nosotros los que nos debemos mover y resolver? ¿No será que no hemos entrado en la racional Religión Activa en la que nos iluminamos mutuamente y expresamos nuestras determinaciones para solucionar nuestras necesidades, sabiendo que el Creador nos ha dado el “gobierno del mundo y de nosotros mismos”?
Todos “nuestros guías religiosos” ya no viajan en burra. Sin embargo tienen móviles, ordenador, viajan en coche o avión… ¿Cómo es posible que nos mantengan atados a la pretérita Religión Pasiva? ¿Cómo pretenden que nuestra Piedad consista en “tirar de la maga” a un supuesto “dios marioneta” para que nos vuelque su favor con las manos mecánicas que nosotros manejamos? ¿Cómo es posible que no hayan descubierto que “las manos de Dios son nuestras manos” puesto que en ellas ha delegado su poder?
Finalmente, saborea e imprégnate de Evangelio: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor»… «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».
Eso mismo, exactamente eso mismo, te está diciendo a ti el Evangelio. O te mueves tú y te bautizas en la luminosa, racional, coherente y humanizadora Religión Activa de Jesús, o estarás día tras día pretendiendo manipular un ídolo y sometido a “guías ciegos e idólatras”.
El tiempo y el espacio se nos ha dado para CAMINAR, no para quedar paralizados, como estatuas de sal, mirando al pasado. Todo en el mundo es evolución y conquista, empezando por ti mismo y tu propia conciencia. Estás creado y empujado por el “dinamismo de Dios”, ése que llevas en tus genes heredados.
No te dejes engañar ni paralizar.
Y empezamos nuestra Misa actualizada en clave de Religión Activa: Nosotros nos expresamos, nos contagiamos mutuamente, nos decidimos y nos comprometemos.
Jairo del Agua
3º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)
MONICIÓN DE ENTRADA
En estas primeras semanas del Tiempo Ordinario se perfilan rasgos esenciales del mensaje de Jesús. Toma la palabra en la Sinagoga de Cafarnaúm y lee un pasaje de los profetas omitiendo la frase en la que se habla de un Dios justiciero.
Cambiar una tilde de la Escritura estaba prohibido, pero Jesús tiene clara su condición de ungido y acepta con valentía su misión: anunciar la buena noticia a los pobres. El proyecto de Dios, el programa de Jesús, implica trabajar por la justicia y el amor en este mundo. Por eso es una buena noticia para los oprimidos.
ACTO DE RECONOCIMIENTO
Como Jesús también nosotros somos ungidos y enviados a anunciar la Buena Noticia. Para ello Dios Padre, que nos habita, nos ha dado los dones y cualidades que cada uno de nosotros tenemos. En este primer momento los reconocemos, le damos gracias por ellos y nos comprometemos a cultivarlos y dejarlos rebosar para que sirvan a nuestra realización personal y para el bien de los que nos rodean.
Gracias Señor por el don de la PAZ, la interior que nos da tu presencia y la exterior que tenemos que construir todos juntos. Nos comprometemos a vivirla cada día diciendo: Nos comprometemos Señor
Gracias Señor por el don del AMOR, el que tú nos manifiestas en nuestro interior y en todo lo que nos das, y el que nosotros queremos dejar rebosar hacia los hermanos. Nos comprometemos Señor
Gracias Señor por los dones de la BONDAD y la AYUDA queremos vivirlos preocupándonos de nuestro desarrollo personal y de ayudar a los demás en todo lo que podamos. Por eso decimos: Nos comprometemos Señor
Dios Padre amoroso TIENE siempre misericordia de nosotros, conoce nuestras limitaciones y nos guía de su mano a la vida eterna.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo…
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS…
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ ATIENDES NUESTRAS SÚPLICAS…
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS…
ORACIÓN COLECTA
Señor Jesús, amigo nuestro. Sabemos que Tú proclamaste la Salvación para todos y un Año de Gracia del Señor. Pero sabemos también, que no sólo lo anunciaste, sino que tu vida estuvo entregada a todos, a los sencillos y marginados, para que lo que proclamabas fuese una realidad. Nosotros intentamos seguir tu ejemplo, pero somos débiles, desfallecemos y lo dejamos. Queremos sentir la fuerza y el impulso del Espíritu para seguir adelante con la misión que nos encomiendas. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Lectura del libro de Nehemías (8,2-4a.5-6.8-10):
En aquellos días, Esdras, el sacerdote, trajo el Libro a la asamblea de hombres y mujeres y de todos los que podían comprender. Era el día primero del mes séptimo. Leyó el libro en la plaza que hay ante la puerta del agua, desde el amanecer hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de los que podían comprender; y todo el pueblo estaba atento al Libro de la Ley.
Esdras, el sacerdote, estaba de pie sobre un estrado de madera que habían hecho para el caso. Esdras abrió el libro a la vista de todos, pues los dominaba a todos, y, cuando lo abrió, el pueblo entero se puso en pie. Esdras pronunció la bendición del Señor Dios grande, y el pueblo entero, alzando las manos, respondió: “Amén, Amén”; se inclinó y se postró rostro a tierra ante el Señor. Los levitas leían el libro de la Ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que comprendieran la lectura.
Nehemías el gobernador, Esdras el sacerdote y letrado y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero: “Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: no hagáis duelo ni lloréis” – porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la Ley -.
Y añadieron: “Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene preparado, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza”. El pueblo se fue, comió, bebió, envió porciones y organizó una gran fiesta, porque había comprendido lo que le habían explicado.
Salmo 18
R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
V/. La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
V/. Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
V/. La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
V/. Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia
el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,12-30):
Hermanos:
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
Pues el cuerpo no lo forma un solo miembro sino muchos.
Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,1-4;4,14-21):
R/Gloria a ti, Señor.
Querido Teófilo:
Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.
Y él comenzó a decirles:
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».
R/Gloria a Ti Señor Jesús
HOMILÍA
En una ocasión un seguidor de San Francisco de Asís le pedio:
– “Francisco, enséñame a predicar”.
Y San Francisco le llevó a visitar a los enfermos, a ayudar a los niños, y a dar comida a los pobres. Juntos recorrían las calles de Asís haciendo el bien a todos. El discípulo le preguntaba:
– “Pero, ¿cuándo me vas a enseñar a predicar?” Francisco le contestó:
– “Hermano, ya estamos predicando”.
La predicación hecha con el ejemplo y con la vida es la mejor predicación.
Comenzamos la lectura del Evangelio de Lucas. Al principio nos explica el método que siguió para escribir el evangelio: los testigos (Lucas fue un tiempo compañero de Pedro en sus correrías apostólicas, y también de Pablo); y se basó en la tradición viva, es decir todo lo que las primeras comunidades conocían de Jesús.
Su evangelio rebosa optimismo y alegría, deja bien claro que el proyecto de Jesús es liberación y fraternidad real para todos.
Y algo muy importante a tener en cuenta: Lucas está orgulloso y feliz de escribir este mensaje “para ti”, es decir, para todos los que estamos aquí escuchándolo. Teófilo puede ser un joven discípulo, pero también hace referencia a todos los que son “amigos de Dios”, esa es la traducción de la palabra “Teófilo”
Jesús en la sinagoga lee un texto del profeta Isaías, que asume como programa de vida: Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír.
Nos fijamos en este texto.
Desde la más remota antigüedad, y en todos los ámbitos geográficos y todas las culturas, han surgido personas con una especial intuición de Dios —o una especial comunicación con Dios— que nos han revelado su sabiduría, la sabiduría de Dios.
En este hecho se da además una circunstancia reveladora, y es que aunque en el mundo encontramos culturas muy distintas, los principios morales y sapienciales son idénticos en todas las grandes religiones y los grandes sistemas filosóficos, lo que nos mueve a pensar que su origen tiene que ser el mismo. Es decir, que Dios procura la felicidad de sus hijos y se vale de estos personajes para señalarles el camino. Como dice un amigo mío de Madrid: ”la luz es luz venga de donde venga”
Esta idea nos invita a revisar nuestro concepto de religión. Es habitual concebir la religión como un conjunto de normas o mandamientos de carácter ético cuyo cumplimiento nos acerca a Dios. Pero es más apropiado ver la religión como un cauce a través del cual los seres humanos vamos desentrañando la sabiduría de Dios; vamos encontrando las claves para lograr la felicidad que Dios quiere para nosotros, vamos descubriendo a Dios. Y como constantemente recordamos tenemos esas claves inscritas en nuestro núcleo más interior, donde Dios habita.
¿Pero cuáles son esos grandes principios?… Pues en el fondo de todos ellos encontramos una misma idea: las actitudes humanitarias llenan de sentido nuestra vida, nos producen la plenitud del alma —del ánimo— y, en definitiva, nos producen felicidad… Muy sencillo y muy gratificante.
En el programa de Jesús sólo hay lugar para el amor y la misericordia. En ningún momento señala ni recomienda llorar por los pecados personales o por la pobreza espiritual de la sociedad.
Anuncia para que anunciemos luz, libertad, liberación, alegría y gratuidad. Los designios de Dios son designios de cercanía, de atención, de amor. Dios está a favor del ser humano. Proclama Buena Noticia, ni castigo ni venganza.
En el programa de Jesús hay un concepto importante: año de gracia. Se celebraba cada 49 años. Se perdonaban todas las deudas. Jesús inaugura un nuevo año de gracia, rico en amnistías y perdones. Un año que ya no se clausurará. Es una fuente que no se agota.
Nosotros estamos ahora en un año jubilar, que sería bueno aprovechar para profundizar en el conocimiento y la vivencia del evangelio, en liberarnos de todo aquello que no nos deja vivir como auténticos hijos de Abba, incluidas tradiciones, ideas y creencias caducas. Recordemos las palabras de Francisco en Evangelii Gaudium “no nos dejemos robar la alegría”, “no nos dejemos robar el evangelio”
Quien cree en Jesús, es libre y coopera en la libertad de todos los seres humanos, lucha por terminar con todo tipo de opresión.
Y quiero terminar con una palabras de mi querido profesor Andrés Torres Queiruga: “Todo antes de Cristo fue camino hacia él: Todo después de Cristo es vivir desde él”.
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios Padre?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia y a todos para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote: ¿Creéis en la resurrección y en la Vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí y disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por esta vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Somos herederos del proyecto de liberación y de fraternidad universal de Jesús de Nazaret. Oremos.
Queremos ser referente de alegría y libertad
• Anhelamos que la Iglesia sea referente de libertad para los olvidados, ofrezca siempre liberación, justicia, amnistía y salud a todos los necesitados y oprimidos, y en ellos, a toda la humanidad.
Queremos ser referente de alegría y libertad
• Todos nosotros queremos ser presencia que libera, perdona, acoge, escucha, cuida, dignifica la totalidad de cada persona que transcurre por nuestra vida.
Queremos ser referente de alegría y libertad
• Nuestras comunidades de fe serán anuncio de la restauración de la paz, de la justicia y de la armonía entre todos.
Queremos ser referente de alegría y libertad
• Nos comprometemos con la llamada a la universalidad: sentirnos corresponsables de la realidad de cada persona, sobre todo de aquellos que carecen de lo necesario para vivir.
Queremos ser referente de alegría y libertad
• Queremos dejarnos afectar por este tiempo que nos está tocando vivir; que sea oportunidad para crecer en responsabilidad, solidaridad y cuidados.
Queremos ser referente de alegría y libertad
Padre y Madre buena, deseamos hacer opción por el proyecto liberador de Jesús de Nazaret, gastando nuestro tiempo y nuestros bienes con los más desfavorecidos, con los que no cuentan ni producen para nuestro mundo. Gracias por tu Hijo Jesús que vive por los siglos de los siglos. Amén
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Señor, te ofrecemos el pan y el vino, frutos de la tierra y del trabajo humano. Simbolizan nuestro alimento y la alegría de la vida. Junto a ellos, ofrecemos, también, nuestro amor y nuestro cariño hacia los nuestros y hacia todos. Recíbelo como nuestra mejor ofrenda. PJNS.
PREFACIO
El Señor está con vosotros
Y con tu Espíritu
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor
Damos gracias al Señor nuestro Dios
Es justo y necesario
Te damos las gracias, Padre nuestro,
porque nos has creado para que seamos felices.
Tú buscas nuestra salvación y nuestra liberación
para que vivamos libres y unidos unos a otros.
Por eso nos enviaste a Tu Hijo Jesús.
Él anunció la Buena Noticia, el Evangelio,
para ayudar a los humildes, sencillos y marginados,
y no se conformó con anunciarlo,
sino que dedicó su corta vida a ese empeño:
curó enfermos y ayudó a todos.
Nosotros queremos seguir sus pasos
y por eso nos unimos ahora a los santos
que siguieron el ejemplo de Jesús,
a las personas sencillas y de buen corazón
para proclamar las grandezas del Señor.
SANTO, SANTO, SANTO
CONSAGRACIÓN y PLEGARIA
Bendito sea Jesús, tu enviado,
el amigo de los niños y de los sencillos.
Él vino para enseñarnos
cómo debemos amarte a Ti
y amarnos los unos a los otros.
Él vino para arrancar de nuestros corazones
el mal que nos impide ser amigos
y el odio que no nos deja ser felices.
Él ha prometido que su Espíritu Santo
estará siempre con nosotros
para que vivamos
como verdaderos hijos tuyos.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino y
se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
El mismo Jesús,
poco antes de morir,
nos dio la prueba de tu Amor.
Cuando estaba sentado a la mesa con sus discípulos, tomó el pan,
dijo una oración para bendecirte y darte gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciéndoles:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz lleno de vino,
te dio gracias con la plegaria de bendición
y lo pasó a sus amigos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para iluminar vuestras vidas.
Haced esto en conmemoración mía.
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
Anunciamos y proclamamos tu resurrección. Ven Señor Jesús.
Por eso, Padre bueno, recordamos ahora
la resurrección de Jesús, el Salvador del
mundo, y renovamos nuestra fraternidad
Él se ha puesto en nuestras manos
para que te lo ofrezcamos como ofrenda nuestra
y junto con él nos ofrezcamos a ti.
Tú nos escuchas, Señor Dios nuestro;
y nos das tu Espíritu de amor
a los que participamos en esta comida,
para que vivamos cada día
más unidos en la Iglesia,
con el santo Padre, el Papa Francisco
con nuestro Obispo N…,
los demás obispos,
y todos los que trabajan por tu pueblo.
No nos olvidamos de las personas que amamos
ni de aquellas a las que debiéramos querer más.
Te damos gracias porque nuestros
hermanos difuntos… familiares
amigos y miembros de nuestra Comunidad
están ya contigo en Tu casa del Cielo.
Y un día, nos reuniremos contigo
con María, la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, su esposo San José, los santos
y todas las personas de bien
para celebrar la gran fiesta del cielo.
Entonces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, podremos cantarte sin fin.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Gracias, Señor, por nuestra libertad. Nos gusta ser libres, y comprometernos con los demás en una nueva creación.
Gracias, Señor, por la ilusión de luchar por la libertad. Libertad en nuestras vidas, para ejercitar nuestras cualidades, Libertad en la vida de los otros, para respetarlos y ayudarles sin humillarles.
Comprendemos que no hay libertad fuera de Ti. Por eso queremos aumentar la responsabilidad entre nosotros y no tener miedo a nuestra libertad ni a la de los demás que nos rodean. Amén
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado.
Padre, Hijo y Espíritu Santo.