Minerva Sánchez Rivera, coordinadora de la Comisión de Salud Mental del CEEM y Pablo Lara, presidente de la Conferencia de Decanos y Decanas de Facultades de Medicina.
De acuerdo a los últimos datos recabados por el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), en una clase de 100 alumnos de este Grado sanitario, 11 de ellos han llegado a pensar en el suicidio. El estudiantado de Medicina ha hecho saltar las alarmas en su último ‘Manifiesto por la Implantación de Protocolos frente a la Conducta Suicida’. En él, el CEEM hace una “llamada urgente” a todas las Universidades para que tomen “medidas decisivas” frente a la conducta suicida. Entre estas, garantizar el duelo de estos alumnos y un abordaje más intenso de la comunicación de estos casos.
Pablo Lara, presidente de la Conferencia Estatal de Decanos y Decanas de Medicina, asegura a este diario que el decanato está a disposición del CEEM para trabajar conjuntamente en el abordaje y actuación inmediata frente a la conducta suicida. “Ya existe un servicio de asistención psicológica, en el cual se oferta asistencia a las personas individuales que lo necesiten y lo soliciten, así como cursos o talleres de formación en distintos aspectos relacionados con la salud mental y con distintos trastornos”, explica.
Además, el propio presidente de la Conferencia señala que, en su facultad, están en contacto con la delegación de estudiantes para que soliciten la ayuda que puedan precisar en este respecto. “De hecho, hemos organizado dos seminarios de autocuidado de la salud mental o un curso sobre gestión del tiempo y afrontamiento del estrés que ahora contará con su segunda edición. Tenemos grupos de estudiantes, graduados y de antiguos alumnos que ofertan cursos que ofrecen información sobre el autocuidado de la salud mental”.
Además, reconoce que la mayoría de las universidades cuenta con un plan de prevención del suicidio, y con una persona coordinadora especifica para estos asuntos. La Universidad de Barcelona es una de las que integra estos planes de prevención: “En Cataluña hay un protocolo de prevención de las conductas de riesgo de suicidio, con instrucciones claras y algoritmos para saber cómo actuar para la comunidad universitaria. El año pasado se hicieron talleres para informar al personal técnico, de administración, docente e investigador. A partir de aquí, lo más importante es que se tienen que implementar estos programas, pero el problema es que requieren de bastantes recursos para toda la población universitaria“, ha destacado su decano de Medicina, Antoni Trilla.
Acciones ‘conclusas’ en prevención del suicidio
Minerva Sánchez Rivera, coordinadora de la Comisión de Salud Mental del CEEM, ha explicado a este diario que “cada vez se están viendo más suicidios en estudiantes” y la profesión médica es una de las que tiene “mayor índice de suicidios”: “Por ello, desde el CEEM exigimos la presencia de protocolos de prevención y adaptación tras la conducta suicida, sobre todo que también se fomente la existencia de los servicios de atención psicológica y se disminuyan las listas de espera y que se dé más difusión al Servicio de Atención Psicológica para el Estudiantado de Medicina (Sapem)”.
“No puede ser que un estudiante de tu misma universidad se suicide y sigas con la misma actividad lectiva que tenías propuesta”
“Desde el estudiantado sobre todo proponemos que haya más empatía por parte de los docentes, que en el hospital seamos escuchadas, que se comunique la existencia de este tipo de servicios de atención psicológica, de la existencia de protocolos de prevención suicida. No puede ser que un estudiante se suicide en tu misma universidad y sigas con la actividad lectiva que tenías propuesta. Las estudiantes se merecen un duelo, se merecen que puedan tener un ambiente académico inclusivo y de apoyo, que existan protocolos que estén basados en fortalecer los factores de protección y que estén respaldados por evidencia científica y, sobre todo, que reduzcan la probabilidad de aparición del suicidio o de otras conductas autoresivas.
De este modo, desde el CEEM, asegura que no hay que preocuparse únicamente, sino “ocuparse”, hablarlo y proporcionar un ambiente de seguridad: “Si no tenemos espacios seguros y no formamos a profesionales que tengan sus propias herramientas para trabajar en esos espacios, luego que no nos sorprenda tener profesionales que tengan el mayor índice de suicidio que hay”.
Protocolos antisuicidio del CEEM
El Manifiesto del CEEM indica los puntos concretos en los que se debe incidir, abogando por que las instituciones universitarias y unidades hospitalarias elaboren protocolos que tengan en cuenta cómo actuar frente a cualquier grado de autolesión o suicidio. Estos protocolos deberán estar enfocados en la comunicación, el duelo y la desculpabilización del estudiantado.
- Informar sobre el acto, previo consentimiento de la familia o red social, sin explicitar la causa concreta de muerte; tratando el caso con máxima confidencialidad de acuerdo a la Ley de Protección de Datos
- Hablar abiertamente sobre la conducta suicida, haciendo énfasis en los factores de protección, así como difundir estrategias y herramientas de las que dispone el centro.
- Que se facilite la recuperación de actividades docentes perdidas a causa del duelo, respetando este.
- Rebajar la tensión emocional y atender al estudiantado con crisis de ansiedad, ayudando a manifestar su situación de duelo.
- Evaluar la situación del centro con respecto a posibles futuros casos, haciendo énfasis en la formación del personal docente, protocolos y recursos
- Fortalecer redes afectivas de apoyo entre el estudiantado, promoviendo un ambiente inclusivo y accesible libre de culpas.
- Señalar en cualquier caso indicios de acoso o bullying en la comunidad universitaria.
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