Hansi Flick lleva metido en el laboratorio desde este miércoles con un nuevo objetivo. Superado el escollo del Benfica, y rumbo a unos cuartos en los que se va a encontrar de nuevo con un viejo conocido, el Borussia Dortmund, un buen trocito de la Liga se pone en juego este domingo (21:00 horas) en el Metropolitano. Allí le espera el Atlético de Madrid, uno de los pocos equipos que se le han resistido hasta ahora al entrenador alemán. El Barça desperdició el 1-0 en el último partido del año 2024 y terminó perdiendo después de los goles de De Paul y Sorloth, que volvió a ser el verdugo en la Copa, con el 4-4 que dejó la eliminatoria en tablas rumbo al partido de vuelta en Madrid.
De momento, habrá un primer mandamiento para el partido de este domingo: no romperse bajo ningún concepto. El Barça dejó una barbaridad de espacios en los últimos minutos de Liga y Copa. Una pérdida de Raphinha facilitó el 1-2 en la Liga en el descuento y un resbalón fatal de Koundé, que había perdido el tono de la línea defensiva y reaccionó tarde, le dejó una autopista a Lino, que recibió de Lenglet y cedió al noruego, que marcó a placer. Pero, además, de deshacerse en los últimos minutos, el partido de Copa también dejó un inicio desalentador. El Atlético metió dos goles en seis minutos. El primero, por la pasividad defensiva para defender un córner. Y el segundo, en un contragolpe que pilló frío y atónito a los azulgrana. Un Everest que, sin embargo, escalaron los de Flick hasta el 4-2. Luego se cayeron.
No hubo demasiadas diferencias en los onces que jugaron esos dos partidos. En la Liga jugó Iñaki Peña y en la Copa, Szczesny, que ya se había asentado en el once. La defensa fue idéntica. En Liga, jugó Casadó con Pedri. En la ida de la semifinal de Copa, De Jong. Gavi fue el enganche en el torneo doméstico y Olmo en la Copa. Y Lewandowski, el nueve en el 1-2 de diciembre. Ferran, el nueve en la Copa. Pero el plan fue el mismo. El Barça rozó la excelencia en muchos momentos, pero también se desordenó en otros. En principio, no hay demasiadas dudas respecto al once, pero cabe observar la evolución del duelo Cubarsí–Araújo. En principio, la salida de balón le da opciones al central catalán, que lleva una temporada excelente. Sin embargo, su expulsión en Lisboa y el buen rendimiento de Araújo en la eliminatoria abren una puerta al cambio. Si no en la titularidad, por la presencia de Julián Alvarez y Griezmann , sí cuando aparezca Sorloth en el partido. La aparición a medio plazo de Guirassy también obligará a mantener activado al uruguayo.
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