Las confesiones de Mikkel Hansen, el genio sin Champions: “Siento mucho dolor”

Colonia, 9 de junio. Con el cronómetro a cero, último intento para forzar la prórroga: Mikkel Hansen estrelló su último balón contra el larguero y ahí supo que la Champions sería ya para siempre una espina clavada en su corazón. 

El Barça, donde el danés llegó muy joven como gran promesa mundial (2008-10), se llevó el título al imponerse por 30-31 al Aalborg, el equipo de su adiós al balonmano de clubs, antesala del último baile final, este verano en los Juegos Olímpicos de París con la selección danesa.

Hansen, de 36 años, se retira sin la Champions en su palmarés, todo un golpe y un contraste para uno de los mejores jugadores de la historia, la enésima prueba de la importancia de lo colectivo sobre lo individual en el balonmano.

Mikkel, elegido tres años el mejor jugador del mundo (2011, 2015, 2018), sí lo ha ganado todo con Dinamarca, la Triple Corona, campeón olímpico 2016), tricampeón mundial (2019, 2021, 2023) y europeo (2012), entre otros éxitos. 

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Él y Nikola Karabatic han sido los dos jugadores más mediáticos el siglo XXI y los dos dirán adiós a la vez en París, ciudad que les unió en el ambicioso y millonario proyecto del PSG. De hecho, Hansen fue en 2012 la primera gran estrella del club parisino, que dejó en 2022 para volver a su país, al Aalborg.

Mikkel Hansen personifica el talento, la naturalidad, la facilidad. Es el genio de este deporte, el Federer del balonmano, pues como el mago suizo hizo con la raqueta parece que todo lo haga sin esfuerzo. Sin embargo, con todo ese talento desbordante, la Champions le fue esquiva, todo un contraste con el éxito de los mellizos Petar y Djordje Cikusa, ya campeones con sólo 18 años.

“Lo más importante para mí es ganar, así que es muy duro acabar mi carrera sin este trofeo”

Mikkel HansenJugador de balonmano

“Lo más importante para mí es ganar, así que es muy duro acabar sin este trofeo. Pero la vida es así, no podemos cambiar lo que pasó en esta última final”, asume Hansen, viva imagen del abatimiento cuando acabó la final del Lanxess Arena de Colonia. 

“Era mi última oportunidad, pero las cosas a veces son así. Los pequeños detalles deciden los partidos igualados y nosotros no tuvimos el toque al final, no hicimos las cosas bien en los dos últimos ataques y a este nivel no ganas si no haces las cosas bien al final”, añade el danés.

“Un día triste, es normal. Perdí una final de Champions contra mi exequipo, el Barça, un club que es muy especial para mí. El Barça fue mejor que nosotros. La Final Four siempre va a ser muy difícil, pero cuando no ganas una cosa para la que te has preparado tanto, sientes mucho dolor. Todos los días vas a entrenar para hacer lo máximo para estar a tope en Colonia y, cuando pierdes, piensas en todos esos entrenamientos. Siento mucho dolor, pero ahora también tengo mucha motivación para terminar en los Juegos de París con la selección”, explica Hansen.

“Tengo ganas de estar más tiempo con mi familia. Desde una playa, con una copita, mandaré mensajes a los compañeros cuando empiecen la pretemporada”

Mikkel HansenJugador de balonmano

En el año de su adiós, Mikkel tiene claras dos cosas: “no” será entrenador y quiere disfrutar de su familia. “Voy a seguir viendo partidos y disfrutando de las cosas, pero después de 19 años viajando por el balonmano, voy a estar un tiempo con la familia para ver qué quiero hacer en la vida y tal. Tengo una mujer que ha hecho muchas cosas en casa para los niños y tengo muchas ganas de estar más tiempo con ellos. Espero que podamos disfrutar de la vida un poco. Desde una playa o no sé dónde, con una copita, mandaré mensajes a los compañeros cuando empiecen la pretemporada”, sonríe Mikkel previendo que no echará de menos el rigor de los entrenamientos.