📸 Las últimas dos Hermanas Clarisas Capuchinas con dos, desplazadas desde el monasterio de Caspe al que se trasladarán, durante la misa celebrada hoy | F. CUENCA

El Monasterio de la Inmaculada Concepción de las Madres Capuchinas de Calatayud cerrará sus puertas mañana tras 370 años. Fue en 1655 cuando estas monjas llegaron a la ciudad, cuando entonces había nueve conventos. Hoy, han celebrado su última eucaristía presidida por el sacerdote D. Rudesindo Delgado, tras haber quedado reducida la comunidad hasta quedarse tan solo dos. Ahora se trasladan a otro monasterio situado en Caspe.
Cuenta un poema leído en la misa de hoy y escrito por Julián del Olmo, que “en algún momento hubo cerca de treinta monjas, como en 1956, cuando se inundó el convento y hubo que desalojar la comunidad”.
El mismo escrito literario reza: “¿por qué se van?, se van porque las celdas y el coro se quedaron vacíos, porque Dios se fue llevando a las mayores y no hubo relevo vocacional”. “El convento es demasiado grande para una comunidad reducida a su mínima expresión que, canónicamente, ya no era comunidad”.
Con esta marcha, se cierra el último convento de Calatayud, situado en el corazón del Paseo Cortes de Aragón. Tal y como se escribe en el poema de Del Olmo, “se van, con pena por su parte y por la nuestra. Se van dejando su convento y su iglesia, que ha sido casa de oración para todos. Se van, llevándose el cariño y el agradecimiento de los bilbilitanos”.
Ahora, las Hermanas Clarisas Capuchinas se marchan a otra comunidad hermana con la satisfacción y el cariño mostrado por los bilbilitanos. Así se ha demostrado hoy en una eucaristía donde su capilla se quedó pequeña.


