En un mundo cada vez más enfocado en la salud y el bienestar, las dietas se convirtieron en mucho más que una herramienta para bajar de peso: hoy son un estilo de vida. Sin embargo, no todas tienen el mismo sustento científico ni ofrecen los mismos beneficios a largo plazo.
Mientras algunas están respaldadas por investigaciones médicas y nutricionales, otras generan polémica entre especialistas. ¿Cuáles son las más populares a nivel mundial y qué dice la ciencia sobre cada una?
1. Dieta mediterránea: el oro nutricional del sur de Europa
Basada en los patrones alimentarios tradicionales de países como Italia, Grecia y España, la dieta mediterránea es una de las más elogiadas por expertos en salud. Promueve el consumo de frutas, verduras, legumbres, pescado, aceite de oliva, cereales integrales y un consumo moderado de vino tinto.
Está respaldada por décadas de investigación: la Universidad de Harvard y la Clínica Mayo destacan sus beneficios para la salud cardiovascular, la prevención de enfermedades metabólicas y la reducción del riesgo de Alzheimer. En 2023, volvió a liderar el ranking de US News & World Report como la mejor dieta del mundo.
Los ocho países que lideran el ranking mundial de sobrepeso y obesidad en adultos
2. Dieta DASH: la favorita para bajar la presión arterial
DASH es el acrónimo de Dietary Approaches to Stop Hypertension, un enfoque desarrollado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos (NHLBI). Su objetivo principal es reducir la presión arterial sin necesidad de medicación. Se basa en el consumo de frutas, verduras, granos enteros, lácteos bajos en grasa, pescado y carnes magras, y limita la sal, los azúcares añadidos y las grasas saturadas.
Numerosos estudios clínicos han comprobado su eficacia, convirtiéndola en una de las dietas más recomendadas por médicos y cardiólogos.
3. Dieta cetogénica (keto): alta en grasa, baja en carbohidratos
La dieta keto busca llevar al cuerpo a un estado de cetosis, en el que se queman grasas como principal fuente de energía en lugar de carbohidratos. Para lograrlo, se limita drásticamente el consumo de hidratos (menos del 10% de las calorías diarias) y se aumenta el de grasas saludables. Si bien puede ser efectiva para bajar de peso rápidamente y controlar la glucosa en personas con diabetes tipo 2, no está exenta de críticas.
La mejor merienda del mundo está en Argentina: ¿cuál es y dónde queda el pueblo donde la sirven?
Investigaciones publicadas en The Lancet y otras revistas médicas advierten sobre posibles efectos secundarios a largo plazo, como aumento del colesterol LDL y carencias nutricionales si no se implementa con supervisión médica.
4. Dieta vegana: salud, ética y medio ambiente
El veganismo, más que una dieta, es una filosofía que excluye todos los productos de origen animal. Desde el punto de vista nutricional, puede aportar múltiples beneficios, como la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, algunos tipos de cáncer y diabetes tipo 2, según estudios de la American Dietetic Association. Sin embargo, requiere una planificación cuidadosa para evitar déficits de vitamina B12, hierro, calcio y omega-3.
Hoy, cada vez más médicos y nutricionistas avalan su efectividad, siempre que esté bien diseñada y complementada.
Qué alimentos recomiendan consumir los expertos para reducir el estrés
5. Dieta paleo: volver a los orígenes
Inspirada en la alimentación de nuestros antepasados del Paleolítico, la dieta paleo propone eliminar alimentos procesados, lácteos, cereales y legumbres, priorizando carnes, vegetales, frutas y frutos secos. Sus defensores aseguran que reduce la inflamación, mejora la digestión y promueve un peso saludable. Sin embargo, entidades como la British Dietetic Association señalan que restringe grupos de alimentos clave para una nutrición equilibrada. Aunque puede ser útil en el corto plazo, la evidencia científica sobre sus beneficios a largo plazo aún es limitada.
¿Cuál elegir? Depende de cada persona y sus objetivos
La clave para una alimentación saludable no reside en seguir una tendencia, sino en encontrar un plan nutricional que sea sostenible, completo y adaptado a las necesidades individuales. Las dietas mediterránea y DASH tienen el mayor respaldo científico, mientras que keto, paleo y vegana pueden ser efectivas si se llevan adelante con supervisión profesional.
Consultar a un nutricionista es fundamental para evitar desequilibrios y riesgos innecesarios. En tiempos de sobreinformación, el mejor camino siempre será el que combine ciencia, equilibrio y sentido común.