El furor que despertó la presencia de Franco Colapinto en la Fórmula 1 supera a la Argentina y también al exclusivo mundo de la máxima categoría mundial. Desde su debut en el circuito de Monza, Italia, el primer día de septiembre y sin ninguna experiencia en pistas manejando el segundo auto de la escudería Williams, el joven piloto mostró actuaciones que le hacen merecedor de continuar entre los 20 pilotos de la élite mundial.
Ya en la contratación por las seis carreras del final del campeonato, Colapinto sabía que no continuaría en Williams por la contratación de Carlos Sainz, que se muda el año que viene de Ferrari y acompañará a Alex Albon en el equipo inglés.
Pero los puestos obtenidos y los puntos acumulados abrieron las expectativas de conseguir algún lugar de los pocos que aun quedan vacantes en la máxima categoría.
A la posibilidad de Sauber (que en las últimas horas confirmó sus integrantes, sin el argentino), le siguieron conversaciones y una ola de rumores sobre su posible incorporación a Red Bull, acompañando a Max Verstappen si rescindían el contrato de Sergio Checo Pérez, o bien en el segundo equipo de la empresa, el RB Team. Allí están Yuki Tsunoda y el neocelandés Liam Lawson.
Este lunes, el sitio Marca de México informó que la situación de Pérez estaría resuelta para el año que viene, en una continuidad que no atiende de los magros resultados de este año sino a la certeza de millones de dólares que consiguió para afirmar su butaca.
El sitio mexicano, especializado en deportes y en su sección de automovilismo, aseguró que Checo Pérez consiguió la firma de patrocinadores que aseguran los 20 millones de dólares que obtendrá a lo largo de la temporada la escudería Red Bull.
A eso se le suman los 10 millones de dólares que ingresarán al patrimonio del piloto mexicano, con la condición de que continúe donde está. Si no es así, todo ese dinero se retira.
Quienes ponen los dólares -y las razones para que ese puesto siga en manos de Pérez- son empresas de gran poderío como Banorte, Kit-Kat, ESPN, Jalisco y la compañía Uber, de México. Además, están las firmas Telcel e Infinitum (del grupo de Carlos Slim) que son el soporte económico del mexicano.
Esos 30 millones de motivos dan casi la certeza de que el piloto mexicano, que no ganó este año y sólo consiguió dos segundos puestos, continuará siendo el escudero de Verstappen, cerrando las expectativas de Colapinto.
¿El joven nacido en Pilar, provincia de Buenos Aires, puede competir en la pista de los millones de dólares de patrocinadores?
Seguramente no alcanzará. Apenas, con firmas como YPF, Quilmes y Mercado Libre más el apoyo de Bizarrap, sumó unos 10 millones para las carreras finales del campeonato en Williams.
Qué puerta queda entreabierta
Tras la posibilidad trunca de Sauber, de Red Bull y de RB Team, una sola puerta queda entreabierta: la del equipo francés Alpine.
En una gran remontada en el campeonato, el equipo alcanzó un segundo y tercer puesto en la última carrera de Interlagos, mostrando una mejora en sus autos y superando en la tabla de constructores a Williams.
En Alpine, el actual piloto principal es Pierre Gasly y se sumará el año próximo Jack Doohan, sin experiencia en la Fórmula 1 pero emergente de la escuela de pilotos de esa escudería.
Este equipo proviene de Renault (sus motores impulsan los autos) y uno de los hombres fuertes es Flavio Briatore, quien se mostró interesado en el desempeño de Colapinto y habría ofrecido una cesión por dos temporadas, algo que a James Vowles (jefe de Williams), le interesa sobremanera dado que retendría los derechos sobre el piloto argentino a futuro.
No obstante, aquí también la danza de los millones de dólares -y de razones- pesarán a la hora de definir si el joven argentino continuará o no en la Fórmula 1 el año próximo.
Las condiciones las mostró en la pista con un auto de mitad de grilla para abajo. Ahora falta que muestre los resultados económicos.