A las 3:41 a.m. el presidente Gustavo Petro lanzó un trino que parecía iba a cambiar el rumbo de las relaciones de Colombia con Estados Unidos en más de 100 años. “A las 6:45 a. m., llegará el primer avión con deportados colombianos de EE. UU. Otro avión llegará hacia las 10 a.m., recibámoslos con banderas y flores”, escribió el mandatario colombiano en su cuenta de X.
Solo pasaron 34 minutos para que se desatara la crisis, porque, también en X, Petro cambió de opinión y desautorizó la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos, lo que generó una inédita crisis diplomática porque el presidente Donald Trump, al conocer el mensaje de Petro, ordenó una serie de duras medidas en contra de Colombia.
Una de las más críticas para el país era que impondría arancel de 25% y lo aumentaría en una semana a 50% sobre todos los bienes que ingresan a Estados Unidos desde Colombia. Además, la Embajada de Estados Unidos en Colombia anunció que cerraría su sección de visas desde hoy, lo que dejó en el limbo a decenas de personas que tenían agendadas sus citas desde hace más de dos años.
En un extenso y confuso mensaje en X en respuesta a Trump, Petro, desafiante, le ordenó al ministro de Comercio Exterior elevar los aranceles de importaciones desde los EE. UU. en un 25%; dijo que el gobierno gringo busca “derrocarlo” y que morirá “en mi ley”.
La crisis, aún con consecuencias inimaginables, porque el 29% de las exportaciones de Colombia tienen como destino Estados Unidos, tuvo en vilo a más de 3.000 empresa nacionales, especialmente los floricultores, los exportadores y los cafeteros, además de que se preveía un dólar que será más caro.
Este es el recuento de las 10 horas que desataron una crisis nunca antes vista con el gigante del norte.
03:41 a.m. ¿un trino de Petro sin café?
Luego de haber anunciado que prepararía flores y banderas, una nueva idea se tomó la cabeza del presidente. De manera inesperada y para muchos, sin medir consecuencias, Petro eliminó el primer trino y publicó otro con el que decidió dar inicio a una batalla diplomática en la que él quiere imponerse, pero en la que el país tiene mucho que perder. “Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio”, dijo, tal vez sin esperar las duras represalias del recién posesionado Gobierno de Donald Trump.
Con la promesa de deportar a millones de migrantes, el republicano ya puso en marcha su estrategia que incluye el refuerzo de la seguridad fronteriza, las redadas masivas para encontrar a “todos los migrantes indocumentados” y el uso de aviones militares para acelerar los procesos de deportación. Bajo esa premisa, ya han sido varios los vuelos que han salido de Estados Unidos con cientos de migrantes hacia países como Guatemala y Brasil.
Trump anunció la medida desde campaña y ha asegurado en el pasado que una parte importante de los crímenes que ocurren en Estados Unidos, son por causa de los migrantes ilegales. “¿Vamos a permitir la estadía de los millones de migrantes, de los cuales 13.000 eran asesinos? (…) Está en sus genes. Y tenemos muchos genes malos en nuestro país ahora mismo”, afirmó Trump durante uno de los debates en campaña electoral.
Mientras tanto, Trump ha dejado claro que su administración no tolerará desafíos a su autoridad. Con su enfoque “América primero”, el presidente estadounidense parece dispuesto a imponer su voluntad, incluso a costa de relaciones estratégicas con aliados clave como Colombia.
01:28 p.m. Trump lanza el golpe
Menos de 10 horas después del trino de Petro, a la 1:28 de la tarde, el presidente Donald Trump respondió y no lo hizo con una de sus características frases polémicas. Esta vez fue directo al grano, pragmático con lo que quería demostrar y emitió una serie de medidas que bloquearon partes fundamentales de las relaciones entre los países. La Embajada de Estados Unidos cerraría desde hoy lunes la sección de visas en Colombia, dejando en vilo a miles de personas que llevaban meses esperando la cita para realizar el trámite. Además, anunció que los aranceles a las exportaciones colombianas se incrementarían de inmediato al 25 %, con una advertencia de que subirían al 50 % en solo una semana. Golpe que afectaba fuertemente a las exportaciones colombianas (ver nota página 4).
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01:34 p.m. ¿Qué le picó a Petro?
La decisión de Petro de prohibir el aterrizaje de dos aviones con 160 colombianos deportados por Estados Unidos fue justificada por él como un acto de defensa de la dignidad nacional. “Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece”, argumentó el mandatario, refiriéndose a la forma en que estos fueron montados a los aviones: con las manos atadas.
Sin embargo, lo de deportar colombianos, con esposas en las manos, no es nuevo. La administración de Joe Biden deportó el año pasado 14.110, es decir casi 40 diarios, en las mismas condiciones y nunca hubo un escándalo de tal magnitud, ni un rechazo del Gobierno colombiano a los vuelos que llegaban desde Estados Unidos.
Si bien Petro siempre se ha mostrado en sus redes como un defensor de la dignidad, no ha habido un llamado de tal severidad a países como México, con el que ha mantenido estrechas relaciones con sus dos últimos mandatarios, desde donde se han devuelto a casi 40.000 turistas colombianos, que han denunciado malos tratos, sin justificación alguna.
Pasada la 1:30 de la tarde, el mandatario colombiano volvió a trinar anunciando que dispondría del avión presidencial de Colombia para garantizar el retorno de los colombianos deportados, lo cual pareció más una respuesta a los cuestionamientos que le hicieron por el hecho de que al no dejar aterrizar los aviones le estaba negando la entrada a los colombianos a su propio país. Esa opción, de traer a los deportados en el avión presidencial, no es sostenible por costos y capacidad.
Como si no faltara más confusión en todo esto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se pronunció sobre la situación y señaló que Petro ya había autorizado inicialmente los vuelos con los 160 colombianos, pero que revocó el permiso cuando los aviones se encontraban en el aire. “Esto no es un problema nuevo”, dijo Rubio, y aseguró que cada país tiene la obligación de recibir a sus ciudadanos deportados. “El presidente Trump ha dejado en claro que, bajo su administración, Estados Unidos ya no será objeto de mentiras ni de abusos (…) somos inquebrantables en nuestro compromiso de poner fin a la inmigración ilegal y reforzar la seguridad de Estados Unidos”, dijo.
Más represalias
Trump no solo respondió con las sanciones arancelarias y migratorias, también se despachó contra Petro y todos sus dignatarios y anunció la revocación inmediata de visas para Petro, funcionarios del Gobierno colombiano, así como para miembros del partido oficialista, sus familias y partidarios. Y además ordenó inspecciones exhaustivas a ciudadanos y carga provenientes de Colombia, según informó, por motivos de “seguridad nacional”.
04:15 p.m. Cero diplomacia
El futuro de las relaciones entre Colombia y Estados Unidos se veía sombrío. EL COLOMBIANO se comunicó con la embajada de Estados Unidos en Colombia, donde un portavoz del Departamento de Estado confirmó que la decisión de suspender el procesamiento de las visas en la Embajada de Bogotá “es una respuesta directa a la decisión del presidente Petro”.
Y agregó que ya ha notificado la situación a los solicitantes, dejando claro que a partir de hoy solo habrá servicios para ciudadanos estadounidenses.
Para Petro, el desafío ahora sería equilibrar su discurso de “soberanía” con la necesidad de mantener la cooperación económica y diplomática. Sin embargo, siendo las 04:38 p.m. volvió a trinar, esta vez ordenando al Ministro de Comercio Exterior, que de manera recíproca, impusiera aranceles del 25% a todos los productos provenientes de EE. UU. “Los productos norteamericanos cuyo precio subirá dentro de la economía nacional, deben ser reemplazados por producción nacional, el gobierno ayudará en este propósito”. Como si no fuera suficiente, la retahíla siguió. Y apelando a un discurso con un tono más romántico, Petro ancló un trino en su perfil en el que publicaba las razones por las que “no le gusta viajar mucho a Estados Unidos”.
Y además confesó que la decisión que había tomado, correspondía en parte a su terquedad. “Si conoce alguien terco, ese soy yo, punto (…). No me gusta su petróleo, Trump, va a acabar con la especie humana por la codicia. Quizás algún día, junto a un trago de Whisky que acepto, a pesar de mi gastritis, podamos hablar francamente de esto, pero es difícil porque usted me considera una raza inferior y no lo soy, ni ningún colombiano”.
10:20 p.m. Petro accede a lo que pide Trump
Luego de una retahíla de respuestas de Petro a muchos de los cuestionamientos, sorpresivamente a las 10:20 de la noche replicó un mensaje publicado por la asistente de la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, en el cual dice: “El Gobierno de Colombia ha aceptado todos los términos del presidente Trump” y anexa un comunicado de la Casa Blanca en el que dice que Petro aceptó que los aviones aterrizaran tal y como el presidente Trump lo había determinado y que por ello no se aplicarán las sanciones económicas. Que se mantendrán en “reserva y sin firma”, a no ser que Colombia no honre el acuerdo.
En cuanto a las sanciones de visas y la vigilancia en las aduanas dice que se mantendrán hasta cuando el primer avión que traiga deportados a Colombia se devuelva con éxito a Estados Unidos.
