(ZENIT Noticias / Rome, 26.03.2025).- El filósofo y cofundador de Wikipedia, Larry Sanger, ha sorprendido a la comunidad académica y escéptica con la publicación de un extenso testimonio en el que declara su conversión al cristianismo. Sanger, doctor en Filosofía Analítica por la Universidad de Ohio, ha sido un defensor del racionalismo y el escepticismo metodológico durante gran parte de su vida. Sin embargo, en 2025 decidió compartir su cambio de perspectiva y explicar las razones que lo llevaron a abrazar la fe cristiana.
Desde su juventud, Sanger se caracterizó por su actitud inquisitiva y su interés en la búsqueda de la verdad. Cuenta que en algún punto de su juventud se dio cuenta de que muchas de las personas a su alrededor se habían equivocado al tomar decisiones erróneas en su vida y por ello comenzó a ver la búsqueda de la verdad como un valor primordial para poder dirigir su propia vida de una buena forma.
Criado en una familia luterana, como todo buen adolescente comenzó a cuestionar las enseñanzas religiosas en esta etapa. A los 17 años adoptó una postura de escepticismo metodológico, rechazando cualquier creencia que no pudiera justificarse racionalmente. Decidió estudiar filosofía en la universidad de Reed College, y ahí reforzó su postura escéptica, alejándolo de la religión durante décadas.
Uno de los momentos que marcó su viaje espiritual fue su confrontación con la realidad del mal en el mundo. El caso de Jeffrey Epstein y la exposición de redes de abuso infantil lo impactaron profundamente. Sanger describe cómo la maldad extrema que descubrió en estos eventos lo llevó a reflexionar sobre la naturaleza del bien y el mal. Se dio cuenta de que el escepticismo racionalista no le proporcionaba una explicación satisfactoria sobre la existencia del mal y que, en cambio, la cosmovisión cristiana ofrecía una comprensión más coherente y moralmente significativa.
Además, expresa su desilusión con la comunidad académica, a la que describe como cada vez menos interesada en la búsqueda de la verdad y más enfocada en promover ideologías particulares. En su testimonio, Sanger critica la falta de apertura al debate honesto y la censura de ideas que desafían el pensamiento dominante. Esta constatación lo llevó a buscar respuestas fuera del marco filosófico tradicional y a explorar la teología cristiana con un nuevo enfoque.
En su testimonio, Sanger relata cómo su interés por la teología y la Biblia creció con el tiempo. Dos eventos personales clave, su matrimonio y el nacimiento de su hijo, lo llevaron a reconsiderar sus ideas sobre la moralidad y la ética. Comenzó a cuestionar su anterior adhesión al egoísmo racional de Ayn Rand y a explorar argumentos teístas con una mente más abierta.
Su conversión no fue un evento repentino, sino un proceso gradual basado en el estudio racional de la Biblia y de los argumentos filosóficos sobre la existencia de Dios. Sanger explica que, aunque inicialmente le costó admitir su nueva fe, llegó a aceptar la doctrina cristiana y a creer en un Dios trino. A pesar de sus dudas persistentes, ahora considera la Biblia como la palabra inerrante de Dios.
El filósofo también reflexiona sobre el papel de la comunidad cristiana en su viaje espiritual. Aunque aún no ha encontrado una iglesia a la que unirse, expresa su deseo de seguir estudiando la teología y defender su fe de manera racional. Su intención es compartir su testimonio para ayudar a otros que puedan estar en una búsqueda similar.
Las reacciones a su anuncio han sido variadas. Algunos lectores han elogiado su valentía por compartir su testimonio y han expresado su apoyo, mientras que otros han manifestado sorpresa ante su cambio de postura. “Su historia me recuerda a mi propio viaje de fe. Es inspirador ver a alguien tan comprometido con la búsqueda de la verdad”, comentó un lector.
Sanger concluye su testimonio reafirmando su compromiso con la fe cristiana y su deseo de seguir aprendiendo. A pesar de su trayectoria filosófica escéptica, ha llegado a la conclusión de que la creencia en Dios es una posición racional y fundamentada. Su historia se suma a la de otros intelectuales que, tras años de escepticismo, han encontrado en la fe cristiana las respuestas que buscaban.
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Dante Alba, LC
