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No hay duda de que el universo de la psicología podría ponerse las botas en el mundo Fórmula 1. Por lo general, cuesta entender el comportamiento de los pilotos. Por la radio se convierten en los mayores acusicas del mundo, denunciando cualquier tipo de comportamiento, hasta los más cogidos con pinza. Y luego, en persona, frente a los comisarios, actúan de forma opuesta, quitándole hierro al asunto.
Encontronazo entre Bearman y Stroll
Es, por ejemplo, lo que ocurrió en la sesión de clasificación del reciente Gran Premio de China, en el que, a ojos de los comisarios, Oliver Bearman había obstaculizado a Lance Stroll durante el transcurso de la Q1, en la que el canadiense consiguió avanzar de ronda mientras que el de Haas quedó eliminado.
Ambos pilotos fueron llamados a declarar, y pudiendo Lance decir que efectivamente, su vuelta se vio perjudicada, optó por todo lo contrario, afirmando ante los comisarios que no se había visto perjudicado, mientras que Ollie afirmaba ser consciente de estar en la trazada, opero también que había hecho todo lo posible para apartarse de la trazada de la curva 13.
Los comentarios de Stroll fueron cruciales para que, tras la investigación, la FIA decidiese no tomar ninguna medida disciplinar. Caso parecido a otro que no se llegó a investigar y que tenía a Liam Lawson y Pierre Gasly como protagonistas. El de Red Bull se quejó por radio, sin embargo, ante la prensa, aseguró que si bien era muy posible que sí le hubiese molestado algo, no era la razón por la que no había podido avanzar de Q1.
Y este comportamiento es, precisamente, lo que no ocurrió en el Gran Premio de Qatar de la pasada temporada, cuando Max Verstappen perdió la pole position tras una inédita sanción de una sola posición en parrilla de salida. ¿Quién heredó esa pole? George Russell, que era además el piloto que había empujado por la sanción.
Ante la prensa, el británico quitó hierro al asunto, lo que no hizo más que molestar aún más a Max Verstappen cuando ante los comisarios, George Russell cambió el carácter, exigiendo una sanción porque el de Red Bull le había molestado, no en su vuelta rápida, sino en la vuelta de preparación, siendo la primera vez que se producía un castigo por bloquear a un piloto que no estaba en vuelta cronometrada.
Verstappen quedó atónito por la actitud de Russell ante los comisarios, asegurando que el británico no atendía a razones, despreciando el hecho de que el de Red Bull simplemente estaba dejando pasar a todo el mundo. El de Mercedes consiguió el objetivo, aunque por el camino, se ganó un peligroso enemigo, manteniéndose la rivalidad hasta hoy.
Max Verstappen y la no pole de Qatar
“Me quedé bastante sorprendido por lo que estaba pasando allí. Creo que todos nos respetamos mucho. He estado muchas veces con los comisarios y con gente con la que he competido, y nunca he visto a nadie intentar joder a otro de esta manera. Le perdí todo el respetó”, afirmó Max Verstappen hace apenas tres meses. “Siempre se muestra muy educado con las cámaras, pero en persona, se convierte en una persona completamente diferente. No lo aguanto. Qué se vaya por ahí, no quiero tener nada que ver con él.”, complementó.
El propio Fernando Alonso llegó a comentar que si algo así era sancionable, entonces lo único que tenía que hacer era pilotar hacia alguien en la vuelta de preparación y frenar de golpe, incrédulo también con la sanción y con el hecho de que el instigador fuese además uno de los máximos responsables de la asociación de pilotos.
Dos formas diferentes de actuar ante situaciones iguales que al final acaban repercutiendo en las relaciones pues la nula relación entre ambos se mantiene hasta el día de hoy a pesar de que por circunstancias de las carreras, aún no se han cruzado en pista.
Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.